La velocidad de la evolución humana

La evolución no ha acabado aún con nosotros. Los científicos que trabajan con los datos del Proyecto HapMap (un gran esfuerzo encaminado a la identificación de variaciones en los genes humanos) han descubierto evidencias de que la evolución está, de hecho, acelerándose. Lo que está claro es que aquí no se emplean escalas temporales de décadas, pero si diferencias notables en miles de temas de razas humanas. En realidad se fundó como un correlato del Proyecto del Genoma Humano.

El antropólogo Henry Harpending de la Universidad de Utah, coautor del nuevo estudio, afirma que ha habido cambios significativos en los últimos 1.000 o 2.000 años. El ritmo de evolución es mucho mayor en los últimos milenios, según afirman Harpending y sus colegas, de lo que lo ha sido en los millones de años anteriores. Una de las posibles causas de esta aceleración, afirma el científico, podría ser el boom de la población. Con más gente en el planeta, existe una mayor probabilidad de que surja (y se extienda) una mutación genética que resulte ventajosa para la especie

El Proyecto Internacional HapMap es un catálogo de variaciones genéticas de la especie humana, basada en el análisis del ADN de 269 individuos de las poblaciones yoruba de Nigeria y han de Pekín; de japoneses de Tokio y residentes de Utah, Estados Unidos, con ancestros del occidente y norte europeos.

Aunque los seres humanos compartimos 99.9 por ciento de la información genética, tenemos pequeñas variaciones, llamadas poliformismos singulares de nucléotido o SNP (por su siglas en inglés; se pronuncia snip). Se estima que existen unos 10 millones de SNP en la especie humana y supuestamente esas diferencias estarían relacionadas con la mayor resistencia o susceptibilidad a enfermedades y medicamentos. El proyecto HapMap encontró la forma de buscar estas variaciones en conjuntos de genes llamados haplotipos (de ahí el nombre del proyecto), lo que redujo la búsqueda a 300 mil posibilidades. La industria farmacéutica y médica está particularmente interesada en los SNP, porque permitirían desarrollar la «medicina personalizada» del futuro; por ejemplo, drogas específicas, según la identidad genética de cada individuo. .

Doscientos investigadores de seis países -Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Japón, China y Nigeria- participaron en este proyecto, financiado con dinero público de esos países y del sector empresarial, por medio del llamado SNP Consortium, integrado por gigantes farmacéuticos como Pfizer, Bayer, Aventis, Bristol-Myers Squibb, Roche, Glaxo, Smith Kline y Novartis, junto con Motorola e IBM ..

El resumen de resultados se publicó en la revista Nature el 27 de octubre de 2005, y en la misma semana aparecieron artículos complementarios en otras publicaciones científicas, como Nature Genetics, Genome Research y PLoS Genetics. Los resultados y secuencias genéticas del proyecto han sido colocados en Internet, teóricamente en el «dominio público». Según el proyecto HapMap, esto es un paso revolucionario, ya que a partir de este conocimiento se podrán desarrollar nuevos diagnósticos y tratamientos para enfermedades como diabetes, hipertensión y cáncer.

Este desarrollo comenzó como un intento de relacionar diferentes grupos humanos ante enfermedades, drogas, remedios, etc., pero a poco derivó a un estudio pormenorizado de diferencias e igualdades ante la presión de la evolución. Ciertos humanos han evolucionado en forma diferencial. No todos los humanos tienen igual ritmo evolutivo. No es discriminación, sino evidencias experimentales. Más allá nada se ha comunicado. Se trata que esto se olvide, al menos para el gran público.¿Será parte del Tratado Extraterrestre?

Hace años que este experimento es secreto y privado. No se encuentran actualizaciones. En realidad ya no se encuentra nada, pero……

Daphnia Pulex : Un notable crustáceo!

La evolución desde la óptica de pequeños animales.

Un equipo internacional de científicos ha logrado descifrar el mapa genético de un crustáceo muy particular. El Daphnia pulex, también llamado pulga de agua que tiene un tamaño casi microscópico. Es un animal muy pequeño pero es el que mayor número de genes posee entre todos los seres vivos.

Mas de la tercera parte de los genes del Daphnia pulex son completamente nuevos para la ciencia ya que no se encuentran en ningún otro organismo conocido. Esto se verá más adelante, cuando hablemos sobre la duplicación de genes.

Daphnia pulex es un artrópodo y por lo tanto constituido por los segmentos del cuerpo, pero éstos son difíciles de distinguir. Sólo pueden ser reconocidos por el apéndice(s) que llevan (sólo alguna vez un par por segmento), y mediante el estudio de la anatomía interna. La cabeza es distinta y está formado por seis segmentos que se fusionan, incluso como un embrión. Lleva el aparato bucal, y dos pares de antenas, el segundo par se amplía en los órganos de gran alcance usada para el aseo. No existe una división clara entre el tórax y el abdomen, que en conjunto tienen cinco pares de apéndices. La “concha” rodea al animal y se extiende posteriormente en un corto trecho a lo largo de la columna vertebral.

Daphnia pulex habita en una amplia gama de hábitats acuáticos, a pesar de que está más estrechamente relacionada con pequeñas piscinas. En los que habitan en lagos, que son oligotróficas, D. pulex tiene poca pigmentación, mientras que puede llegar a ser de color rojo brillante en eutróficos aguas libres, debido a la producción de hemoglobina. Continuar leyendo «Daphnia Pulex : Un notable crustáceo!»

La teoría de Darwin, en Jaque

Una de las ideas principales que sustenta toda la teoría de Darwin, es que a lo largo de los años solo han sobrevivido las especies más fuertes. Sin embargo, una reciente publicación de la revista Nature, cuestiona éste principio.

Un grupo de investigadores ingleses de las Universidades de Exeter y Bath, en conjunto con especialistas de la San Diego de los Estados Unidos, demostraron en éste trabajo que la biodiversidad puede evolucionar donde previamente se creía imposible.

El trabajo representa un nuevo enfoque al estudio de la evolución que eventualmente puede conducir a una mejor comprensión de la diversidad de bacterias que causan enfermedades humanas.

Hasta el momento, se cree fielmente que en cualquier hábitat determinado debe surgir una especie más fuerte que con el tiempo dominará para excluir a todas los demás. Este es el conocido principio de la supervivencia del más fuerte. Los ecólogos se refieren a menudo a la idea del «principio de exclusión competitiva» que predice que los entornos complejos son necesarios para apoyar a las poblaciones complejas y diversas.

Robert Beardmore, quien ejerce la profesión de profesor e investigador en la Universidad de Exeter, dice: «Los microbiólogos han puesto a prueba este principio mediante la construcción de ambientes muy simples en laboratorio para ver qué pasa después de que cientos de generaciones de evolución bacteriana, cerca de 3.000 años en términos humanos. Se pensaba que sólo el genoma de las bacterias más aptas permanecería, pero ese no fue el resultado. Los experimentos generaron una gran cantidad de diversidad genética inesperada».

Esta biodiversidad en un tubo de ensayo fue objeto de controversia cuando se observó por primera vez y fue explicado con afirmaciones de que la falta de tiempo había impedido ver surgir a una bacteria claramente ganadora. La nueva investigación muestra, sin embargo, que en los experimentos no se encontraron anomalías.

El profesor Laurence Hurst, de la Universidad de Bath, dijo: «La clave para el nuevo entendimiento es la comprensión de que la cantidad de energía que los organismos obtienen de su alimento depende de la cantidad de alimentos que tienen. Dadles comida abundante y la usarán ineficientemente. Cuando combinamos esto con la idea de que los organismos con diferentes estrategias de utilización de los alimentos también se ven afectados de diferentes maneras por las mutaciones genéticas, entonces descubrimos un nuevo principio, una en el que tanto ser fuerte como no serlo coexisten de forma indefinida».

El doctor Ivan Gudelj, también de la Universidad de Exeter, dijo: «Los fuertes usan bien el alimento pero no son resistentes a las mutaciones, mientras que los menos eficientes, los consumidores no aptos o menos fuertes, son mantenidos por su resistencia a la mutación Si hay una baja tasa de mutación la regla de la supervivencia funciona, pero si no es así, mucha de la diversidad puede mantenerse»

En cuanto a los experimentos enigmáticos sobre las bacterias, los investigadores concluyen que su tasa de mutación parece ser lo suficientemente alta para que organismos fuertes y menos en forma puedan manternerse.