Un hombre observó algo extraño mientras paseaba por un bosque de Oregon, Estados Unidos, el 2 de diciembre del 2013. COmo tenía en mano la filmadora gravó estas imágenes que rápidamente se difundieron por Internet. Creen que sea cierto?
No es la primera vez que se avista un monstruo en los impenetrables bosques de Oregón. Aunque no existe ninguna prueba científica que avale la existencia de estos seres, el misterisos ser se asemeja a los trolls de los juegos de rol, con brazos extremadamente largos y apariencia verdosa!
Los cocheros que hacían el recorrido entre Alta Córdoba y el Centro contaban con singular espanto terribles versiones que les sucedía a la vuelta al bajar por la avenida Roque Sáenz Peña. Decían que una mujer enlutada a la cual no se le veía la cara marchaba por los rieles en pos del tranvía llevando en sus brazos un pequeño ataúd sobre el cual había un candelero con velas de sebo. Adquirió tanta popularidad esta aparición que en las noches invernales se interrumpió por completo el trafico de peatones y los pocos vehículos que se animaban a pasar por la zona lo hacían acompañados por otro, nunca solos».
Así, el 1º de enero de 1926, en una larga evocación sobre la Córdoba de finales del siglo XIX, La Voz del Interior recordaba a la todavía fresca «Mujer del angelito». La bajada de Alta Córdoba, como se la conocía en tiempos de la aparición paso a ser señalada como la «Bajada del angelito muerto». El barrio hacia poco que se había incorporado a una ciudad que, ya saturada en los alrededores de la plaza San Martín, se atrevía a subir a los altos. La estación de trenes del Ferrocarril Belgrano fue un punto de atracción.
La evocación del diario sostiene que el fantasma desapareció al instalarse en el barrio el R13 de Infantería, aquel cuerpo de artilleros que peleo en la intentona revolucionaria radical del 4 de febrero de 1905.
Pero para Azor Grimaut, en su libro Duendes en Córdoba, aun hasta 1915 se hablaba de la «Mujer del angelito». Entonces, los niños pequeños fallecidos eran tenidos como angelitos y sus velorios eran toda una tradición festiva, celebratoria. Para ellos, los féretros se pintaban de blanco y ese era el color del cajoncito que transportaba la mujer.
Cuenta Azor Grimaut: «El viaducto ferroviario, de noche parecía un enorme bostezo interminable. A los dos lados de la bajada se levantaban como murallones los cortes de las dos grandes barrancas de greda y arena colorada. El transito de vehículos, especialmente pasadas las 11 de la noche, no era nutrido, aunque de tarde en tarde la sensación de que intentaba iniciarse, cuando el tranvía a caballo, mas popularmente conocido como «la carreta», trabajosamente , por el agotamiento de las bestias, iniciaba su ascenso en dirección al norte. Mayorales y cocheros difundieron la versión (de la Mujer del angelito), que no dejo de preocupar hondamente a los supersticiosos, de que, regresar, siempre en el ultimo viaje cuando nadie -aparte de ellos- ocupaba el vehículo, se aparecía, corriendo por el terreno existente entre los rieles, delante de los caballos, una mujer de traje oscuro -quizás negro-, llevando en brazos un cajón fúnebre de angelito…»
El fantasma, según la versión, se deslizaba de acuerdo a la velocidad del tranvía y finalmente a corta distancia del viaducto antes citado desaparecía como desvaneciendose.
Una supuesta imagen de la cara de Cristo apareció el lunes sobre el portón de una casa en la localidad salteña de Villa Chartas. El dueño de la casa dice que vivió siempre ahí y nunca había notado nada. Sin embargo, desde hace algunas semanas comenzaron a aparecer de repente, visiones de rostros e incluso de seres completos, segun los testimonios de algunos de los vecinos del lugar.
Una de ellas, Claudia, relató que algunos años atrás, por las noches, se veía a un hombre de negro, sin rostro y con un sombrero oscuro, parado en la puerta de la vivienda donde se dio el fenómeno. Belén, otra vecina, recordó que hace muchos años se suicidó un policía que vivía al lado de la casa. Y que se escuchan ruidos extraños.
El extraño fenómeno generó distintas sensaciones entre los que pudieron verlo. La mayoría de los consultados, experimentaron sentimientos de tranquilidad.