El 25 abril de 1977, alrededor de las 10.30 de la mañana, el capitán Akira Tanaka atrapó con su red un extraño animal que, según sus palabras, emitía un olor horrible. Despues de fotografiar el extraño animal que había encontrado devolvió su cuarpo al mar.
En 1980 el profesor Fujio Yasuda fue a una conferencia en Londres con toda la evidencia con respecto al extraño animal. El profesor asegura que no es ningún pez conocido y que no puede determinar qué es.
También podemos ver el dibujo hecho por el profesor que determina las medidas de la criatura dibujando un plesiosaurio.
Las fotos y testimonios fueron mostradas en un documental de Arthur C. Clarke.
Desde epocas remotas nos llegan leyendas de monstruosas aves surcando el cielo. Gigantescas criaturas aladas de gran envergadura han sido objeto de muchas historias y numerosas investigaciones científicas. Aunque muchos especialistas rechazan la hipótesis de que puedan existir aves de semejante envergadura en nuestros días, existen una infinidad de datos históricos e investigaciones que parecen demostrar lo contrario.
EL Diablo de Jersey
Los sucesos comenzaron en enero de 1909, cuando por lo menos en 30 pueblos se informó de la presencia del diablo de Jersey. Una de las primeras observaciones ocurrió el domingo 17 de enero en Bristol (Pennsylvania), cerca de la frontera con Nueva Jersey. A las dos de la madrugada John McOwen oyó unos ruidos extraños y saltó de la cama. Relató lo siguiente: «Miré por la ventana y me sorprendió ver una gran criatura en los diques del canal. Se parecía a un águila… y fue dando saltos por el sendero de remolque». (Leer Más)
Algunos testigos mencionaron que tenía la piel de un caimán, y algunos creían que media más o menos 1,8 metros de altura. La última vez que fue visto fue el viernes 22 de enero, después de lo cual el diablo de Jersey desapareció tan de repente como había llegado. Se propusieron varias explicaciones jocosas, por ejemplo, que se trataba de un «eslabón perdido»; también se explicó como un caso de histeria colectiva.
A comienzos de los años sesenta, una pareja que circulaba de noche en automóvil por el bosque de Trinity, en California, vio algo que identificaron primero como una avioneta en apuros, pero luego se dieron cuenta que debía tratarse de un pájaro. Volaba a la altura de las copas de los árboles y parecía tener una envergadura de unos 4 metros. La pareja no pudo distinguir ningún detalle, puesto que sólo vieron la silueta del «pájaro» cuando cruzó la carretera por delante suyo, hacia una cueva situada en un estrecho desfiladero. Decidieron que se parecía a un pterodáctilo. (Leer Más)
A principios de 1976 comenzaron a registrarse informaciones procedentes de Texas acerca de criaturas parecidas a pájaros misteriosos o a reptiles voladores prehistóricos. La primera observación se produjo el 1ro. de enero, en Harlingen, siendo sus protagonistas Jackie Davis (14 años) y Tracey Lawson (11 años). Vieron un «pájaro» de 1,5 metros de alto, con unas «espaldas» de 90 centímetros de anchura. Era de color negro, con grandes ojos de color rojo oscuro; la cabeza era calva, y la cara semejaba la de un gorila, con un pico de 15 centímetros de longitud. Al día siguiente sus padres fueron a investigar y encontraron cinco huellas (cada una con tres dedos) de 20 centímetros de anchura y 4 de profundidad. Ni un hombre de 77 kg de peso hubiera podido dejar huellas tan profundas en aquel duro terreno.