Faltan todavía 10 años para la fecha estimada. Pero desde hace 15 años atrás, cuando apenas de decubría el primer asteroide con posibilidades de choque en nuestro Planeta, han pasado muchas notas en cientos de medios de comunicación y millones de cálculos sobre las probabilidades de impacto.
Recientemente la NASA ha revelado nuevos y peligrosos detalles del acercamiento de Apophis (Apofis) apodado por algunos medios de comunicación como el “Dios del caos”. Se trata de un enorme asteroide de tres cuadras y media sobre el cual ya le hemos dedicado algunas noticias en éste mismo blog.
Para hacer un resúmen sobre el tema, les contamos que el Asteroride Apophis fue descubierto en el año 2004 por los astrónomos Roy A. Tucker, David J. Tholen, y Fabrizio Bernardi. Poco después de su descubrimiento, los sistemas de cálculo de trayectorias de todo el mundo calcularon la fecha de máxima cercanía con la tierra, coincidiendo que el evento sucederá el día 13 de abril de 2029. Apophis brillará como una estrella que podrá ser vista desde todo el mundo a simple vista.
Desde entonces, las miradas de la ciencia se posearon en éste suceso astronómico y mucho se ha dicho sobre la fecha de máxima proximidad y sobre las chances mínimas de colisión de éste cuerpo con nuestro planeta. Por ejemplo, en el año 2018, un adolescente de 13 años corrigió los cálculos de la NASA sobre el posible impacto del Asteroide Apophis y en el año 2012 científicos rusos analizaban la posibilidad de instalar un radiofaro en el gigantesco asteroide.
Numerosos medios de comunicación, adjudicaron el fin del mundo a éste gran asteroide durante más de 15 años. Y aun cuando faltan al menos 10 años para que el curerpo celeste se acerque lo suficiente a nuestro Planeta como para ser atraído por la fuerza gravitacional de la Tierra, surgen nuevas noticias, interrogantes y datos que serán de vital importancia para evitar una de las mayores catástrofes naturales de la historia de la humanidad.
Entre los hallazgos más recientes, la NASA ha publicado que Apophis tiene unos 340 metros de diámetro y que pasará a la inusual distancia de unos 30.000 kilómetros de nuestro planeta. Una medida lo suficientemente cercana para generar dudas a los científicos, pero lo certeramente segura como para que nuetsra gravedad no lo atraiga. Es decir, si el asteroide nos visita desde esa distancia, su paso por el espacio se convertirá en un majestuoso espectáculo que podrá ser visto a simple vista por la humanidad.
El problema es que un mínimo error de cálculo en la trayectoria, podría significar que la proximidad con la tierra sea mucho menor. Y en ese caso, el peligro de impacto puede llegar a ser considerable.
Sergei Naroyenkov, investigador principal del Instituto de Astronomía de la Academia de Ciencias de Rusia, cree que la órbita de Apophis puede variar después de 2029 lo que podría cambiar en el futuro el grado de peligro que representa para el planeta. «En 2029, Apophis pasará a 38.000 kilómetros de la Tierra. Los últimos datos que tenemos a nuestra disposición se obtuvieron en 2015. Después de 2029 veremos cómo de significativamente ha cambiado su órbita después del acercamiento con la Tierra. Entonces será posible hacer pronósticos sobre el futuro del asteroide «, dijo Naroyenkov.
Los asteroides pueden ser una verdadera amenaza para la Tierra.
El interés de Rusia está motivado por sucesos que ocurrieron en el presente en su territorio. El más catastrófico de todos fue el de Tunguska ocurrido en el año 1908, aunque recientemente han sufrido otros ataques de cuerpos celestes, como el ocurrido en febrero del año 2015, en donde un meteorito impactó sobre el centro de Rusia dejando más de 500 heridos. Afortunadamente en éste caso no hubo víctimas fatales.
Tras la iniciativa tomada por Rusia de investigar a fondo a los asteroides por la amenza latente que éstos representan a la Tierra otros países comenzaron a desarrollar una estrategia contra posibles impactos de estos cuerpos rocosos. El difícil objetivo, según reconoció el grupo de científicos que lidera el proyecto, se conoce semanas después de que se informara que un objeto de 40 metros de diámetro podría chocar contra nuestro planeta el 9 de septiembre a las cinco y tres minutos de la madrugada.
La información la dio a conocer en enero la agencia espacial rusa, Roscomos. «Comenzamos a elaborar un programa para investigar y contrarrestar las amenazas provenientes del espacio: asteroides y fragmentos de rocas cósmicas», escribió en Twitter.
Un grupo de científicos de la NASA se sumó recientemente a ésta iniciativa y trabaja en una estrategia para defender la Tierra de posibles impactos de asteroides en su superficie, según un estudio que se presentó en abril de 2019 en la reunión de la American Physical Society.
Visitantes interestelares
Y por si las amenazas de asteroides circulando en nuestro Sistema Solar fueran pocas, recientemente los astrónomos han descubierto visitantes de roca interestelares, como el gigantesco Oumuamua, un asteroide descubierto en el año 2017 que proviene, según los cálculos y observaciones realizadas por los científicos, de un Sistema Solar vecino. Considerando éstas nuevas variables, parece ser realmente necesario enfocar el esfuerzo en realizar estudios y aprender más sobre éstos cuerpos celestes, para poder predecir con mayor exactitud su proximidad y poder tomar medidas con antelación ante una amenaza latente.