Una nueva desaparición misteriosa en el triángulo de Los Roques

El aclamado diseñador de moda Vittorio Missoni y otras cinco personas desaparecieron a bordo de una aeronave bimotor BN-2 cuando sobrevolaba la cadena de Los Roques en las proximidades de Venezuela el pasado 4 de enero. El vuelo, con destino a Caracas había volado sólo unos 11 kilómetros cuando se desvaneció en el aire.

Después de una búsqueda exhaustiva que duró varios días no se pudieron encontrar ni escombros ni desechos de la aeronave.

El misterio se profundizó cuando el único elemento encontrado que no pertenecía a ninguno de los pasajeros del vuelo de Missoni, sino a un turista italiano que habría volado con un destino diferente al del avión desaparecido.

La revista Vogue, por su parte, comunicó hace un par de semanas que dos sacos de Missoni se habían encontraron en la isla de Bonaire, en las Antillas Holandesas.

Durante los últimos 10 años, inexplicables desapariciones de barcos y aviones se han reportado en la misma ubicación geográfica, conformada por una cadena de 350 islas, entre Caracas y Los Roques. Los cayos e islotes cubren un área de aproximadamente 40 kilómetros.

Esta zona, denominada «la maldición de Los Roques«, no está lejos del célebre «Triángulo de las Bermudas» – El famoso triángulo de la muerte localizado entre las Bermudas, Florida y Puerto Rico en donde cientos de barcos y aviones llevan desaparecidos varias décadas.

Extraños avistamientos OVNI en Ituzaingó

Vecinos de Ituzaingó denuncian la presencia de ovnis en el barrio, que reaparecieron el pasado viernes y deambularon por los cielos del conurbano bonaerense durante varios minutos. Varios testigos La gente de Ituzaingó dijoafirmaron haber visto objetos voladores no identificados que sobrevolaron los cielos por varios minutos llamando silenciosamente la atención con sus luces.

Alrededor de las 22.15 apareció en medio del cielo una potente luz que se dispersó y formó un objeto triangular de color oscuro.

«El ovni apareció sobre lo que es la vertical del INTA Ituzaingó y se dirigió con rumbo suroeste, cómo yendo hacia el Dique Cascallares», explicó uno de los testigos del extraño fenómeno ocurrido en el partido bonaerense.

«La noche del viernes pasado, luego de cenar Nicala junto a su esposa decidieron quedarse de vigilia, mirando las pocas estrellas que la nubosidad reinante permitía divisar. Una hora después de estar observando el cielo, sobre el horizonte del noreste comenzó a divisarse una luz, que en primer momento era compacta. Fue entonces cuando el investigador de fenómenos ovni tomó la cámara con lente infrarrojo, ya que por la gran altura a la que se encontraba el objeto era imposible distinguir las balizas. Al emplear la cámara descubrió que se trataba de un ovni de forma triangular y color oscuro»

Según los vecinos de la zona, no es la primera vez que esto ocurre, ya que es normal divisar objetos extraños en las noches del oeste.

El misterio de las Caras de Bélmez

Todo cambió de un día para el otro en Bélmez de Moraleda, una noche de 1971. Se trata de un pueblo ubicado en Jaén, cuyo mayor atractivo hasta ese momento había sido su castillo medieval.

Pero el destino y la historia parecieron jugar a la ruleta francesa y decidir que el alma del pueblo dejara de pasar por esa edificación fastuosa y se posara silenciosamente sobre el frío piso de mosaicos de la vivienda de María Gómez Cámara, donde misteriosamente se dibujó un rostro humano que llenó de temor a los habitantes de la casa.

Ese primer rostro fue destruido para alejar los malos presagios del hogar. Pero no tardó en aparecer otro, y después otro. La congoja por el fenómeno paranormal ya se había apoderado de todo el pueblo, y pronto comenzó a llegar desde diversos puntos de la geografía europea el peregrinar de curiosos y asombrados, con el solo fin de intentar interpretar qué significaban estos rostros.

Búsqueda profunda

Una de las presencias más activas fue la del parapsicólogo Germán de Argumosa, quien durante varios años condujo estudios en el lugar, llegando a la presunción de que ese hogar misterioso y parte del pueblo habían sido edificados sobre lo que fuera un cementerio moro de la edad media. De hecho, una excavación realizada bajo el piso de la cocina dio con restos de huesos humanos, a tres metros de profundidad.

Acompañado de un equipo de científicos, la investigación asegura haber logrado registrar una serie de psicofonías escalofriantes. «Es que yo sigo enterrada», fue una de las voces que lograron ser registradas en la profundidad mediante el uso de magnetofones. Y también otra dirigida concretamente al parapsicólogo que intentaba documentar el fenómeno «Germán: pica patio, levanta cemento».

Sin dudas el fenómeno despertó seria polémica en el pueblo, y la curia no tardó en quitarle crédito a las versiones, denunciando lo que consideraban un verdadero fraude. A la Iglesia también se sumaron científicos y periodistas que en diversos momentos de la historia investigaron el caso.

En el año 2004 falleció María Gomez la dueña de la vivienda, pese a lo cual, y desde entonces, continuaron surgiendo nuevas imágenes. En la actualidad el lugar sigue siendo visitado por curiosos, que con suerte logran que el hijo de la mujer los conduzca de visita por el escenario de las apariciones. La polémica seguirá para siempre. Y el misterio también.