Pescan una singular langosta de color azul

Una peculiar langosta color azul fue pescada en la costa de Maine en el fin de semana – una captura valorada de $1 a 2 millones.

Meghan LaPlante de 14 años y su padre, Jay, operador de la compañía Miss Meghan Lobster Catch, encontraron la langosta azul en una de sus redes el domingo. Los estudiosos de langostas dicen que el color azul es causado por un defecto genético. Continuar leyendo «Pescan una singular langosta de color azul»

Detectan anomalías en la órbita de los dos satélites Galileo lanzados ayer

Se trata de los primeros satélites operativos del sistema Galileo, la apuesta europea para competir con el GPS estadounidense.


Foto: ESA / Arianespace

Los dos satélites del sistema de navegación europea Galileo lanzados el viernes con un cohete Soyuz presentan una anomalía en la órbita con implicaciones todavía por determinar para su misión, anunció la Agencia Espacial Europea (ESA).

Se trata de los dos primeros satélites operativos del sistema de navegación Galileo, la apuesta europea para competir con el GPS estadounidense y el Glonass ruso que inicia su fase de despliegue final tras haber colocado en órbita cuatro dispositivos de prueba. Continuar leyendo «Detectan anomalías en la órbita de los dos satélites Galileo lanzados ayer»

El enigma de los árboles parlantes

Los árboles, pueden avisarse entre ellos de un peligro inminente, pero la forma en que lo hacen representa un verdadero misterio para la ciencia.

El químico y zoólogo estadounidense Davey Rhoades infectó un grupo de sauces con orugas tóxicas. El experimento consistía en ver como los árboles se las ingeniaban «biológicamente» para protejerse de ésta plaga, extremadamente tóxica para su normal existencia. Y así fue como éstos árboles, cambiaron la composición química de sus hojas – elevando el nivel de ácido clorogénico – de modo que a las orugas les resultara tóxico y murieran. El experimento habría dado hasta aquí los conocimientos necesarios sobre éste tipo de árboles.

Lo raro ocurrió después, cuando Rhoades comprobó que un grupo de sauces cercanos, que no había sido infectado por las indeseables orugas, también elevó su nivel de ácido clorogénico en las hojas, en respuesta a un posible e inminente ataque. Pese a que aún no se sabe si la comunicación fue activa (disparada por el ataque de las orugas) o pasiva (percibida de algún modo por los sauces no infectados), los expertos aseguran que hubo algún tipo de comunicación entre los sauces del bosque. Un lenguaje silencioso para el oído humano.