¿Quién fue D.B. Cooper?

El 21 de noviembre de 1971, en Portland, Oregon, un hombre que se llamaba a sí mismo Dan Cooper secuestró un avión Boeing 727 en ruta a Seattle con una bomba , sin parpadear y discretamente entrega a  la azafata una nota. En el momento del desembarque, se desembarcó sin ninguna pista de Cooper’s, las autoridades vieron la nota con su demanda de $ 200.000 en efectivo y un conjunto de paracaídas. El entonces 727 despegó con las exigencias de Cooper y, poco después, él saltó del avión en una noche de tormenta.

Desde entonces, han surgido algunas pistas acerca del crimen. Un niño habría encontrado algunos billetes del efectivo de Cooper a largo de un río y, recientemente, el FBI pensó que su paracaídas se había encontrado, pero resultó no ser el caso. Un hombre convertido en un sospechoso después de su muerte, ya que en su lecho de muerte le dijo a su esposa: «Estoy PP Cooper». Ella dijo a Discovery Channel de la historia sin resolver y que su confesión, verdad o no, había arruinado su vida. Si Cooper murió en el salto, sostiene el FBI, sus restos no se encuentran en el Monte St. Helens cubierto la región con las cenizas en 1980.

¿Qué pasó con la Carroll A. Deering?

El 31 de enero de 1921, la goleta Carroll A. Deering fue descubierto de haber encallado en la costa de Carolina del Norte.

Al rescate de los buques que finalmente llegó a ella, se encontraron nada menos que un barco fantasma a la rival de María Celeste, que sufrió una suerte similar hace 50 años. La tripulación había desaparecido.

Pruebas en la cocina sugiere que los tripulantes estaban en actividad ya que que los alimentos que se estaban preparando para el día siguiente se encontraron, sin embargo, se no encontró nada de la tripulación, ninguno de sus efectos personales y no relacionadas con la goleta propia, como los registros de buques.

La especulación ha señalado lo paranormal, en particular al hecho de que ella estaba en la región que hoy se conoce como el triángulo de las Bermudas.

Teorías alternativas se han presentado y, entre ellos uno que es un signo de su época: que era parte de un complot comunista encabezado por Rusia a EE.UU. aprovechar los buques

EL robo maestro: La leyenda de D.B. Cooper.

El 24 de noviembre de 1971, un hombre vestido con un traje negro secuestró un avión, obtuvo un rescate de 200.000 dólares y huyó saltando en paracaídas a 3.000 metros de altitud sobre el Estado de Washington. Desde entonces, su identidad se ha convertido en una leyenda. Segun varias fuentes de internet, el FBI, tras investigar a más de mil sospechosos, tendría nuevas pistas para dar con el paradero del hombre de el gran robo maestro. Nunca se encontró su cadáver y tampoco el dinero y el paracaidas que utilizara para realizar su fechoría.

Cuenta la leyenda que un hombre de mediana edad, alto, de frente ancha, orejas de soplillo, abrigo y corbata negros y traje impecable compró un billete en Portland bajo el nombre de Dan Cooper, para el vuelo 305 de Northwest Orient Airlines con destino a Seattle. Unas horas más tarde, el avión, en el que viajaban 36 pasajeros y seis tripulantes, es secuestrado por Cooper, quien pide que al aterrizara Seattle, le sean entregados 200.000 dólares y cuatro paracaídas, ya que de lo contrario detonaría una bomba que llevaba consigo haciendo explotar el avión. Cuando finalmente el avión llegó a Seattle, los pasajeros desembarcaron normalmente y ajenos a la realidad del secuestro. Cooper, esperó a que le entregaran los 200.000 dólares en billetes de 20 y los paracaídas. Negoció la salida de dos azafatas y se quedó con una tercera. Hecha la transacción, ordenó al piloto que se dirigiera hacia Reno (Nevada). Le dio órdenes concretas respecto a qué altura volar, a qué velocidad y cómo colocar las alas del avión, y le especificó que no sellaran la puerta de atrás. El Boeing 727 era el único modelo con unas escalerillas que permitían utilizar esa puerta para saltar y, evidentemente, el secuestrador conocía esos detalles. D. B. Cooper repartió los cinco kilos que pesaba el dinero por todo su cuerpo, invitó a la azafata a encerrarse en la cabina con el piloto y se quedó solo. Después de eso, se lanzó desde 3.000 metros de altura sobre el Estado de Washington y sus montañas escarpadas, sus glaciares y sus bosques infestados de osos. Seguramente habrá tenido algún otro plan para poder escabullirse de la naturaleza ostil que lo esperaba debajo. Desde ese momento ha pasado a ser un misterio sin solución, con muchos supuestos, pero ninguna verdad.