Todos sabemos que el Mamut es un animal extiguido hace más de 4.000 años. Lo curioso es que creen haber filmado uno atravesando un río de aguas con temperaturas bajo cero en Siberia. Las imágenes fueron obtenidas por un ingeniero que se encontraba vacacionando en la región de Chukotka Okrug.
Un elefante normal no podría soportar las bajas temperaturas del lugar. Siberia es un territorio enorme y gran parte de ella todavía no ha sido explorada por el hombre.
Los mamuts lanudos vagaban por la Tierra hace 10.000 años durante la última Edad de Hielo. Y la ciencia cree que una pequeña cantidad de ellos subsistió hasta hace unos 3.500 años en las costas de Siberia.
El video ha desatado la polémica sobre la naturaleza del animal: Algunos espectadores sostienen que es un engaño, otros que sería un elefante perdido en el desierto siberiano. La tercera teoría es que se trata de un oso comiendo un pez enorme.
John Edward Mack fue un psiquiatra norteamericano de la Harvard Medical School, considerado de los más eminentes de su país y quizás del mundo. Premio Pulitzer en 1977 por su estudio biográfico del oficial británico TE Lawrence.
El doctor Mack no creía inicialmente en ovnis ni en nada parecido, pero cuando uno de sus pacientes empezó a relatarle sus experiencias, descubrió analogías con otros pacientes y empezó a establecer patrones que cada vez adquirían más consistencia, con lo cual, terminó convencido de que las abducciones eran reales.
En 1994, publicó su libro “Secuestro: Encuentros Humanos con Alienígenas”, que levantó ampollas entre sus colegas académicos.
Recibió duras críticas y su prestigio como psiquiatra fue puesto en duda por los más “oficialistas”. Ese mismo año, el Decano de la Escuela Médica de Harvard, Daniel C. Tosteson, nombró un comité para investigar a John Mack, por considerar “dudoso” el conjunto de sus especulaciones.
Las Abducciones estuvieron a punto de hacerle perder su cátedra al doctor, pero finalmente el comité pronunció que; “El Dr. Mack sigue siendo miembro de pleno derecho de la Facultad de Medicina de Harvard.” Ya que no hallaron indicios de que hubiese actuado bajo ninguna línea de trabajo perjudicial o poco ética hacia la disciplina psiquiátrica, por chocantes y polémicas que resultaran sus afirmaciones sobre la visita de estos seres no-humanos. John Mack defendía la idea de que detrás de las Abducciones se hallaba un fenómeno mucho más profundo, donde el ser humano tomaba contacto con realidades paralelas y entes de otros planos que transformaban por completo la vida del testigo y la embarcaban hacia un estado de profunda comunión con el universo.
Su visión era que las abducciones no eran perjudiciales, sino que despertaban la consciencia hacia una vida mucho más espiritual. El 27 de Septiembre de 2004, el doctor Mack se disponía a dar una conferencia, pero mientras cruzaba la calzada por una calle en Londres, un conductor ebrio, le arrolló, causándole la muerte al poco rato.
Entre sus conclusiones, resaltamos las siguientes frases; “Lo que resulta interesante, es que los mismos secuestrados son, con frecuencia, poco preparados científicamente y en gran parte desconocedores de escritos y teorías que luego revelan bajo hipnosis: sólo entonces muestran una concepción que habla de la penetración en su conciencia de otras dimensiones, más allá de nuestra conocida realidad limitada por el espacio y por el tiempo. Continuar leyendo «Cuando la psiquiatría reconoció las abducciones de seres extraterrestres»
En abril del año 1977, las redes del barco de pesca japonés Zuiyo Maru hicieron una extraña captura frente a la costa de Nueva Zelanda: Se trataba de un animal marino desconocido, de unos quince metros de largo, que a todos les pareció como un monstruo extraído de los relatos fantásticos de Julio Verne en 20.000 leguas de viaje submarino.
La tripulación sacó aquel cuerpo del agua y tomó fotografías en color del «monstruo de las profundidades», pero el capitán del barco, temiendo contaminar la carga, ordenó que fuese arrojado por la borda.
El profesor Tokio Shikama, especializado en el estudio de animales antiguos, en la Universidad Nacional de Yokohama, estudió las fotografías y declaró que aquel cuerpo no correspondía a ningún mamífero o pez conocidos. En realidad, lo comparó con el de un plesiosaurio que había morado en el océano, pero se había extinguido hacia más de 100 millones de años.
Otros varios barcos de la zona buscaron los restos de la criatura arrojada al mar por los japoneses, pero sin éxito. Lo triste es que un solo ejemplar de plesiosaurio habría valido mucho más que todos los peces ordinarios capturados por el capitán.