El circo que cambió leones por dinosaurios

Dinosaurios, réplicas de robots «transformers» y otros números han sido diseñados por el equipo circense para reemplazar a los leones.

Los leones quedaron a un lado. Bostezan en el fondo del lote cercado, en un rincón, enjaulados en las sombras, mientras Matías y su abuelo ríen como dos niños en la última fila del ruedo. Una palangana de manzanas acarameladas les pasa frente a las narices, pero ni las miran. Tres dinosaurios con piel de espuma y esqueleto de humano acalorado bailan un reguetón postapocalíptico en escena. Neones los iluminan. Hacen que ni ellos ni nadie parezca extrañar las estrellas extintas del Circo Americano.

Un cerrado aplauso en las gradas semivacías, se apagan las luces y ya está. Casi todo estuvo igual a los viejos espectáculos para el abuelo de Matías, a quien le brillan los ojos. Y el niño de cinco años aplaude acelerado en la silla. Ni sospecha que en otra época no muy lejana, hace apenas unos seis meses, una serie de rugidos y colmillos que han estremecido el alma de la humanidad desde sus inicios habrían sido el pináculo de la noche, en lugar de la safety-dance jurásica de hoy. Continuar leyendo «El circo que cambió leones por dinosaurios»

Mujer declarada muerta despierta gritando en la morgue

Parecía una noche de rutina, pero el silencio sepulcral de la funeraria se quebró con un extraño sonido. El empleado, con los pelos de punta, comenzó a buscar el origen del ruido, y fue acercándose a tientas a la sala de refrigeración donde se guardan los cadáveres. No cabían dudas: eran gritos y provenían de allí.

El hombre venció el terror y descubrió que quien gritaba desaforadamente era una anciana de 92 años que había sido dada por muerta.

El suceso ocurrió en marzo en Essen, Alemania, y ahora un médico enfrentará a la justicia por negligencia, informó la agencia Associated Press.

La fiscal Birgit Juergens dijo que el galeno de 53 años de edad, cuyo nombre no fue revelado de acuerdo con las regulaciones de privacidad, podría enfrentar desde una multa a una condena de prisión si es declarado culpable.

El médico declaró muerta a la anciana, que estaba gravemente enferma, después de que un empleado del asilo donde vivía la encontró sin pulso ni respiración.

Tras haber sido hallada con vida en la morgue, la mujer murió dos días después en un hospital a causa de una enfermedad cardiaca que no habría estado relacionada con el incidente, según Juergens.

El inusual caso recuerda uno similar ocurrido en Polonia el año pasado, cuando Janina Kolkiewicz, de 91 años, despertó en la morgue mientras sus familiares preparaban su funeral.