El gusano gigante del desierto de Gobi

Bajo las arenas del sur del desierto de Gobi en Mongolia, se esconde una de las creaturas más sensacionales del mundo… un gigantesco y gordo gusano de más de un metro de largo, de color rojo oscuro y con protuberancias en cada uno de sus extremos. Al menos eso es lo que describe el biólogo británico Karl Shuker en su libro “Una guía ilustrada de los misterios paranormales del mundo”.

No obstante el primer documento en describir a esta aterradora creatura, data de 1926, escrito por el paleontólogo Roy Chapman Andrews, que a pesar de no dar crédito a la existencia de este animal, se encargó de dejar constancia de las historias que sobre él circulaban por Mongolia.

Aunque pasa la mayor parte del tiempo escondido bajo las arenas del desierto, ha sido visto en más de una ocasión por los habitantes de la zona, los cuales evitan su encuentro a toda costa, pues según ellos, puede causar la muerte sea escupiendo un chorro de veneno capaz de corroer el metal, o bien a través de descargas eléctricas a distancia. De ahí que haya pasado a conocérsele cómo el gusano de la muerte, aunque paradójicamente los nativos se refieren a él como olgoi-khorkhoi, lo que viene a significar algo así como “enorme gusano intestinal”.

Tales afirmaciones sobre este fantástico animal, nos llevan a pensar que no se basan en evidencia sólida, sino en mitos e historias, que desde una perspectiva folklórica representan una muestra de cómo la leyenda de este gusano de la muerte, se ha propagado por la región a través de viajeros y comerciantes. De igual forma en que se han difundido historias sobre dragones, duendes, sirenas y otras creaturas fantásticas (presumiblemente inexistentes) no a través de experiencias directas, sino por tan sólo oír a otras personas hablar sobre ellas. Continuar leyendo «El gusano gigante del desierto de Gobi»

Hallan posibles evidencias de la existencia de los reyes bíblicos David y Salomón

Seis sellos oficiales de arcilla refutan la creencia de que los reyes David y Solomón son figuras mitológicas y revelan la época en la que gobernaron sobre los israelitas.

Seis sellos de arcilla encontrados durante una excavación en el sitio arqueológico de Khirbet Summeily, Israel, pueden demostrar que hubo un gobernante en la región durante los siglos IX y X antes de Cristo, informa ‘Daily Mail’.

Aunque las bulas no hagan referencia directamente a David o Salomón, sugieren la presencia de un gobierno y de actividad política durante sus supuestos reinados respectivos, señala el medio.

Jimmy Hardin, uno de los investigadores, explicó que las bulas de arcilla se utilizaban para sellar correspondencia oficial de la misma forma que los sellos de cera se emplearían en documentos oficiales en períodos posteriores.

El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto

Todos hemos visto este ojo en joyas, como amuletos e incluso como símbolo de muchas clínicas oftalmológicas, pero pocos saben que en el Antiguo Egipto se utilizó además… como medida de volumen.

El Ojo de Horus, o Udyat “el que está completo” proviene del mito de Horus, hijo de Osiris, el dios que asesinó Seth, su hermano. Para vengarle se enfrentó con Seth perdiendo Horus su ojo izquierdo. Fue entonces cuando Thot lo sustituyó por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Pero este era un ojo especial dotado de cualidades mágicas que hicieron devolver a la vida a Osiris.

Existen dos tipos de ojos, el derecho que representa el sol (blanco) y el izquierdo que representa la luna (negro). El ojo derecho es al que me referiré a partir de ahora. Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto siendo considerado el amuleto más poderoso. Protegía a los muertos, contrarrestaba los efectos del “mal de ojo”, ayudaba a la visión y protegía de las enfermedades -tan frecuentes- oculares. ¡Incluso en la actualidad se sigue utilizando con estos fines! Continuar leyendo «El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto»