El hueso de Ishango

El Instituto Belga de Ciencias Naturales alberga entre sus fondos una pieza única para la historia de la Humanidad, un peroné de babuino con unas extrañas marcas conocido como el hueso de Ishango, la primera herramienta matemática de la que se tiene constancia. Datada hace unos 20.000 años, se cree que servía para contar, aunque también se le atribuyen otros usos. Esta es su increíble historia.

Año 1960. La ciudad de Leopoldville (hoy Kinshasa) está envuelta en una enorme agitación, a punto de nacer un Congo independiente tras 75 años de colonialismo. Ajeno a todo este revuelo, el geólogo belga Jean de Heinzelin de Braucourt explora en la zona noreste del país, más en concreto en un área conocida como Ishango, situada en una de las riberas del Lago Eduardo (frontera entre el Congo belga y Uganda), donde nace el río Nilo.

Distintos descubrimientos arqueológicos, como arpones de hueso y hachas de piedras, han permitido averiguar que allí nació y medró hace unos 20.000 años, en pleno Paleolítico, una comunidad humana de cazadores y, sobre todo, pescadores, algunos de cuyos conocimientos pueden estar en el origen remoto de la civilización egipcia y del pensamiento y la filosofía occidentales.

Ni siquiera De Heinzelin podía imaginar la importancia de lo que encontró en aquel año de 1960. Se trataba de un largo hueso marrón, en concreto un peroné de babuino, con un trozo de cuarzo incrustado en uno de sus extremos. En un principio fue datado en un rango que iba del 6.500 al 9.000 a.C., pero luego se pudo saber que, en realidad, tenía más de 20.000 años de antigüedad. Pero, ¿por qué esta pieza era tan interesante?

El hueso de Ishango, como comenzó a llamársele, presentaba tres columnas de muescas talladas que abarcaban toda su longitud. Desde el primer momento se descartó su carácter decorativo al ser completamente asimétricas y todos los indicios apuntaban a que era una herramienta de conteo, como un ábaco primitivo, y que el cuarzo del extremo se usaba para grabar o escribir, hacer anotaciones. Continuar leyendo «El hueso de Ishango»

Científicos chinos logran teletransportar fotones a 97 km de distancia

Investigadores perfeccionan los métodos ya existentes de teletransportación y consiguen teletransportar fotones entre las dos orillas de un lago en China, aunque bajo circunstancias muy especiales que todavía hacen inestable este procedimiento.

La teletransportación, uno de los desarrollos tecnológicos más ambicionados de las últimas décadas, se ha consumado entre dos estaciones situadas en sendas orillas de un lago, por parte de un grupo de científicos en China que trabajaron para resolver las dificultades que modelos previos de redes cuánticas presentaban para cumplir con este objetivo.

Con métodos previos, lo usual es enviar señales a través de cables de fibra óptica, que si bien es un medio rápido y estable, también presenta el problema de pérdida de fotones durante la transmisión, lo cual puede ser conflictivo cuando el número de partículas enviadas es muy pequeño. Asimismo, aunque esta pérdida puede reducirse cuando la transmisión ocurre en el vacío o en el aire, entonces la dificultad estriba en alinear perfectamente al receptor con respecto al transmisor para que los fotones lleguen a su destino.

Juan Yin, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, y otros colegas, resolvieron algunos de estos problemas utilizando un sistema de alta precisión de apuntamiento y seguimiento, con lo cual consiguieron la teletransportación cuántica de múltiples fotones entrelazados entre dos estaciones situadas en las márgenes de un lago de 97 km de ancho.

Con todo, parece ser que este procedimiento está limitado a la comunicación nocturna, aunque los investigadores no aclaran por qué, además de que por ahora la ausencia de obstáculos también fue importante para el éxito de la prueba.

Yuao Chen, otro de los científicos involucrados, asegura que ya trabajan para que este sistema funcione también de día, aunque la sensibilidad de los fotones a circunstancias externas (incluso a la posición en que se encuentra la Luna o al ruido circundante) podría retrasar un poco su perfeccionamiento.

La Ouija ayuda a los psicólogos a investigar el subconsciente

El Tablero Ouija ha sido durante mucho tiempo una fuente de entretenimiento y de misterio, a veces, envuelt en un velo de espeluznantes desenlaces. Científicos aseguran que podría ayudar a develar algunos secretos de la mente inconsciente.

La Ouija es una placa de madera marcada con las palabras «sí», «no» y las letras del alfabeto. Normalmente, un grupo de usuarios colocan sus manos en un puntero móvil, o «tablita», y hacen preguntas en voz alta. A veces la tablita indica una respuesta, aun cuando no se permite moverse de forma deliberada.

Los creyentes piensan que las respuestas vienen del mundo de los espíritus. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que la verdadera causa es el «efecto ideomotor», los movimientos de los músculos pequeños se generan inconscientemente.

Es por eso que la Ouija ha atraído la atención de los psicólogos de la Universidad de Columbia Británica en Canadá. La creciente evidencia sugiere que el inconsciente juega un papel en las funciones cognitivas que solemos tener en cuenta el coto de la mente consciente .

Si conducimos nuestro coche a lo largo de una ruta que nos es familiar, mientras planificamos lo que vamos a hacer durante nuetsro día, veremos a la llegada que no estabamos en el control consciente del coche, como si fuésemos un «zombie interior». Es la explicación de la Dra. Hélene Gauchou de la Asociación para el Estudio Científico de Conciencia en Brighton, Reino Unido. Continuar leyendo «La Ouija ayuda a los psicólogos a investigar el subconsciente»