Alarma y pánico causa en la localidad china de Xinxiang la aparición de un misterioso animal con una especie de cresta y pelos solo en la cola. Muchas personas llegaron a preguntarse si era el resultado de un experimento científico fallido. Más aún tomando en cuenta que Xinxiang está cerca de un centro de investigaciones y experimentos con animales, y también hay una escuela de medicina.
En declaraciones captadas por Daily Mail, un residente del lugar señaló que “la piel de color rosa hace que se vea igual que un cerdo que salió mal en una especie de experimento genético”. La teoría que se maneja es que se trata de una especie resultante de un experimento genético y que escapó de alguno de los varios centros de investigación científica y laboratorios que existen en Xinxiang.
La policía, en tanto, postula que es un “perro crestado chino sin pelo”, una fina raza de can. Sin embargo, este animal no tiene todas las características de la especie a la que se le atribuye, por ejemplo, la forma de su tronco, piernas u hocico son distintas, al igual que su pelaje.
Los residentes del norte de Namibia, en la costa suroeste de África, han sido aterrorizados por una extraña criatura híbrida entre perro y cerdo. Los testimonios de los habitantes indican que el animal es mayormente de color blanco y que jamás habían visto algo similar en la zona. El extraño animal tiene cabeza de perro y su cuerpo con escaso pelaje, más parecido al de un cerdo. La bestia fue vista persiguiendo y atacando a los perros, cabras y otros animales domésticos de esta región árida no lejos del desierto de Kalahari.
Como sucede a menudo con los rumores de monstruos en zonas rurales de todo el mundo, algunos vecinos han tomado precauciones de seguridad adicionales, tales como viajar en grupos y llevar armas para defenderse de un posible ataque de la bestia. En el año 1995 y 1996 algunos puertorriqueños se armaron contra una bestia de similares características: «El chupacabras». El año pasado, los residentes de Malasia patrullaban las calles en busca del misterioso orangután Minyak.
En general, los lugareños aseguran que la bestia tiene orígenes mágicos, ya que es común que la gente de África subsahariana crea en la brujería y los hechizos.
Esta no es la primera vez que animales inusuales han sido vistos en las zonas rurales de Namibia; Varios otros monstruos se han reportado en los últimos años.
Cambios físicos observados en los sapos gigantes de caña, que han invadido parte de Australia en las últimas décadas, desafían la teoría evolutiva de Darwin, según un estudio difundido hoy por la emisora australiana ABC. Muchos de estos batracios (bufo marinus) han desarrollado patas más largas desde que fueron introducidos desde Venezuela y Centroamérica en el estado de Queensland durante la década de 1930 para controlar a la población de escarabajo de caña.
Esta característica, detectada en la avanzadilla de sapos que se han propagado hasta Kununurra (Australia Occidental) y Sídney, les permite recorrer con mayor velocidad distancias más largas que sus generaciones antecesoras. Según biólogos de la Universidad de Sídeny, el proceso difiere de la teoría de la selección natural de Charles Darwin ya que los cambios evolutivos no están vinculados a la supervivencia o la reproducción sino a la necesidad de dispersarse con mayor rapidez.
“Es un concepto radical. Es el primer mecanismo realmente nuevo en cambios evolutivos en 150 años”, dijo el director del equipo, Rick Shine a la radio australiana. Shine y su equipo desarrollaron un modelo matemático para explicar el proceso de “selección espacial”, que sería el resultado de la acumulación de genes “buenos” para el desplazamiento, indicó el biólogo.
El estudio revela que las nuevas generaciones de sapos de caña se reproducen con menor eficiencia que sus antepasados, sufren artritis en la columna y son más vulnerables a los depredadores porque su veneno es menos efectivo. “El proceso funciona incluso aunque no conlleve ventajas para la supervivencia o la reproducción”, indicó Shine que añadió que el proceso de “selección espacial” ocurre en paralelo a la selección natural.
“La selección espacial no reemplaza a la selección natural (…) solo funciona si no se opone a la selección natural”, dijo Shine.
“Si hubiera grandes desventajas para la supervivencia por estar al frente de la invasión, esta sencillamente no ocurriría porque la selección natural acabaría con estos sapos”, añadió. Un estudio anterior realizado por Shine detectó que más de un diez por ciento de estos sapos gigantes padecen artritis aguda en la columna por culpa de la bacteria “ochrobactrum anthropi” que se encuentra en la tierra común.
El batracio también se encuentra en Hawai (Estados Unidos), Filipinas, Papúa Nueva Guinea y otras islas del Pacífico.