Leyendas Urbanas : Los Fantasmas del Subte

Varias historias circulan en torno a los subterráneos de la ciudad de Buenos Aires, que tienen como escenario principal las estaciones de la línea A, la primera de la red inaugurada en 1913, que actualmente une Plaza de Mayo con Primera Junta.

Una de ellas cuenta que un antiguo operario de la estación Sáenz Peña concurrió a los sanitarios en horas de servicio y encontró en ellos a un hombre degollado sobre un charco de sangre. De inmediato el atribulado empleado dio el alerta al personal de seguridad de la estación, quien acudió rápidamente a inspeccionar el lugar, encontrando el sitio en perfectas condiciones y sin ningún rastro de violencia.

El veredicto fue unánime: se trataba de una alucinación. Al día siguiente, volvió a repetirse la situación, aunque el protagonista fue esta vez otro empleado. Durante largo tiempo, muchos fueron los trabajadores que afirmaban haber visto al degollado en el baño de esa estación.

Otra historia de aparecidos tiene como escenario el tramo comprendido entre las estaciones Alberti y Pasco, aunque su figura central esta vez es una extraña mujer en traje de novia. Cuentan los dichos que se trata del fantasma de una joven a la que su prometido abandonó ante el altar, circunstancia por la cual la muchacha habría salido intempestivamente de la iglesia y se habría arrojado a las vías del tren.

Otra versión, más romántica aún, señala que la ceremonia del casamiento se realizó pero al tratarse de una unión concertada por los padres de los novios, la muchacha prefirió suicidarse al salir de la iglesia antes de contrariar su propia voluntad.

Fuente: Blog dedicado a lo paranormal

Fotografía del fantasma de Jim Morrison

Recientemente un grupo de investigadores ha afirmado que la polémica fotografía tomada por el historiador de rock Brett Meisner en la tumba Jim Morrison, en la que aparece el supuesto fantasma del líder de la banda The Doors, es realmente auténtica.

Jim Morrison murió hace más de cuatro décadas y la fotografía fue tomada por el historiador Brett Meisner en el año 1997. Durante mucho tiempo se creyó que la fotografía era un fraude, sin embargo ahora, y después de haber sido expuesta a numerosos estudios, algunos investigadores afirman que la fotografía es tan auténtica como inexplicable, ya que no se trata de un truco fotográfico.

Tinker Bell: Fotografía de un hada en el fondo del jardín.

Phyllis Bacon quedó sorprendida cuando al ver que en la fotografía que acababa de tomar de su jardín, aparecía claramente la imagen de un ser extraño revoloteando sus alas entre las ramas de un arbusto, al fondo del jardín de su casa en un poblado de Londres llamado New Addington.

A pesar de no haber encontrado ningún rastro de plata de lo que parece ser una hada igual que las que aparecen en los cuentos de niños, se conforma con exhibir la única prueba del mágico suceso ocurrido durante una tarde de verano de 2007.

Al principio, la señora Bacon se mostró reacia a mostrar la fotografía por temor a que la opinión pública la tildara de «loca» o de «fraude». Sin embargo, desde hace un tiempo, está dispuesta a buscar una explicación racional al fenómeno, motivo por el cual decidió finalmente hacer pública la imagen.

Las hadas de Cottingley (1917)

La fotografía desató una nueva polémica sobre la existencia de las Hadas y como es habitual, están quienes afirman que es posible que estos pequeños seres existan y aquellos que recuerdan el famoso caso de las hadas de Cottingley (1917). Una fotografía que Frances Griffiths le tomó a su prima; Elsie Wright de 16 años mientras jugaba en su jardín rodeada de pequeñas Hadas. La ilusión de las hadas de Cottingley, duró varias décadas hasta que por fin admitieron que se había tratado de un truco.