EL robo maestro: La leyenda de D.B. Cooper.

El 24 de noviembre de 1971, un hombre vestido con un traje negro secuestró un avión, obtuvo un rescate de 200.000 dólares y huyó saltando en paracaídas a 3.000 metros de altitud sobre el Estado de Washington. Desde entonces, su identidad se ha convertido en una leyenda. Segun varias fuentes de internet, el FBI, tras investigar a más de mil sospechosos, tendría nuevas pistas para dar con el paradero del hombre de el gran robo maestro. Nunca se encontró su cadáver y tampoco el dinero y el paracaidas que utilizara para realizar su fechoría.

Cuenta la leyenda que un hombre de mediana edad, alto, de frente ancha, orejas de soplillo, abrigo y corbata negros y traje impecable compró un billete en Portland bajo el nombre de Dan Cooper, para el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines con destino a Seattle. Unas horas más tarde, el avión, en el que viajaban 36 pasajeros y seis tripulantes, es secuestrado por Cooper, quien pide que al aterrizara Seattle, le sean entregados 200.000 dólares y cuatro paracaídas, ya que de lo contrario detonaría una bomba que llevaba consigo haciendo explotar el avión. Cuando finalmente el avión llegó a Seattle, los pasajeros desembarcaron normalmente y ajenos a la realidad del secuestro. Cooper, esperó a que le entregaran los 200.000 dólares en billetes de 20 y los paracaídas. Negoció la salida de dos azafatas y se quedó con una tercera. Hecha la transacción, ordenó al piloto que se dirigiera hacia Reno (Nevada). Le dio órdenes concretas respecto a qué altura volar, a qué velocidad y cómo colocar las alas del avión, y le especificó que no sellaran la puerta de atrás. El Boeing 727 era el único modelo con unas escalerillas que permitían utilizar esa puerta para saltar y, evidentemente, el secuestrador conocía esos detalles. D. B. Cooper repartió los cinco kilos que pesaba el dinero por todo su cuerpo, invitó a la azafata a encerrarse en la cabina con el piloto y se quedó solo. Después de eso, se lanzó desde 3.000 metros de altura sobre el Estado de Washington y sus montañas escarpadas, sus glaciares y sus bosques infestados de osos. Seguramente habrá tenido algún otro plan para poder escabullirse de la naturaleza ostil que lo esperaba debajo. Desde ese momento ha pasado a ser un misterio sin solución, con muchos supuestos, pero ninguna verdad.

La torre de Brahama: Matemáticas y el fin del mundo.

Existen numerosas leyendas sobre el fin del mundo. Entre ellas, una muy antigua que nos llega desde el Brahmanismo.

Cuenta la historia que en el gran templo de Benarés, bajo la cúpula que señala el centro del Mundo, reposa una bandeja de cobre en la que están plantadas tres agujas cuyo diámetro es más fino que el aguijón de una abeja. En el momento de la Creación, Dios colocó en una de las agujas 64 discos de oro puro ordenados por tamaño: desde el mayor que rebosa sobre la bandeja, hasta el más pequeño, en lo más alto del montón. Es la torre de Brahma. Incansablemente, día tras día, los sacerdotes del templo mueven los discos haciéndoles pasar de una aguja a otra, de acuerdo con las leyes fijas e inmutables de Brahma que dictan que el sacerdote en ejercicio no mueva más de un disco al día, ni lo sitúe encima de un disco de menor tamaño. El día en que los 64 discos hayan sido trasladados desde la aguja en que Dios los puso al crear el mundo a una cualquiera de las otras dos agujas, ese día la Torre, el Templo y, con gran estruendo, el Mundo desaparecerán.

Según esta leyenda. ¿Cuanto tiempo faltará para el fin del mundo?.

En el año 1883, el matemático francés Eduard Lucas, inventó un juego similar al de la leyenda Brahmanica. Las Torres de Hanoi.

Las Torres de Hanoi.

El juego está formado por tres varillas verticales y un número indeterminado de discos que determinarán la complejidad de la solución. Los aros o discos, que son todos de distinto diámetro, están colocados de mayor a menor en la primera varilla en órden ascendente.

El juego consiste en pasar todos los discos a la tercer varilla, colocados de mayor a menor ascendentemente y las reglas son las siguientes:

  • Sólo se puede mover un disco cada vez.
  • Un disco de mayor tamaño no puede descansar sobre uno más pequeño que él mismo.
  • Sólo puedes desplazar el disco que se encuentre arriba en cada varilla.

Es decir, las reglas son similares a los recaudos que Dios le dejara a los monjes del templo de Benarés.

Por medio de un simple resultado matemático, se puede demostrar el tiempo que tardarían los monjes en traspasar los 64 discos de oro a la tercer aguja de la bandeja plateada. Y por lo tanto, el tiempo que resta para el fin del mundo.

La solución matemática a la Leyenda de la torre de Brahama.

El mínimo número de movimientos que se necesita para resolver este problema de las Torres de Hanoi es de 2^n-1. (dos a la enésima menos uno). Por lo que si los monjes hicieran un movimiento por segundo, podrían pasar los 64 discos a la tercer varilla en unos 585 mil años. De acuerdo a las teorías científicas más creibles, la Tierra tiene alrededor de 5 mil millones de años, por lo que restaría muchiiiisimo tiempo para disfrutar de las cosas que nos gustan.

Enlaces de Interés sobre las Torres de Hanoi.