Nunca pude escribir desde el campo akáshico, mucho más allá de mitad de nuestro siglo XXI, lo que interpreté como una imposibilidad de ir más allá de lo akáshico referido a mis vidas pasadas y entrevidas, incluyendo la próxima, que no pasaría del 2080. Supongo que sería mi fin de negociador y, debería reencarnar o no.
Pero en estos últimos días he vuelto a tener flashes premonitorios de cosas que evidentemente están ya escritas en la memoria universal de muchos más y a las que me asombra haber vislumbrado, siendo que están más alejadas en el futuro.
El mundo ingresará en la unión planetaria, conseguirá muchos adelantos técnicos, pero deberá rápidamente acomodarse a un nuevo orden.
Cambios en lo social, con influencia extraterrestre será lo usual.
Los derechos civiles estarán al servicio de toda la humanidad, habrá una estricta regulación de nacimientos. Se empezará con las poblaciones más pobres, orientando esto para ir eliminando todos los factores no deseados para una rápida evolución en las sociedades. La criminalidad será evitada y cada vez más castigada. Para finales del siglo XXIII, nadie podrá delinquir.
Los terráqueos serán muy cuidados desde mucho antes de nacer, se evitarán así genomas, no solo defectuosos, sino también las recombinaciones menos felices. Una sociedad que rápidamente avance a deseadas condiciones, no puede tener millones de seres en el estado actual del mundo de principios de este siglo. Hay hoy gobiernos y muchísimas naciones que repiten errores garrafales del pasado, donde el retroceso social, a veces está encubierto y en otros la degradación está patente. Continuar leyendo «Predicciones para los siglos XXII y XXIII»