Para el físico Michio Kaku, una de las mayores autoridades internacionales en física, se pordría viajar en el tiempo. «No existe nada que impida realizar tal proeza». Para realizar viajes en el tiempo, sería necesario crear y mantener estable un agujero de gusano, una especie de túnel que, como si fuera un atajo, conecta dos regiones del espacio-tiempo. Aunque él mismo aclare que por el momento, éstas suposiciones, aunque fírmemente teóricas, pertenecen al terreno de las hipótesis.
Por otra parte, el célebre cosmólogo británico, Stephen Hawking, quien hasta hace poco tiempo era un firme defensor de la imposibilidad de realizar viajes en el tiempo, se ha visto obligado a rectificarse.
Segun indica Kaku, para llevar a cabo una operación semejante, se necesitaría una cantidad de energía tan disparatada, que en la práctica, posiblemente pasarán varios milenios sin que el hombre logre intentarlo.
Existe la creencia de que un hombre, en algún caso excepcional y por alguna razón de fuerza mayor, podría amamantar a un niño. Sucede que existe un raro fenómeno desencadenado por una patología llamada prolactinoma, originada por un tumor epitelial en la base del cerebro, en una región denominada “silla turca”. Aunque es una enfermedad beningna, provoca el incremento de la hormona prolactina y puede traer aparejado, como síntoma, la secreción de una sustancia de aspecto lácteo por el pecho. Pero en contra de la creencia, ésta leche no sirve para el consumo humano, por lo tanto, el hombre no puede amamantar a los niños. Así que señor; Si estaba pensando en deshacerte de su señora olvídelo; Al menos, hasta que haya criado a todos sus hijos. :)
Hasta ahora se creía que las marcas comerciales aparecieron luego de la revolución industrial, en el siglo XIX. Pero el arqueólogo inglés David Wingrow, de la Universidad de Londres, descubrió vasijas en la antigua Mesopotamia, que datan de más de 8.000 años, en las que los productores de alimentos y comida, marcaron con su sello personal los objetos de barro, para dar a sus mercancías una señal de autenticidad y confianza. Los logotipos primitivos proyectaban imágenes de masculinidad o feminidad y, en algunos casos, de dioses.