Como en otros lugares de Internet, he descripto la forma en que los científicos están logrando tantas precisiones en la “visualización” interna de nuestro planeta.
Vimos que se descubrió una nueva función para los sismógrafos, que hoy están distribuidos profusamente por todo el mundo, incluida la Antártida y que siguiendo a la prospección petrolífera y a la inducción en modelos comunes astronómicos, han desplegado una técnica de frecuencias sónicas para “ver” en las profundidades.
Por ejemplo, de los estudios que se han realizado extracto uno realizado hace poco tiempo de la Revista Science:
Los científicos recogieron datos de cientos de sismógrafos y utilizaron un proceso de dispersión tridimensional para analizar los límites entre el núcleo y su corteza externa.
Tras ello evaluaron la transición de la perovskita, el material común del manto, a postperovskita, y utilizando teorías y medidas de laboratorio, emplearon la posición de la transición para determinar la temperatura de los límites entre el núcleo y su corteza.
Como vemos, la ciencia cada vez encuentra más caminos para encontrar respuestas a los misterios de la naturaleza.