No se sabe si es un animal que sufrió una malformación en alguna etapa de su gestación o alguno que hasta el momento no es conocido. Lo cierto es que Roberto Gómez, un vecino del barrio El Porvenir de Puerto Madryn, Argentina, halló este extraño ser que causa asombró a toda esa comunidad chubutense.
Las especulaciones entre la gente que vio a este extraño bicho fueron varias. Algunos hablan de la contaminación y otros de la presencia de seres extraterrestres, todo por la ansiedad de poder encontrar una respuesta certera a tan extraña criatura, comenta el diario Jornada.
Tiene dos orejas muy similares a las de los corderos, cuatro patas y el pelaje parecido al de los gatos. Lo más llamativo es el enorme ojo en el centro de la cabeza, en muy buen estado de conservación a diferencia de otras partes del cuerpo. Hasta ahora la ciencia no ha dado respuestas.
Hemos leído en varias publicaciones que investigadores japoneses se encuentran trabajando para hacer la clonación del famoso “Mamut del Yukagir”, el cual es un animal prehistórico que vivió hasta hace algo más de 18 mil años en Siberia y que fuera una de las principales atracciones exóticas de la EXPO 2005 en Aichi, Japón.
«Prácticamente ya no quedan dificultades técnicas para clonar a ese animal», anunció el científico japonés Niochi Tsutsui durante una reunión con Alexandr Akímov, vicepresidente de la república rusa de Yakutia, donde los restos del mamífero prehistórico fueron hallados en el distrito de Yukagir, que le dio nombre.
«No obstante, vamos que sopesar cuidadosamente los «pros y los contras» antes de decidir la clonación del mamut, teniendo en cuenta las posibles consecuencias negativas que ello pueda acarrear para el mundo animal», subrayó el experto nipón.
Según informaba la agencia AFP, un grupo de científicos de Rusia y Japón anunciaron el hallazgo de células en los restos de un mamut aptas para clonar a este animal prehistórico. Piotr Lazarev, experto del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, informó que una expedición ruso-japonesa encontró los restos del mamut (dos piernas gigantescas) el pasado verano boreal en el río Muksunuokha, una zona de congelación perpetua en la república de Yacutia, en Siberia oriental. El material mantiene intacto el ADN del animal. Según los investigadores, las células se preservaron en perfecto estado por diez mil años por ser Siberia una zona de hielos perpetuos.
Muestras de los restos del animal fueron investigados en el Centro de Virología y Biotecnología de la ciudad de Novosibirsk. Allí se detectaron células aptas para realizar una clonación. «El material que llegó es único en muchos aspectos, no sólo porque contiene intacto el ADN del mamut, sino porque las células se han preservado en perfecto estado por diez mil años”.
Se estima que los mamuts surgieron en Africa hace seis millones de años. Tres millones de años atrás migraron hacia Europa y Asia. Llegaron a América del Norte hace quinientos mil años, cruzando por el estrecho de Bering, donde se supone que para esa época los continentes asiático y americano estaban unidos por un puente de hielo.
Este animal fue importante para los hombres primitivos, ya que era una fuente de comida y abrigo. Se han encontrado numerosos refugios construidos con sus huesos y esculturas realizadas en el marfil de sus colmillos. Diversos estudios suponen que el hombre fue causa importante en la desaparición del mamut.
Se han venido encontrando ejemplares en Siberia desde 1979. En esta región, el suelo se congela a veces hasta los cuatrocientos metros de profundidad, lo que conserva los cadáveres, tanto de animales actuales como de mamíferos extinguidos al final de la glaciación.
Dado que el estado de conservación de los restos que se encuentran en estas zonas, en los últimos años se han venido multiplicado los intentos de hallar restos de tejido del que se pueda extraer el ADN y así poder clonarlos. Ya en 1999, un equipo internacional de paleontólogos recuperó un mamut momificado que vivió hace veintitrés mil años. El plan, que no pudo concretarse, era implantar un óvulo con núcleo reemplazado por uno de mamut, en una hembra de elefante asiática, que llevaría adelante su desarrollo y nacimiento.
Hasta el descubrimiento en Yakutia —realizado por científicos del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, el Centro Científico Internacional de Moscú y el Centro Científico de la prefectura de Gifu, de Japón— no se había encontrado material genético en condiciones aptas para trabajar.
Será cuestión ahora de esperar el tan ansiado anuncio, de que pudo volverse a la vida una especie extinta. No cabe duda que esto marcará un antes y un después en la Biología y especialmente en la Ecología.
El Mapinguari es una versión brasilera del conocido Pie grande. A diferencia de éste, el Mapinguari viviría en la extensa selva del Amazonas. Este extraordinario ser ha sido descrito numerosas veces por lugareños e investigadores como un oso grande y nocturno, cubierto de pelo rojo que camina erecto como un hombre, con cara de faciones humanas y que emite un olor exageradamente desagradable.
Sus patas, tienen garras viradas hacia atrás. En ocaciones se lo ha visto seguido por una nube de moscas. Tiene un peso aproximado de unas 600 libras y una altura de más de 6 pies.
David Oren, un zoólogo brasileño del Museo de Historia Natural Emilio Goeldi de Belem. Oren, que oyo hablar por primera vez del Mapinguari en 1977, ha recogido hasta 100 testimonios de personas que aseguran haberlo visto o haber encontrado signos de su presencia (huellas ,heces y plantas semidevoradas por el críptido). Cada año se adentra en lo más profundo de la selva del estado brasileño de Acre, con la esperanza de encontrar esa prueba irrefutable que convenza a los científicos de que el mapinguari es algo más que una leyenda.
El investigador marplatense Luis Jorge Salinas nos ha enviado un correo para difundir su blog, en el que recopila numerosa información sobre éste increible críptido. También menciona su libro; Un escrito testimonial sobre el llamado criptido mapinguari, en el cual se exponen datos, detalles, e imágenes sobre el aspecto de estos animales, y las expediciones con el apoyo de uno de los biologos mas famosos de Brasil Richard Rasmussen.
Segun los testimonios y relatos de aquellos que han tenido la oportunidad de verlo, el Mapinguari guarda cierta relación con el megalonyx u oso perezoso terrestre, un animal que supuestamente se extinguió hace más de 13.000 años.