El 31 de agosto cerró el plazo para aquellos que querían registrarse como candidatos para ir a Marte para construir una colonia humana a través del programa Mars One. Y, aunque parezca increíble, hubo más de 165 mil inscriptos.
Para quienes no estén al tanto, Mars One es un proyecto creado por el holandés Bas Lansdorp de forma privada y tiene el objetivo de establecer una colonia humana permanente en Marte. Para ello, deberán seleccionarse 40 astronautas (que saldrán de los miles de inscriptos), de los cuales los primeros cuatro partirán a Marte en 2022, después de un arduo entrenamiento; y, a partir de ese momento, se enviarán nuevos equipos de cuatro astronautas cada dos años. Para 2033, se espera que 20 personas estén viviendo en forma permanente en tierra marciana.
MARS ONE ¿proyecto ambicioso?
Salgan quienes salgan elegidos, ¿llegarán en algún momento a hacer de Marte un lugar habitable para todos? Por ahora, el factor hábitat es sólo una de las preocupaciones de los organizadores. También faltan varios miles de millones para financiar tan sólo el primer viaje. ¿Llegarán?
La columna vertebral esta formada por fibrocartílagos, que son como pequeños colchones entre los huesos, los fibrocartílagos se expanden en ausencia de la gravedad y por ese motivo un astronauta puede aumentar hasta 3 centímetros en ausencia de la misma.
Aunque éste dato sea muy curioso, les sorprenderá saber que lo mismo nos ocurre a todos mientras dormimos ya que cuando estamos durmiendo hay menos atracción de la fuerza de gravedad, por lo tanto, nuestras columnas están libres para expandirse más que si estamos despiertos.
Sin embargo, tanto en el caso de los astronautas como en el de nuestro ensueño, la columna vuelve a su estado natural cuando la fuerza de la gravedad es normal. El astronauta al regresar a la tierra y nosotros al levantarnos de la cama. ¿Curioso NO?
Los testimonios a favor de la realidad extraterrestre son hoy de tanto peso, que se ha revertido la anterior situación de que los «ufólogos» eramos el centro de mofas y deméritos.
Muchos investigadores han realizado el «trabajo de hormiga» de apuntalar con la meticulocidad de sus datos, mucho de la realidad actual. También estos testimonios, de gente autorizada por sus tareas ha hecho mucho por el actual estado de conciencia en general, muchos en un medio no proclive a este tipo de declaraciones.
Les rindo un homenaje a ellos y a todos los que han aportado anónimamente su trabajo para lograr esta realidad inconstrastable. Generalmente, estas informaciones están desperdigadas, pero al juntarlas, pese a ser un puñado, asombran a todos por lo importantes:
Scott Carpenter: «En ningún momento, durante su estancia en el espacio, los astronautas se encontraban solos: Estaban vigilados permanentemente por los OVNI.»
Del Programa Mercury
Eugene Cernan: «Al ser interrogado he dicho públicamente que pensaba que venían de otro mundo, de otra civilización.»
Del Programa Apollo 10 y Apollo 17
Jimmy Carter, ex –Presidente de USA : “Fue sólo una luz peculiar. Nadie de nosotros podíamos entender de que se trataba en realidad.” “Yo ya no me río de la gente cuando dice que ha visto ovnis pues yo mismo he visto uno.”
James A. Lovell: «Cuatro objetos desplazándose en línea, sabía que no eran naves terrestres.»
Del programa Gemini 12.
Senador John Glenn: En aquellos gloriosos días, me encontraba incómodo cuando se nos pedía declarar cosas que no queríamos y negar otras. Algunos nos preguntaban, Vd. lo sabe ¿estaban solos allí arriba? Nunca hemos contestado la verdad, y sin embargo hemos visto cosas allí, cosas extrañas, pero sabemos lo que hemos visto allí arriba. Y realmente no podíamos decir nada. Nuestros superiores temían mucho esto, temían algo parecido a la guerra de los mundos, y del pánico general en las calles. Por consiguiente, debíamos callarnos. Y ahora sólo vemos esas cosas durante nuestras pesadillas o acaso en películas, y algunas se acercan mucho a la verdad»
Programa Apollo 11
Gordon Cooper, Astronauta y funcionario de USA: «Creo que esas naves extraterrestres y sus tripulaciones que visitan la Tierra a partir de otros planetas son de un modo evidente tecnológicamente más avanzados que nosotros. Pienso que nos hace falta un programa coordinado de muy alto nivel para recolectar y analizar científicamente los datos del planeta entero sobre los varios tipos de encuentros con el fin de determinar la mejor forma de actuar amigablemente con nuestros visitadores.
Primero haría falta mostrarlos que hemos aprendido a resolver nuestros problemas de manera pacífica y no por la guerra, antes de verse aceptados como miembro completo del equipo universal. Tal admisión ofrecería a nuestro mundo posibilidades fantásticas de progresos en todos los ámbitos.
Entonces parecería cierto que las Naciones Unidas poseen un derecho adquirido para tratar este tema de un modo apropiado y rápido.
Durante años, he vivido con un secreto, el secreto impuesto a todos los especialistas y astronautas. Ahora puedo revelar que cada día, en Estados Unidos, nuestros radares detectan objetos de forma y naturaleza desconocidas.
Existen miles de informes de testigos y muchos documentos que lo prueban, pero nadie quiere publicarlos.