La Piedra Rosetta es una piedra de color oscuro, que fue encontrada en 1799 cerca de Rashid (Egipto) durante la ocupación francesa.
El hallazgo fue confiado en custodia al Instituto de Egipto francés, un organismo fundado en agosto de 1798 a instancias del propio Napoleón y estaba formado por los miembros científicos de la expedición. La labor de estos eruditos era efectuar un detallado inventario de la civilización egipcia, fauna y flora de la zona. La piedra daría la clave a los científicos para interpretar la escritura jeroglífica egipcia.
El tamaño original del bloque debía ser cercano a los dos metros de altura, teniendo en cuenta que en la parte superior seguramente se hallaba una representación de un disco alado. La valiosa piedra de 760 kilogramos despertó un gran interés, ya que arrojaría importantes datos de la antigua civilización.
Esta piedra está dividida en tres franjas horizontales, en cada franja, está grabado el mismo texto de diferentes formas. Así, en la parte superior el texto estaba escrito en jeroglífico, en la intermedia en egipcio demótico y en la inferior en griego.
Trabajo de los litógrafos
Los litógrafos efectuaron copias de las inscripciones que contenía la piedra, entintando su superficie para que los caracteres se marcasen en un papel aplicado sobre ella. La losa de basalto negro contenía tres tipos de escritura: jeroglíficos egipcios, demótico y griego. Se concluyó que todos ellos correspondían al mismo texto en distintas versiones. Continuar leyendo «La Piedra de Rosetta»