Tiene tres ojos, dos narices y dos bocas. Fue rechazado por la madre poco después de nacer y ahora lo adoptó una familia.
Dos chicos caminaban por una callecita de Oregon, Estados Unidos, cuando vieron a un gato que les llamó la atención. Cuando se acercaron, notaron que no se trataba de un gato común y corriente. Tenía tres ojos, dos narices y dos bocas. Es un gato «Janus», como se los denomina a los felinos con dos casas, abandonado por su madre al nacer y ahora adoptado por una familia.
El gato, en estado frágil, se mantiene en una caja con una almohada eléctrica y le suministran alimento a través de una jeringa. Solamente algunos pocos gatos Janus logran sobrevivir. Se estima que el que más vivió fue por 12 años. Según los veterinarios, Duecy, el nombre del gato, está en perfecto estado de salud.
Los científicos llevan años intentando desentrañar el misterio que rodea al camuflaje de los pulpos. Y es que, aunque muchos desconocen esta cualidad, los cefalópodos son capaces de adaptar el color de su cuerpo al entorno en el que se encuentren.
¿Cuál es su secreto? El biólogo marino Roger Hanlon ha descubierto que los cambios se producen siguiendo una serie de patrones que obedecen a los estímulos visuales del pulpo, a pesar de que son ciegos a los colores.
El estudio, realizado con las especies O. cyanea y O. vulgaris, ha demostrado que estos animales eligen un objeto específico o una mancha de los alrededores para imitar sus características en lugar de crear un patrón más generalista .
Aveces ocurren eventos en el Universo que la inteligencia humana no puede explicar. Este viaje de los elefantes para dar su pésame a un humano conocido es uno de esos casos increibles!
Lawrence Anthony, una leyenda de Sudáfrica y autor de 3 libros, incluyendo el bestseller The Elephant Whisperer, rescató valerosamente a animales salvajes y rehabilitó elefantes de todo el mundo de las atrocidades humanas incluyendo el valiente rescate de los animales del Zoologico de Bagdad durante la invasión norteamericana de 2003.
El 7 de marzo de 2012 Lawrence Anthony falleció. Vive en el recuerdo y lo extrañan su esposa, sus 2 hijos, 2 nietos y numerosos elefantes.
Pero algo increible sucedería dos días después de su deceso; Los elefantes salvajes aparecieron en su casa, con dos enormes matriarcas a la cabeza.
Las manadas salvajes llegaron por separado para despedirse de su bienamado amigo humano. Un total de 31 elefantes había caminado pacientemente más de 20 kilómetros para llegar a su casa en Sudáfrica.
Testigos de este espectáculo, los humanos estaban asombrados no sólo por la suprema inteligencia y la precisión exacta de que estos elefantes sintieron sobre el deceso de Lawrence, sino también por los recuerdos y emociones profundos que estos amados animales evocaron de forma tan organizada:
Caminando lentamente – durante días – Abriéndose camino en una sola fila solemne desde su habitat hasta su casa.
La esposa de Lawrence, Francoise, se conmovió profundamente, sabiendo que los elefantes no habían estado en su casa antes de ese día desde más de 3 años! Sin embargo, ellos bien sabían a dónde iban.
Era obvio que los elefantes querían dar su más profundo pésame, honrando a su amigo que les había salvado la vida – tanto así que permanecieron durante 2 días con sus noches sin comer absolutamente nada.
Luego, una mañana partieron, emprendiendo su largo viaje de regreso a casa.