Según la mitología asturiana, un poderoso personaje origina y gobierna las tormentas. Viste ropas raídas, un manto de pieles y un sombrero negro de ala ancha; luce una poblada barba y algunos dicen que, como Odín, es tuerto de un ojo. El Nuberu, que así es conocido, se desplaza por el aire montado en una nube. Habitualmente pastorea otras nubes y les hace descargar su contenido a voluntad, sin importarle las consecuencias que esto tenga sobre las tierras de los campesinos, las cuales suelen quedar en un estado lamentable, ya que pocas cosas gustan más al Nuberu que provocar una buena granizada. (…) Leer más
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