Misterios resueltos: Sueños que no son sueños!

¿Alguna vez has despertado por haber experimentado la sensación de que caes? O típico tienes la sensación de haber despertado y te ves realizando un montón de actividades para luego darte cuenta que sigues acostado y nos has hecho nada. O ya se el aterrador momento donde sientes que no puedes moverte, no puedes respirar bien y que por cierto muchos relacionan con que se les subió el muerto.

Pues bien estas son características propias de algunos estados mentales que podemos atravesar durante las etapas del sueño, que si bien no son sueños guardan una relación directa con estos y se pueden llegar a confundirnos. ¿Cuáles son?

Alucinación hipnogógica: Se producen cuando uno está a punto de dormirse. A menudo aterradora pues el cuerpo se paraliza y sólo funcionan los músculos de los ojos, corazón, el cerebro y la respiración. En ese estado es común creer que se está despierto, hasta tal punto que se tiene seguridad de tener los ojos abiertos y de ver y escuchar cosas alrededor. La característica de este estado es que el cuerpo no puede moverse, está inmovilizado. Si el sujeto quiere moverse no podrá hacerlo. Hay incluso ocasiones en que la persona que está durmiendo en ese estado se despierta, y la inmovilidad permanece. El sentimiento más común que la gente experimenta es la sensación de caer , pero también se siente que hay alguien o algo en la habitación, llegando al punto de creer ver sombras, arañas, ratas, y varios otros intrusos en la habitación.

Alucinación hipnopómpica: Difieren de las hipnogígicas en que se presentan cuando las personas están despertando. Son percepciones que no se corresponden con la realidad objetiva pero son vividas como tales, de manera que el sujeto no las distingue de una experiencia normal vivida completamente despierto.

Terrores nocturnos: se parece a una pesadilla pero es mucho más espectacular. No es un sueño, sino más probablemente una súbita reacción de miedo que tiene lugar durante la transición de una fase de sueño a otra. Los padecen con mayor frecuencia los niños y los adolescentes. La respiración y el ritmo cardíaco se le pueden acelerar, puede empezar a sudar, a agitarse y a comportarse como si estuviera sumamente alterado y asustado. A diferencia de las pesadillas, que se suelen recordar, al día siguiente los niños no tienen ningún recuerdo del terror nocturno porque estaban dormidos mientras ocurrió —y no tienen imágenes mentales que evocar.

Pesadillas: Pueden ser sólo una forma que nuestro cerebro tiene de hacer frente a las tensiones y temores de la vida cotidiana. Una o más pesadillas durante un breve período de tiempo pueden ser causadas por un hecho importante de la vida, como la pérdida de un ser querido, un acontecimiento traumático, el aumento del estrés en el hogar o el trabajo. A causa de su propia naturaleza, se tiende a recordar las pesadillas y sus detalles vívidos. Las pesadillas tienen un impacto más grande sobre la mente al despertar y sus imágenes pueden permanecer a lo largo del día.

Sonambulismo: Los individuos desarrollan actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas. Un sonámbulo puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa, mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación. Es difícil despertarlos aunque, en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta peligroso. Pero no esta relacionado con los sueños pues ocurre durante la fase No-REM.

Sueños diurnos: O lo que es lo mismo soñar despierto, la mente escapa a todo control y nos deja en un espacio que incluye la imaginación pero a la vez sin poderla controlar y sin que sus contenidos nos debieran de sobrepasar. No se organiza, es divagar donde toda nuestra estructura mental trabaja para avizorar pronósticos agradables o desagradables, posibles o imposibles, gratificantes o frustrantes, de corto o largo plazo. Siempre se refiere a algo para nuestro interés personal.

Trance y delirio: Se presentan cuando disminuye la eficacia del sistema nervioso central para procesar los estímulos sensoriales del entorno y el sujeto sigue al ritmo interno de sus ideas.

Que ves en ésta imágen?

A primera vista notarás, a mano izquierda, los contornos del rostro y cabello de una mujer, así como algunos rasgos de su cara, en particular un lunar en la punta de la nariz.

Pero si te detienes en ese lunar durante unos 15 segundos y luego desplazas la mirada al recuadro en blanco a la derecha, debes poder contemplar la imagen de una mujer joven, bonita, de pelo oscuro.

Se trata, desde luego, de una ilusión óptica, que funciona mediante el uso de una técnica llamada “imagen negativa persistente».

Los fotorreceptores del ojo

Esto se explica mediante el mecanismo de los fotorreceptores del ojo, que identifican colores y los codifican en términos que nuestro cerebro puede entender.

Los seres humanos tienen tres “canales” de color, uno con escala de grises, otro de rojos y verdes y el tercero de azules y amarillos. Al mirar un color específico, las células del canal donde se encuentran se activan, pero después de un corto periodo de tiempo se debilitan.

«Esto sucede cuando los fotorreceptores, principalmente las células del cono en sus ojos se estimulan en exceso y fatigan, haciendo que pierdan sensibilidad”.

En la vida cotidiana normal, no notarás estos cambios porque los diminutos movimientos de tus ojos impiden que estén sobreestimulados.

Cuando los fotorreceptores se cansan, suelen identificar el color opuesto más fuerte del mismo canal. Por ejemplo, si miras fijamente demasiado tiempo una imagen color magenta luego verás una estela de color verde.

Por lo tanto, en esta ilusión óptica nuestras células receptoras de azul se cansan, lo cual estimula el tono opuesto, amarillo. Esto nos permite ver un tono más natural de piel y equilibra lo que sería el equivalente a un negativo de película fotográfica para revelar la otra imagen que corresponde a la mujer hermosa y evasiva.

Esta explicación, sin embargo, no aplica al famoso vestido dorado o azul– que sacudió internet hace poco, y que todavía tiene a los expertos rompiéndose la cabeza.

Un matemático podría haber resuelto el misterio de la desaparición del MH370

El Boeing 777 Jumbo desapareció hace 15 meses sin dejar ningún rastro, pero el profesor de matemáticas, Goong Chen, dice haber resuelto el rompecabezas.

A más de un año de la desaparición del vuelo MH370 de Malasia Airlines, un grupo de científicos ha aventurado una teoría que podría poner fin a uno de los mayores misterios de la historia de la aviación.

Un equipo de investigación interdisciplinario liderado por el profesor de matemáticas Goong Chen de la Universidad A & M de Texas afirma que el avión se hundió verticalmente en el sur del Océano Índico en marzo de 2014, y por ello no hay rastros de la nave ni de sus 239 pasajeros. Continuar leyendo «Un matemático podría haber resuelto el misterio de la desaparición del MH370»