Descubren gigantesco fósil de serpiente del tamaño de un tiranosaurio

Por Will Dunham

WASHINGTON (Reuters) – Fue la serpiente más titánica de todos los tiempos, un monstruo tan grande como un Tiranosaurio rex que acechaba en las húmedas selvas de América del Sur tras la desaparición de los dinosaurios y comía cocodrilos de desayuno, almuerzo y cena. Un equipo internacional de científicos anunció el miércoles el descubrimiento en el norte de Colombia de los restos fósiles de la serpiente más grande jamás encontrada. Se llama ‘Titanoboa cerrejonensis’, que significa boa titánica de Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto donde se hallaron los fósiles.

La Titanoboa medía al menos 13 metros, pesaba 1.140 kilos y su enorme cuerpo tenía al menos un metro de ancho, dijeron los científicos en la publicación Nature. Vivió hace entre 58 y 60 millones de años, cuando el reino animal que habitaba la Tierra todavía se recuperaba de la extinción masiva que condenó a los dinosaurios y a otras muchas criaturas hace 65 millones de años cuando un asteroide chocó contra la costa mexicana de Yucatán. Podría haber sido la criatura vertebrada no oceánica más grande entonces sobre la Tierra. «Es una serpiente inimaginablemente grande», dijo el paleontólogo Jason Head, de la Universidad de Toronto Mississauga, en una entrevista telefónica.

El paleontólogo Jonathan Bloch, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida, dijo: «Cuando la gente piensa en el Tiranosaurio Rex y lo grande que era, pues esto realmente está en la magnitud del Tiranosaurio Rex en términos de longitud y en términos de calibre gigantesco». La Titanoboa era el habitante más grande de la calurosa y exuberante selva tropical y probablemente cazaba cocodrilos, peces grandes y tortugas acuáticas. La serpiente no era venenosa y probablemente su forma de vida se podía comparar con la de las anacondas actuales, que se envuelven alrededor de sus desafortunadas presas. «Se trata de un comedor de cocodrilos, que los capturaba y los comía en el agua. Eran malos tiempos para los cocodrilos», dijo Head.

Su ecosistema era similar a la selva amazónica de hoy día, pero más calurosa. Los investigadores estiman que una serpiente de su tamaño debería haber necesitado una temperatura media de entre 30 y 34 grados centígrados para sobrevivir. De entre las serpientes modernas, la Titanoboa es la más cercana a la boa constrictor, exceptuando que tenía el tamaño de un autobús. Los científicos han recuperado vértebras y costillas, pero no la calavera ni los dientes, de 28 individuos distintos. Piensan que la Titanoboa más grande podría haber medido 15 metros o más. Las serpientes aparecieron por primera vez hace 99 millones de años. Previamente, la mayor serpiente conocida era la Gigantophis, que vivió hace unos 39 millones de años en Egipto y medía al menos 10 metros. La mayor de las serpientes que viven hoy en día es la pitón reticulada, que mide unos nueve metros.

(Traducido por el Servicio Online en Madrid) Extraído de Yahoo Noticias

Perú: Las pirámides de adobe del norte peruano revelan más misterios

Las pirámides truncas de adobe del norte peruano siguen revelando sus misterios, gracias a la inauguración hoy del nuevo museo ubicado junto a la Huaca Rajada y dedicado a la rica cultura moche.

La Huaca Rajada (1000 km. al norte de Lima) es una de las muchas pirámides de adobe que se levantan en la zona desértica del norte de Perú, y ha demostrado ser una de las más fecundas en hallazgos arqueológicos desde que en 1987 se descubriera la tumba del Señor de Sipán, comparada por su estado y riqueza con la de Tutankamón.

Pero por razones políticas y de seguridad, el tesoro del Señor de Sipán fue trasladado a Lambayeque (a unos 40 kilómetros de distancia), y los poblados cercanos a la huaca vieron con envidia cómo el turismo pasaba de largo mientras los huaqueros, traficantes de antigüedades, parecían los únicos interesados en el lugar.

Sólo la constancia de arqueólogos como Walter Alva (descubridor del Señor de Sipán) y de Luis Chero, nombrado director del nuevo museo, hizo que continuaran las excavaciones y que fueran apareciendo nuevos restos que han permitido conocer mejor la riquísima cultura moche.

Los moches, un pueblo guerrero que Chero llama «vencedores del desierto», dominaron entre el siglo II a.C. y el VII d.C. la franja costera de lo que hoy es el norte peruano, y demostraron ser hábiles constructores de pirámides, geniales hidráulicos (hicieron 900 kilómetros de canales) y conocedores de la metalurgia.

Por razones desconocidas, ligadas en parte a la brusca sucesión de épocas de lluvias torrenciales y de sequías, los moches (también llamados mochicas) desaparecieron y fueron eclipsados por civilizaciones posteriores, principalmente por el brillo de los incas.

Como ya quedó de manifiesto con el tesoro del Señor de Sipán, el nuevo Museo de la Huaca Rajada inaugurado hoy muestra una cultura compleja, con varias clases sociales y con importantes conocimientos técnicos en cerámica, textil y metalurgia.

El museo ha sido financiado por el Fondo Italo-Peruano, con una fórmula de canje de la deuda que Perú tiene contraída con Italia, y su ejecución ha corrido a cargo de Cáritas Perú, que de paso ha traído agua corriente, desagües y capacitación artesanal a la población de la zona.

La joya del museo es la tumba del llamado Sacerdote Guerrero, el encontrado en la Tumba 14, un dignatario moche muerto a sus cuarenta años (promedio habitual en su época) y enterrado junto a su esposa, probablemente envenenada con una poción para acompañarlo en la eternidad, y una llama, además de multitud de jarras, máscaras y adornos diversos.

El esqueleto del sacerdote, junto a todos los objetos, se exhiben en una sala iluminada solo con una luz tenue en la que también se pueden contemplar los complejos atavíos con los que iba vestido este personaje de la élite moche.

Walter Alva consideró este jueves que la abundancia y complejidad de restos encontrados en la Huaca Rajada, «que pueden dar trabajo todavía a ocho generaciones de arqueólogos», la sitúan «entre los grandes descubrimientos arqueológicos del siglo XX».

El presidente Alan García, en sus palabras de inauguración, destacó que este museo pone de manifiesto «la continuidad (histórica) del Perú».

«Nuestra historia es más rica y compleja de lo que nos enseñan en las escuelas», afirmó el gobernante.

Como todas las huacas, la Rajada es una pirámide (en realidad dos partidas por una «raja») construida desde su base por millones de ladrillos de adobe. Las impetuosas lluvias caídas durante siglos en los inviernos han labrado lenguas y surcos en las laderas hasta hacerla parecer una colina roída por la erosión.

Misterios del Universo: Un planeta al rojo vivo

El cambio climático se da de forma natural y espectacular cada tres meses en un planeta exosolar: cuando orbita cerca de su estrella, y en tan sólo seis horas, se calienta 700 grados centígrados. Se trata de un planeta con un tamaño cuatro veces superior al de Júpiter que orbita alrededor de una estrella situada a 200 años luz de la Tierra. [Más información]