En 1825, la publicación titulada «Memorial on the upward forces of fluids, and their applicability to several arts, sciences, and public improvements» (Memoria de las fuerzas y fluidos ascendentes, y su aplicación a diversas artes, ciencias y mejoras públicas), de gran prestigio para la comunidad científica americana, mostraba la patente de Edmond-Charles Genêt y ésta ilustración con todos los detalles de una máquina voladora con forma de pez, en la cual mediante un torno y varios caballos, el aire se calentaba y permitía de ésta forma que el extraño objeto se elevara por los aires.
Aunque no se sabe con exactitud si éste objeto llegó a volar alguna vez, se cree que se trató del primer prototipo patentado que desafía correctamente las leyes de la gravedad.
Se trata de Calvino Inman, un jove de 15 años de edad que vive en el estado de Tennesee en los Estados Unidos. Inman ha hecho pública su extraña condición en un reportaje de la cadena CNN que no ha tardado en trascender por internet y los medios de comunicación masiva.
Al parecer, éste joven adolescente estaría padeciendo una rara enfermedad denominada haemolacria, cuyos síntomas son efectivamente el llanto de lágrimas acompañadas de sangre y al parecer afecta a una persona en un millón.
Se trata de un novedoso dispositivo que toma la información recopilada por una pequeña cámara digital alojada en un par de anteojos y la envía a un electrodo de matriz que se coloca en la lengua. El Wicab BrainPort, ha sido diseñado para ayudar a las personas ciegas brindándoles un nivel reducido de visión.
La cámara en las gafas transmite la información lumínica a una unidad base muy pequeña del tamaño de un teléfono celular, según explica un artículo en la revista Scientific American.
La unidad base de información convierte la luz en impulsos eléctricos, lo que reemplaza la función de la retina, que es la superficie en la parte posterior del ojo responsable de codificar la luz en impulsos nerviosos y trasmitirlos al cerebro.
La unidad básica envía esa información en un conjunto de 144 micro electrodos dispuestos en una paleta que se coloca en la lengua, así los micro electrodos estimulan los nervios en la superficie de la lengua.
Aunque parezca increíble, el cerebro del usuario realmente aprende a interpretar las sensaciones emitidas por la lengua como una especie de imagen visual. Después de todo, su cerebro no puede «ver», sólo puede interpretar los impulsos nerviosos de los ojos y luego crear una imagen que le ayuda a moverse a través de una habitación o encontrar objetos cercanos.
La unidad básica tiene características tales como control de zoom, ajustes de control de luz e intensidad, mediante estos controles, los usuarios pueden utilizar con éxito el BrainPort para encontrar las puertas y los botones de ascensor e incluso leer las letras y los números, así como en una mesa, los usuarios pueden ver las tazas y cubiertos.
El BrainPort debe ser aprobado para el mercado a finales de 2009, que costará unos 10.000 dólares por máquina y ya ha sido probado por la Marina de los EE.UU.; para ser utilizado por los Navy Seals.