Una misteriosa criatura de 500 millones de años de antiguedad

Los restos fósiles de una extraña criatura prehistórica con forma de cigarro fueron descubiertos en Marruecos.

Conocido como Helicocystis moroccoensis, la especie era un equinodermo primitivo, el mismo grupo de animales a los que pertenecen los erizos y las estrellas de mar. Se cree que es la primera de ellas en poseer simetría cinco veces, como la observada en los brazos de una estrella de mar o de los patrones de un dólar de arena e incluso fue capaz de cambiar su forma del cuerpo.

Los fósiles de las especies fueron descubiertas en 2012 por el paleontólogo Andrew Smith y sus colegas mientras excavaban en los sedimentos de las montañas del Anti-Atlas marroquí. Data de 520 millones años, por lo que éstas criaturas habrían vivido en el gigante supercontinente prehistórico llamado Gondwana.

H. moroccoensis, tiene un cuerpo cilíndrico que se extiende por 4 centímetros de largo. La boca del equinodermo fue en la parte superior de su cuerpo, y lucía una taza hecha de chapas estriadas con un pequeño tronco en su base. Tenía un esqueleto de retículo hecho de calcita.

La Explosión del Cámbrico

En 2012, Smith y sus colegas estaban excavando en sedimentos que datan de hace unos 520 millones de años en las montañas del Anti-Atlas en Marruecos, cuando se descubrieron varios ejemplares de la extraña fósil.

La criatura vivió en el antiguo supercontinente llamado Gondwana durante la explosión cámbrica, un período en que todas las criaturas habitaron los mares y la vida en el planeta diversificado considerablemente.

Uno de los equinodermos más antiguas conocidas, Helicoplacus – primero descubierto en las Montañas Blancas de California – tenían una espiral pero el plan del cuerpo asimétrico. Y todos los equinodermos modernos comienzan como larvas con simetría bilateral, planteando la cuestión de cómo y cuándo se originó el plan corporal de cinco puntos distintivos de las criaturas.

Titanoboa: La historia de la serpiente Titánica

La sangre caliente de otros animales de la selva debió enfriarse drásticamente cuando veían deslizarse a estas enormes serpientes, 58 millones de años antes de que unos paleontólogos las descubrieran y las bautizaran Titanoboa. Habitaron los tórridos paisajes selváticos colombianos del Paleoceno y hace pocos días revivieron en el canal Smithsoniano, que ha presentado un fascinante documental dedicado a sus costumbres y entorno.

El año pasado, el Museo de Historia Natural del Instituto Smithsoniano ya había construido una monumental réplica del animal prehistórico.

También hace un año, otro equipo técnico canadiense, esta vez con intenciones más artísticas que científicas, había creado una versión electromecánica de 10 metros de largo.

Titanoboa; El Monstruo de la laguna

La historia contemporánea de estas serpientes titánicas de la familia de las boas comenzó en 2002, cuando el entonces estudiante de Geología, Fabiany Herrera, visitó Cerrejón, la mina de carbón al aire libre más grande del mundo, ubicada en el departamento de La Guajira, al norte de Colombia. «Acababa de bajar del autobús, encontré una roca, la levanté y vi una hoja fósil», contó. Esa hoja correspondía a una planta que remitía a una antigua selva tropical del Paleoceno.

El hallazgo de Herrera dio paso a otro mayor. En 2004, el estudiante Edwin Cadena tropezó con los restos de lo que creyó eran cocodrilos prehistóricos. En esta región del norte de Colombia solían hallarse fósiles de tortugas, y eso buscaba Cadena. Pero encontró otra cosa.

Esos vestigios óseos eran parte de un monstruo enorme. Su tamaño promedio fue establecido por Carlos Jaramillo, paleontólogo del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales. Su equipo reunió los restos de varias decenas de Titanoboas que habitaron la zona. «Es la serpiente más grande que ha existido, vivía en lagos y mataba a sus víctimas estrangulándolas y comiéndolas enteras», explicó. De hecho, entre los restos hallados había esqueletos de tortugas gigantes (Cerrejonemys) y de cocodrilos (Cerrejonisuchus), acaso presas del enorme ofidio. Continuar leyendo «Titanoboa: La historia de la serpiente Titánica»