Criaturas Paranormales: El Sisimite de Honduras

Al igual que sus parientes de las nieves, el yeti del Tíbet y el bigfoot de EEUU y Canadá, el sisimite es otra de esas criaturas que aparecen de la nada y desaparecen del mismo modo.

Es una misteriosa criatura conocida con éste nombre en Honduras. Según el investigador hondureño Jesús Aguilar Paz, el sisimite o itacayo deambula por las altas montañas y habita en inaccesibles cavernas, alimentándose de frutas silvestres, de la misma manera que sus parientes cercanos de México y Argentina, el peludo y el ucumar respectivamente.

Estos monstruos secuestraban a mujeres, y se las llevaban a sus cuevas. Se dice que de esta unión nacieron hombres-simio. Aún se comenta en los pueblos de las montañas la historia de una mujer que logró huir del escondite donde vivía con un sisimite.

Según cuentan, la criatura la persiguió cargando con los tres hijos que habían tenido en común y enseñándoselos a la madre. Ésta logró cruzar un río mientras la bestia, desde la otra orilla, le mostraba a los pequeños para lograr atraerla. Al parecer, los intentos del sisimite no surtieron efecto, de tal modo que, enfurecido, arrojó a los niños al agua y perecieron ahogados.

El fraile italiano Federico Lunardi, uno de los más importantes estudiosos de la cultura hondureña, asociaba esta criatura al dios Chac de los mayas, “el que sostiene el cielo, el dios del agua”.

Según Lunardi, la creencia popular sostiene que en el interior de una de estas cuevas, en una pared, están grabadas “la mano con sus dedos” y varias huellas que habían dejado los sisimites que acudían a media noche a la caverna para afilar sus uñas en la roca.

Una niña con visión de rayos X

Una niña rusa que en la actualidad tiene 29 años, causó un gran impacto en su país natal después de que afirmara tener una aterradora habilidad: tenía una visión similar a la de los rayos X. A los diez años Demkina comenzó a manifestar algunos problemas en su visión, pero no eran inconvenientes comunes y corrientes. A simple vista era capaz de distinguir partes internas y elementos extraños en el cuerpo humano. “Yo estaba en casa con mi madre y de repente tuve una visión. Pude ver el interior de su cuerpo y empecé a hablarle de los órganos que podía ver. Ahora, tengo que pasar de mi visión regular a lo que yo llamo la visión médica. Por una fracción de segundo, veo una imagen de colores dentro de la persona y luego me pongo a analizarlo”, relató la joven en una entrevista concedida al diario inglés The Guardian.

Después que describiera los órganos internos de su madre obtenidos por su extraña visión, la habilidad de Demkina comenzó a comentarse por toda la población local, lo que le sirvió como sustento económico para atender algunas consultas médicas. Su historia fue recogida por un periódico local en la primavera del 2003 y una cadena de televisión en noviembre del mismo año. Poco después, el periódico sensacionalista inglés “The Sun” la invitó a dar unas charlas con demostración en Londres. En mayo del 2004 Natalya Demkina (también conocida como Natasha Demkina) viajó a Nueva York invitada por el canal Discovery Channel, para la publicación del documental “The Girl with X-Ray Eyes” (“La chica con los ojos de rayos X”), donde tuvo que sortear varias pruebas para demostrar su supuesta habilidad. Demkina, en esa oportunidad, identificó con éxito todas las fracturas y patillas de metal de una mujer que había sufrido un accidente automovilístico.

A contar del año 2006 Demkina comenzó a trabajar para su propio centro de diagnósticos especiales (“Center of Special Diagnostics of the Natalya Demkina, TSSD”), cuyo objetivo es la investigación y tratamiento de enfermedades junto a los curanderos y expertos en medicina tradicional.

Avistan supuestos humanoides en el sur de Chile

Extraños seres que medirían entre dos metros y medio y tres metros de altura han sido supuestamente vistos por lugareños en los últimos años.

El programa de YouTube “Lo que habita en las sombras”, publicó hace pocos días en la red un extraño caso de tintes paranormales que habría involucrado, el pasado 19 de diciembre, a dos hermanos en el sur de nuestro país. Según informó, un joven estudiante de 24 años identificado como Miguel, quien estudia en una universidad de Concepción, regresó a su hogar ubicado en un sector rural de la región de la Araucanía para pasar las fiestas de fin de año junto a su familia.

Miguel, a poco de llegar, junto a su hermano Patricio, de 14 años, decidieron en una tarde especialmente calurosa pasear en bicicleta por los bosques aledaños. Cuando llevaban ya una hora de viaje, escondieron sus bicicletas en un arbusto para adentrarse en medio del bosque en busca de una de las tantas vertientes que hay en el lugar para refrescarse. Luego de localizar la fuente de agua y descansar durante un par de horas en el bucólico lugar, Miguel propuso regresar en vista de que comenzaba a oscurecer. Sin embargo, cuando volvieron sus pasos por el mismo sendero por el que habían llegado, los dos hermanos sintieron a sus espaldas un extraño sonido, como de dos piedras chocando. Cuando se volvieron quedaron pasmados con lo que vieron. Frente a ellos estaban dos supuestos seres humanoides que los miraban fijamente. Según la descripción que hicieron posteriormente, estos seres medían unos tres metros de altura, tenían unos brazos largos y una expresión terrorífica en sus rostros, donde destacaban el tamaño desproporcionado de sus bocas. Sus cuerpos, además de estar cubiertos de una especie de overol verde muy ceñido, desprendían una especie de aura de calor muy intensa, similar a la sensación que se tiene al estar cerca de un horno o de una fogata.

Miguel relató que la fuerte impresión lo hizo trastabillar, cayendo de espaldas al suelo, mientras su hermano menor comenzaba a sollozar paralizado del miedo. Haciendo un gran esfuerzo, y luego que Miguel tomara a su hermano del brazo, ambos salieron corriendo despavoridos, mientras sentían que los dos extraños seres venían tras ellos. Sin embargo, el episodio no concluyó allí. Luego que llegaran a su casa y le relataran lo sucedido a su madre, se sintió de nuevo el mismo ruido anterior. Cuando Miguel se asomó por la ventana, vio a las dos figuras que observaban atentamente la casa. Los seres, finalmente, se quedaron inspeccionando el lugar un buen rato antes de desaparecer entre el bosque.

Este insólito reporte hizo recordar de inmediato un episodio bastante similar que se registró el 27 de febrero del 2010 (el mismo día en que ocurrió el devastador terremoto que asoló al centro y sur de Chile), en la playa de Cobquecura, en la Octava Región del país. Según relató a la prensa una dueña de casa identificada como Carmen Carmona, “a eso de las 6:45 de la mañana estaba abriendo el portón de mi casa de veraneo cuando se me ocurrió mirar hacia el océano. En ese momento aparecieron tres seres que entraban al mar. Llamé a mi marido y a mi hermana y les pregunté si estaban viendo lo mismo que yo y dijeron que sí. Nos pareció extraño que a esa hora hubiera alguien en la playa, pues toda la ciudad había subido a los cerros porque las autoridades habían dado órdenes expresas de abandonar todas las viviendas en la costa por el peligro de un tsunami. Cuando los vimos con más atención nos percatamos que eran muy altos, medían unos dos metros y medio de altura, lucían delgados y eran de un color azul oscuro brillantes. Sentimos mucho miedo, pero por suerte en ese preciso instante llegó mi sobrino y nos llevó a una zona alta de la ciudad. Lo extraño es que un mes antes de este incidente, una noche vimos una luz potente entre los cerros que iluminó casi completamente nuestra cabaña”.