Nueve jóvenes montañistas rusos, dos mujeres y siete hombres, murieron en extrañas circunstancias en una expedición de esquí en los montes Urales durante los primeros días de febrero de 1959. El suceso, conocido como el incidente del paso de Diátlov, en honor al líder de la expedición, se convirtió con el tiempo en uno de los misterios más famosos e intrigantes del siglo XX. Lo último que se supo con certeza de los excursionistas fue que algo inesperado –y hasta ahora desconocido– hizo que a medianoche del 1 de febrero los jóvenes cortaran la carpa desde dentro y escaparan hacia un bosque a más de un kilómetro de distancia, sin la ropa adecuada, con temperaturas extremadamente bajas, menos de -25°C, y con fuertes vientos a la espalda.
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