La leyenda de la planchada es sumamente famosa en México, esta leyenda tiene origen en el año de 1847, en el Hospital Juárez, Distrito Federal. La llaman “la planchada” debido a su ropa perfectamente lisa y almidonada, una, mujer de apariencia muy pulcra.
Cuenta la leyenda que esta enfermera en vida, trataba muy mal a los pacientes, les daba de mala gana sus medicamentos y se regodeaba regañándolos de manera muy estricta, debido a esto su espíritu sigue vagando hasta la fecha en el viejo hospital. Pero en épocas más actuales son muchos los testigos que dicen haberla visto en otros hospitales a lo largo de la Republica Mexicana.
La mayoría de las personas que dice haberla visto en calidad de pacientes, concuerda en que es una persona muy amable que cuida de ellos. Existen varios casos de enfermeras que dicen estar sorprendidas al escuchar a los pacientes afirmar que otra enfermera ya les ha dado su medicamento cuando ellas son las únicas en el turno de la noche.
Recientemente en el Hospital de Zona Fidel Velázquez, tuvo lugar un suceso muy sonado en esa área del Estado de México. Una enfermera de apellido Gordillo (prefirió que su nombre completo no fuera publicado), afirma haber presenciado la aparición de el fantasma de una enfermera durante sus horas de trabajo en el turno de la noche.
La Sra. Gordillo de aproximadamente unos 45 años de edad, dice haber salido de revisar a un paciente junto con una de las asistentes medicas, la mujer cuenta que al salir del consultorio pudo observar con el rabillo del ojo a otra enfermera saliendo del último consultorio del corredor pegado a la ventana que da a la calle, y caminando a unos 20 metros en dirección a las mismas escaleras a las que ellas se acercaban. Ella no le dio mucha importancia ya que imagino que se trataba de otra compañera de turno que al agua que ella, había pasado a hacer un chequeo de rutina a un paciente internado, por lo que siguió caminando al lado de la asistente medica que la acompañaba. No fue hasta que su amiga llamo su atención tomándola del brazo y diciéndole en voy baja al oído: “¿La viste?, ¡No tenia piernas!”. Después de escuchar lo anterior la primera reacción de la Sra. Gordillo fue voltear para descubrir con terror que la distancia que había entre ellas y la enfermera fantasma se había reducido, ahora solo se encontraba a unos 4 metros atrás de ellas así que pudo ver claramente a la mujer vestida con un impecable traje de enfermera, perfectamente almidonado. Cuenta la mujer, que después de comprobar que la enfermera fantasma las estaba muy cerca, tomo a su compañera de la mano y ambas echaron a correr hacia la oficina principal de enfermeras y se encerraron ahí hasta terminar el turno.
Casos como este se han dado en todo el país, cada año surgen mas testimonios de personas que dicen haber sido visitados en la noche por eta misteriosa enfermera, que lejos de querer dañar a los pacientes, está deseosa de ayudarlos, para así reivindicar su alma y poder descansar en paz algún día. Así que ya saben, si algún día quedan internados en algún hospital o instalación medica del país y tienen la suerte de ser atendidos por este amable espíritu, no teman, ya que al parecer, lo único que quiere es cuidar de ustedes.
La localidad Añatuya, cabecera del departamento Gral. Taboada, ha estado envuelta en una historia tenebrosa.
Hace días comenzó a circular el rumor de que en una importante panadería de la zona centro de la ciudad, se estarían viviendo fenómenos de características sobrenaturales.
El pasado lunes, a las cinco de la mañana, un empleado de la panadería llamado Mario se dirigió a la parte de atrás del local para buscar elementos para iniciar su trabajo diario. Fue en ese momento cuando todavía no había salido el sol, por lo cual la oscuridad reinaba, que Mario miró hacia la tapia que divide el local comercial de una vivienda cuando observó sobre la misma «un ser petisito», según sus propias palabras. Al ver a esta extraña criatura, el trabajador no pudo hacer nada, se quedó paralizado hasta que dejó caer estrepitosamente las cosas que llevaba en sus manos y corrió hacia el interior del local comercial, sin volver la vista hacia atrás. Por su parte, Mario asegura que lo que vio fue algo sobrenatural, «Era una especie de duende, algo muy raro». El joven asegura estar tan asustado que no volvió a ir a esa zona de la panadería en los últimos días, aunque tampoco volvió a ver o escuchar al «petisito».
Sin embargo, el martes alrededor de las cuatro de la madrugada, otro de los trabajadores se encontraba horneando pan cuando comenzó a escuchar pasos en el entrepiso de la panadería, pero en ese momento se estaba solo en el local, ya que todavía no había llegado ninguno de sus compañeros. El trabajador, quien prefirió guardar su identidad, dijo que los ruidos que escuchó fueron pasos que de a poco iban haciéndose cada vez más fuertes. Por otro lado, los vecinos de la zona no dejan de hablar del tema y se comenta que en algunas ocasiones estos seres de pequeño tamaño arrojan las bandejas y otros elementos para asustar o por simple diversión.
En los últimos días, esta extraña historia es el comentario de todos los añatuyenses, algunos creen en la veracidad de los hechos y otros totalmente incrédulos de estas situaciones paranormales. Sin embargo, todos comentan los hechos de la panadería.
En Massachusetts, Estados unidos, se encuentra el pantano de Hockomock, un lugar sobre el cual rondan numerosas historias paranormales, como el avistamiento de animales misteriosos, espectros, luces fantasmagóricas y encuentros con los denominados Bigfoot.
El llamado Triángulo de Bridgewater abarca varias ciudades de los alrededores de Massachusetts y ha sido el escenario de misteriosos sucesos sobrenaturales durante siglos. Es un área de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados situados en la parte sureste del estado. En el centro de esta área se encuentra el Pantano Hockomock, un lugar realmente escalofriante. Los nativos americanos ya apreciaron su carácter extraordinario cuando lo bautizaron así. Su nombre significa «lugar donde habitan los espíritus».
Las Historias del Pantano Embrujado
Muchas son las referencias que a lo largo de la historia se tienen de avistamientos de animales desconocidos en la zona. Grandes aves, a las que los nativos denominan Thunderbirds, han sido presenciadas por muchas personas, entre ellas agentes de policía de la localidad.
Parecen resultar aves prehistóricas con una envergadura considerable. También se han visto grandes serpientes en el pantano. En la década de 1930 muchos trabajadores de la zona informaron que habían visto enormes serpientes enrolladas sobre la carretera como si fueran tubos de una estufa antigua. Panteras negras, tortugas gigantes y perros fantasmas tan grandes como un caballo son otras de las especies que se han podido avistar.
Luces fantasmas también están recogidas como fenómenos paranormales que se han podido ver en Hockomock. Parecen ser bolas de luz que sobrevuelan el pantano cambiando de color, forma, tamaño e intensidad. A menudo han aparecido como respuestas a la acción de algún ser humano que se ha atrevido a adentrarse por aquí.
A finales de 1960, cinco testigos vieron una bola de luz flotando entre algunos árboles, en las cercanías de Rehoboth. Tras gritar a la luz, ésta de repente creció de diámetro y corrió hacia ellos. La ciudad de Raynham también ha tenido avistamientos de este tipo, cuentan sobre todo que durante todos los meses de enero, sobre las vías de ferrocarril cerca del pueblo.
Criaturas denominadas Bigfoot también han sido vistas en el pantano de Hockomock. En 1970 varias personas vieron un animal peludo de casi 3 metros de altura, que escapó corriendo sobre cuatro patas. En un principio se pensó que era un oso, pero hace miles de años que los osos se extinguieron de esta región. Más tarde, ese mismo año, dos policías sintieron como algo extraño arrancaba la parte trasera de su coche patrulla. Los policías huyeron rápidamente, pero antes pudieron avistar por el espejo retrovisor la gigantesca figura de una criatura misteriosa. También dijeron que parecía un oso, pero posteriores partidas de caza jamás lograron dar con él.
Un vecino de las inmediaciones aseguraba haber visto al monstruo de Hockomock en invierno de 1978. El hombre describió a la criatura como un animal de unos 3 metros de alto, cubierto con un pelaje marrón oscuro. Casi por las mismas fechas, hay otro avistamiento, esta vez de una mujer que vio en su jardín, una noche, una tremenda figura casi de la misma altura, con el pelo oscuro. Dice que sólo le robó algunas calabazas…
Un avistamiento más se produjo en una noche fría de 1980. Un hombre de Bridgewater estaba en su canoa pescando cuando comenzó a percibir la sensación de que estaba siendo vigilado. Al acercarse más a la orilla, pudo oír el ruido de la maleza y unas grandes y pausadas pisadas sobre la hierba. En una entrevista que concedió al Boston Herald relataba que «sabía que algo grande me estaba siguiendo… sabía que no era humano porque, cuando pasó cerca de mí, pude olerlo, y olía como una mofeta, muy sucio». El pescador nunca llegó a ver ni sentir nada más.
Todas estas observaciones paranormales plantean más preguntas que respuestas. Parece que algo misterioso y sobrenatural ha elegido el pantano de Hockomock como su verdadero hogar. Y lo más probable es que, pronto, muy pronto, volvamos a tener interesantes noticias de él…