El misterio del Proyecto Huemul

La Isla de Ronald Ronald Richter

El autor del libro que cuenta esta historia, Mario Mariscotti, dio detalles sobre su entrevista personal con el científico Ronald Richter.

¿Qué hubo detrás del sensacional anuncio de Perón en 1951? ¿Por qué en 1947 la prensa extranjera acusó a Perón de estar fabricando la bomba atómica? ¿Quién fue y qué papel jugó realmente el «sabio» austríaco Ronald Richter?

Esos fueron los interrogantes sobre los que se debatió, el pasado jueves a la noche, en la Biblioteca Sarmiento tras la exhibición de una película que muestra el “secreto atómico de Huemul”. Este encuentro, así como otros tantos organizados a lo largo de estos meses, formó parte de los festejos por el cincuentenario del Instituto Balseiro.

El autor del libro El secreto atómico de Huemul, Mario Mariscotti, fue quien presentó la película, en la que él es el relator y en la que muestra una entrevista exclusiva que en 1979 tuvo con el polémico científico Ronald Richter. Continuar leyendo «El misterio del Proyecto Huemul»

La Sociedad Vrill

Todas las cosas mediúmnicas son difíciles de catalogar es así que todo lo referente a estos temas aparecidos en Alemania son oscuros y pedestres. Prácticamente todo lo que hay escrito es intrascendente y que en realidad aparta del conocimiento público de la verdad de las cosas.

En gran medida es que estas sociedades esotéricas no cuentan con número suficiente de personas conocedores del verdadero ocultismo, así que solo se ve una “cáscara” y no las vivencias, que son personales.

Como he hecho notar, al tratar la vida del indiscutido inventor Herman J. Oberth, las habilidades mediúmnicas le permitieron estar conectado al pensamiento de humanos extraplanetarios que lo ayudaron en todos sus inventos.

Los alemanes, en especial los científicos, tenían ideas muy clara técnicas y científicas, pero no estaban maduros los tiempos para lograr la “máquina maravillosa”, que sería capaz de viajar en el espacio tiempo y merced a energías “como salidas de la nada” (Vrill).

La energía Vrill es la energía salida del propio espacio, que permitía la antigravedad y las anomalías espacio- temporales.

Estaban muy lejos de encontrar las soluciones a este tema y la campana electro mercurial, fue el primer paso hacia la dirección correcta. Estas experiencias se hacían en cinco bases subterráneas en lo que hoy es Polonia y que sus entradas están selladas por explosiones, pero ya no hay nada allí. Todo fue embarcado a USA.

Los Onvis- nazis de los relatos de su tiempo eran apenas más importantes que un helicóptero, apenas remedos de lo que hoy conocemos como las naves híbridas Aliens-terrícolas, fabricadas en USA, aún experimentadas con el mayor secreto.

Por lo tanto las referencias a todo lo acontecido en aquellos días está teñido de un doble barniz aplicado por dos sociedades que no desean dar a conocer estas experimentaciones anómalas en muchos sentidos, en especial la parte alien, que ocasionarán la pérdida de los mitos y religiones y el inicio de un nuevo Tratado Social. Continuar leyendo «La Sociedad Vrill»

Herman Oberth : Un Gran Inventor

Herman Julius Oberth (1894-1989) nació en la ciudad transilvana de Sibiu actual Rumania, aunque entonces formaba parte del Imperio austrohúngaro y la ciudad se llamaba Hermannstadt en alemán o Nagyszeben en húngaro.

Según su propia cuenta y la de otros, alrededor de los 11 años Oberth empezó a fascinarse por el campo de la exploración espacial, marcándole principalmente los escritos de Julio Verne, en especial De la Tierra a la Luna, releyéndolo hasta llegar a memorizarlo. Influenciado por las ideas y libros de Verne, Oberth construyó su primer cohete en miniatura como estudiante escolar a los 14 años. En sus primeros experimentos, alcanzó independientemente la idea de un cohete de múltiples etapas, pero carecía, en ese momento, de los recursos necesarios para desarrollar este concepto más allá de la teoría.

En 1912, Oberth comenzó a estudiar medicina en Múnich, participando luego en la Primera Guerra Mundial como médico militar. Más tarde, Oberth comentaría que lo más importante que pudo aprender de esa experiencia es que no deseaba continuar como médico. Después de la guerra, permaneció en Alemania -su ciudad natal formaba parte de Rumania- y reanudó sus estudios universitarios, pero en ese momento estudiando física y trabajando de maestro de escuela. Continuar leyendo «Herman Oberth : Un Gran Inventor»