Descubren «El Dorado» en Panamá

La legendaria leyenda del Dorado fue descubierta, según informa la experta Julia Mayo, en Panamá. Este hallazgo sería el más importante del mundo de la arqueología de los últimos 70 años. El Dorado fue el sueño de riqueza de los españoles hace más de 500 años.

‘Se ha encontrado “El Dorado de Panamá” y éste se halla en Coclé’, en El Caño, unos 180 kilómetros al oeste de la capital panameña, dijo Mayo, en referencia a la leyenda de los españoles en busca de grandes tesoros de oro hace cinco siglos. El descubrimiento, de hecho aparecerá en la edición de enero de la revista ‘National Geografic’ (NG) para América Latina, con su portada dedicada a una de las figuras localizadas a raíz de nuevas excavaciones en desarrollo desde hace unos cuatro años.

Mayo, asociada del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y presidenta de la Fundación El Caño, al mando de 30 especialistas desarrolló nuevos estudios en el sitio con auspicios de NG y de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt). Los investigadores hallaron junto a un centro ceremonial funerario marcado por columnas basálticas donde individuos permanecían atados, seis tumbas donde fueron enterradas personas de alto rango, cubiertas de oro, hueso y piedras semipreciosas y preciosas. Continuar leyendo «Descubren «El Dorado» en Panamá»

Misterios : El hombre de Piltdown

En 1911 llegó a manos del aficionado a la paleontología, Charles Dawson, lo que parecían ser los restos del «eslabón perdido«, Procedían de una gravera de Piltdown en Sussex, Inglaterra.

Junto a Arthur Smith Woodward (geólogo del Museo Británico de Historia Natural) y Pierre Teilhard de Chardin, analizaron sobre el terreno la excavación hallando huesos de animales y herramientas de sílex.

Así, con el paso de los años, fueron completando y reconstruyendo el cráneo. Publicaron numerosos artículos al respecto detallando cómo el fósil combinaba una potente mandíbula y un cráneo de bóveda circular con gran capacidad cerebral.

El hombre de Piltdown fue presentado en sociedad en 1912, bajo el nombre de Eanthropus Dawsoni. De esta manera, Gran Bretaña pasaba a estar en el origen de los primeros antepasados del hombre. Salvo excepciones, la comunidad científica aceptó sin ambages la autenticidad del Hombre de Piltdown. Sus descubridores fueron encumbrados e incluso alguno obtuvo un título nobiliario.

Durante años, fue un hallazgo incontestable.

Pero, en 1949, se le aplicó la prueba del flúor: los dientes absorben flúor mientras están enterrados. A más tiempo enterrado, más flúor contienen. Es decir, cuanto más flúor contienen, mayor es su antigüedad. Al analizar los restos dentales del Hombre de Piltdown, se comprobó que el flúor era mínimo…

En 1953, nuevos análisis confirmaron que los restos óseos habían sido manipulados, siendo teñidos de color oscuro para darles un aspecto antiguo. En realidad se trataba de un fraude, cuyo cráneo era de un humano moderno y cuya mandíbula, a la que habían limado los dientes, era de un orangután.

En 1954 el fraude es unánimemente admitido como tal.

Nunca se llegó a saber quién fue el autor del engaño. La realidad es que Eanthropus Dawsoni se convirtió en el centro de los estudios paleontológicos durante muchos años.

En la actualidad, los restos del Hombre de Piltdown permanecen en los depósitos del Museo Británico.

Farón en el Delta del Nilo

La mayoría de las tumbas faraónicas habían sido robadas durante las centurias. Al constituirse Egipto en dos reinos, hubo faraones en dos ciudades y reinos separados. Esta mención sirve para colocarnos en el lugar (Delta del Nilo) y el tiempo, (hace 3000 años atrás)

En 1940, en una expedición dirigida por el arqueólogo Pierré Montét y financiada por el Rey Faruk, descubrió en la Ciudad de Tannis en la orilla de un brazo del Nilo, una serie de tumbas debajo de un viejísimo empedrado.( National Geographic).

Esta ciudad se encuentra al noroeste del Cairo, son una serie de tumbas que rodean el templo de Amón.

Un lugar mejor protegido de los salteadores de tumbas que en la desértica Tebas.

La tumba única intocada pertenecía al Faraón y Sumo Sacerdote Psuseres, que reinó por más de cuarenta años. Emparentado a los faraones del reino del sud. En ella se encontró su momia dentro de un mausoleo de mármol con múltiples inscripciones geroglíficas, en un sarcófago de plata labrada, una máscara mortuoria de macizo oro, artículos de oro, piedras preciosas, obras de arte del preciado lapislázuli que se traía desde el lejano país hoy conocido por Afganistán.

Estos tesoros que puede verse en el Museo del Cairo, son de más importancia que el de Tutankamón.

No realizó grandes pirámides, pero tuvo el poder necesario de mudar piedra a piedra a la Ciudad de Ramsés, al actual El Caro. Esta vieja ciudad 8 Vestigios de su enorme trazado) se encontró finalmente a orilla de un brazo del Nilo, cegado por ese tiempo por acumulación de detritos, que obligaron a trasladarse (la Ciudad entera) a una mejor locación.

Se descubrió muy cerca de la ubicación pensada por Pierre Montet. Solo con un radar aerotransportado pudieron encontrarla. Cabe decir que fue esta la ciudad más importante y grande de la Antigüedad.

Hago justicia con este artículo a un gran egiptólogo, que descubrió esto, antes que empezara la segunda guerra mundial, ayudado por el dinero del ex Rey Faruk.