El alfabeto de la lengua polinesia Olelo Hawaii, oficial (junto al inglés), solo tiene doce letras. Teniendo en cuenta que cinco de ellas son las vocales que conocemos, eso quiere decir que todas las palabras se crean combinando solo siete consonantes.
En sus inicios, este alfabeto tenía diecisiete letras (cinco vocales y doce consonantes), pero más adelante se decidió que algunas de esas letras eran redundantes, y se redujo a las doce letras actuales para facilitar el aprendizaje de su lectura y escritura y para acercarse al ideal de «un símbolo, un sonido». Las consonantes que cayeron con esta «criba» fueron la B, la R, la D, la T y la V.
Doce pueden parecer pocas, pero lo cierto es que no necesitan más. Esa limitación hace que las palabras que solo contienen H, K, L, M, N, P o W nos parezcan, a la vista, tremendamente hawaianas.
Aunque el alfabeto hawaiano fue creado por misioneros americanos a partir del alfabeto inglés, la pronunciación de las vocales se parece más a la del español que a la del inglés, si bien pueden sonar diferente cuando llevan algún signo de puntuación. Por ejemplo, la «okina» ( ʻ), que se parece a un apóstrofo y a veces es considerada como una consonante; o el «kahako» (ō), que es como un guión que se coloca encima de una vocal para alargar su pronunciación.
Hasta el siglo XIX, el Olelo Hawaii fue una lengua oral. En ese momento, los colonos inventaron la forma de ponerla por escrito para que los nativos pudieran leer la Biblia. Desgraciadamente, el uso y aprendizaje de esta lengua fueron prohibidos cuando Hawaii se unió a Estados Unidos de manera oficial en 1959 y, actualmente, aunque el gobierno estadounidense intenta resarcirse de sus decisiones del pasado fomentando la lengua, solo un 1% de sus 1.280.000 habitantes la habla.
Las ilustraciones que acompañan este artículo representan palabras hawaianas (sí, por más que mires solo encontrarás siete consonantes) acompañadas de su correspondiente traducción al español. Incluso hay un false friend, «mano», que en hawaiano significa «tiburón». Cada una de ellas ha sido ilustrada por un alumno del Curso de Un Año de Ilustración y Comunicación Visual del IED Madrid y por su profesor, Juan Díaz-Faes.