Las “Tepas” del Tepozteco

Hace algún tiempo decidí emprender junto con algunos compañeros del colegio una expedición al estado de Hidalgo, México, donde se encuentra un pequeño pueblo llamado Tepoztlán, un lugar famoso por estar lleno de historias acerca de sucesos paranormales. Lo primero que llamo nuestra atención fue el hecho de que ningún camión de ruta llegara directamente al pueblo, la única forma de acercarse era ir en auto particular o tomar un pequeño vehículo colectivo que salía unos kilómetros atrás.

Al llegar al pueblo comenzamos a hacer preguntas a los lugareños, y se nos hizo increíble la cantidad y variedad de leyendas que se cuentan en el lugar, pero hubo una en especial que llamo nuestra atención por ser la más conocida entre la gente. Los relatos hablaban acerca de esferas de fuego que se podían observar todas las noches dando vueltas alrededor del cerro Tepozteco localizado a menos de un kilometro del centro de Tepoztlán.

El conductor del taxi que no llevo hasta el pie del Tepozteco, lugar donde íbamos a pasar la noche en casas de campaña, nos conto que esas bolas de fuego eran una clase de brujas conocidas como “tepas”, que en el día tomaban forma de animales y caminaban entre la gente marcando a quienes serian sus futuras presas mediante un piquete, una mordida o un rasguño, y durante la noche regresaban a su forma humana, se quitaban las piernas y las colocaban en cruz frente a la chimenea para poder volar por el pueblo y llevarse a sus víctimas. También agregó que sus víctimas preferidas eran los recién nacidos, a los cuales podían observar a través de los espejos y que debido a esto todos en el pueblo tenían la costumbre de tapar con sabanas todos los espejos de sus casas para así evitar que las tepas notaran la presencia de los niños. Continuar leyendo «Las “Tepas” del Tepozteco»

Sucesos sobrenaturales en una panadería argentina

La localidad Añatuya, cabecera del departamento Gral. Taboada, ha estado envuelta en una historia tenebrosa.

Hace días comenzó a circular el rumor de que en una importante panadería de la zona centro de la ciudad, se estarían viviendo fenómenos de características sobrenaturales.

El pasado lunes, a las cinco de la mañana, un empleado de la panadería llamado Mario se dirigió a la parte de atrás del local para buscar elementos para iniciar su trabajo diario. Fue en ese momento cuando todavía no había salido el sol, por lo cual la oscuridad reinaba, que Mario miró hacia la tapia que divide el local comercial de una vivienda cuando observó sobre la misma «un ser petisito», según sus propias palabras. Al ver a esta extraña criatura, el trabajador no pudo hacer nada, se quedó paralizado hasta que dejó caer estrepitosamente las cosas que llevaba en sus manos y corrió hacia el interior del local comercial, sin volver la vista hacia atrás. Por su parte, Mario asegura que lo que vio fue algo sobrenatural, «Era una especie de duende, algo muy raro». El joven asegura estar tan asustado que no volvió a ir a esa zona de la panadería en los últimos días, aunque tampoco volvió a ver o escuchar al «petisito».

Sin embargo, el martes alrededor de las cuatro de la madrugada, otro de los trabajadores se encontraba horneando pan cuando comenzó a escuchar pasos en el entrepiso de la panadería, pero en ese momento se estaba solo en el local, ya que todavía no había llegado ninguno de sus compañeros. El trabajador, quien prefirió guardar su identidad, dijo que los ruidos que escuchó fueron pasos que de a poco iban haciéndose cada vez más fuertes. Por otro lado, los vecinos de la zona no dejan de hablar del tema y se comenta que en algunas ocasiones estos seres de pequeño tamaño arrojan las bandejas y otros elementos para asustar o por simple diversión.

En los últimos días, esta extraña historia es el comentario de todos los añatuyenses, algunos creen en la veracidad de los hechos y otros totalmente incrédulos de estas situaciones paranormales. Sin embargo, todos comentan los hechos de la panadería.

Leshii, el demonio del bosque

Los bosques del este de Europa constituyen el dominio del leshii, poderoso ente sobrenatural al que corresponde cuidar de los animales y las plantas que habitan en ellos. Con semejante función, no es de extrañar que trate a los humanos de forma extremadamente maliciosa y hostil.

El leshii posee la capacidad de cambiar de aspecto a voluntad. Su tamaño varía entre el de una hierba y el de un árbol. Puede adoptar la apariencia de cualquier animal, y también la de un ser humano, incluso la de uno conocido por la persona a quien se aparece, aunque en estos casos siempre hay algún detalle que lo delata, como, por ejemplo, llevar el abrigo abotonado al revés, tener los ojos blancos o carecer de cejas.

Pero el leshii puede presentarse también bajo su propia forma. A este respecto, existen dos descripciones típicas. Una lo presenta con aspecto de fauno o demonio, es decir: patas de macho cabrío, dos cuernos brotando de su frente, pelo cubriéndole casi todo el cuerpo… La otra lo retrata con una apariencia más vegetal, con la piel rugosa como la corteza de un árbol y el pelo (al igual que el de las rusalkas) verde como la hierba.

De todas maneras, lo más habitual es que les juegue malas pasadas a sus víctimas sin dejarse ver. Todo el que se adentra en el bosque debe permanecer alerta, ya que el leshii probablemente intentará conducirlo hacia un precipicio o un pantano, borrando caminos, cambiando señales de su sitio, haciéndose pasar un amable lugareño o imitando todo tipo de sonidos, incluidos el llanto de un bebé o los lamentos de un agonizante. Puede lanzar asimismo terroríficas carcajadas. Todo sirve con tal de llevar al viajero hacia su perdición.

Cuando alguien se siente bajo el influjo del leshii, lo mejor que puede hacer consiste en caminar de espaldas o ponerse la ropa al revés. Solo así logrará regresar al camino.

A veces el leshii se limita a gastar bromas pesadas, como, por ejemplo, soplar polvo sobre los ojos del viandante, o quitarle el sombrero mediante el mismo método. Y es que el leshii está muy asociado al viento. Sus apariciones son frecuentemente precedidas por una fuerte ráfaga de aire, y se dice que danza en los torbellinos junto a su mujer. Continuar leyendo «Leshii, el demonio del bosque»