Investigadores perfeccionan los métodos ya existentes de teletransportación y consiguen teletransportar fotones entre las dos orillas de un lago en China, aunque bajo circunstancias muy especiales que todavía hacen inestable este procedimiento.
La teletransportación, uno de los desarrollos tecnológicos más ambicionados de las últimas décadas, se ha consumado entre dos estaciones situadas en sendas orillas de un lago, por parte de un grupo de científicos en China que trabajaron para resolver las dificultades que modelos previos de redes cuánticas presentaban para cumplir con este objetivo.
Con métodos previos, lo usual es enviar señales a través de cables de fibra óptica, que si bien es un medio rápido y estable, también presenta el problema de pérdida de fotones durante la transmisión, lo cual puede ser conflictivo cuando el número de partículas enviadas es muy pequeño. Asimismo, aunque esta pérdida puede reducirse cuando la transmisión ocurre en el vacío o en el aire, entonces la dificultad estriba en alinear perfectamente al receptor con respecto al transmisor para que los fotones lleguen a su destino.
Juan Yin, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, y otros colegas, resolvieron algunos de estos problemas utilizando un sistema de alta precisión de apuntamiento y seguimiento, con lo cual consiguieron la teletransportación cuántica de múltiples fotones entrelazados entre dos estaciones situadas en las márgenes de un lago de 97 km de ancho.
Con todo, parece ser que este procedimiento está limitado a la comunicación nocturna, aunque los investigadores no aclaran por qué, además de que por ahora la ausencia de obstáculos también fue importante para el éxito de la prueba.
Yuao Chen, otro de los científicos involucrados, asegura que ya trabajan para que este sistema funcione también de día, aunque la sensibilidad de los fotones a circunstancias externas (incluso a la posición en que se encuentra la Luna o al ruido circundante) podría retrasar un poco su perfeccionamiento.