Nahuelito – El monstruo del lago Nahuel Huapi

El Nahuelito es una criatura similar en aspecto al Nessie (El Monstruo del Lago Ness, en Escocia) y debe su nombre al lugar en donde fue visto por primera vez: El Lago del Parque Nacional Nahuel Huapi, en Argentina.

Algunos testigos describen la criatura como una especie de animal prehistórico vegetariano. Otros, en cambio, sostienen que es un dinosaurio de pequeño tamaño, aunque carnívoro y que aparece solamente de noche.

El Origen de la Leyenda.

Las historias sobre ésta misteriosa criatura proceden de los relatos indígenas previos a la conquista de Argentina. Sin embargo, a partir de 1897, el director del zoológico de Buenos Aires, Clemente Onelli, comenzó a recibir múltiples informes sobre una extraña criatura que habitaba en los lagos del Parque. A pesar que desde ese momento se comenzaron a realizar investigaciones en la zona, nunca pudo encontrarse algún rastro del Nahuelito.

El primer avistamiento “registrado”, ocurrió en el año 1910. George Garret trabajaba en una Compañía canadiense localizada cerca del parque. Según éste testigo, un día en que había ido a pescar al lago, pudo observar a unos 400 metros de distancia, una criatura cuya parte visible medía entre unos 5 o 7 metros de longitud, y sobresalía unos dos metros fuera del agua. La noticia fue publicada por el periódico Toronto Globe.

En el año 1922, Onelli recibió el testimonio de Martín Sheffield, un buscador de oro estadounidense, acerca de un rastro de grandes huellas en la orilla del lago Nahuel Huapi. De inmediato se organizó sin éxito una búsqueda por el área.

El crecimiento de la ciudad de Bariloche como, situada a orillas del lago en cuestión, como destino turístico durante los años setenta, aumentó numerosamente los avistamientos del “Nahuelito”. Sin embargo, nunca se han obtenido pruebas contundentes sobre la existencia de éste mítico animal.

Una teoría probable.

Se ha sugerido que podría tratarse de un milodón, un mamífero terrestre extinto a comienzos del siglo pasado.

Criptozoología : El Mapinguari

El Mapinguari es una versión brasilera del conocido Pie grande. A diferencia de éste, el Mapinguari viviría en la extensa selva del Amazonas. Este extraordinario ser ha sido descrito numerosas veces por lugareños e investigadores como un oso grande y nocturno, cubierto de pelo rojo que camina erecto como un hombre, con cara de faciones humanas y que emite un olor exageradamente desagradable.

Sus patas, tienen garras viradas hacia atrás. En ocaciones se lo ha visto seguido por una nube de moscas. Tiene un peso aproximado de unas 600 libras y una altura de más de 6 pies.

David Oren, un zoólogo brasileño del Museo de Historia Natural Emilio Goeldi de Belem. Oren, que oyo hablar por primera vez del Mapinguari en 1977, ha recogido hasta 100 testimonios de personas que aseguran haberlo visto o haber encontrado signos de su presencia (huellas ,heces y plantas semidevoradas por el críptido). Cada año se adentra en lo más profundo de la selva del estado brasileño de Acre, con la esperanza de encontrar esa prueba irrefutable que convenza a los científicos de que el mapinguari es algo más que una leyenda.

El investigador marplatense Luis Jorge Salinas nos ha enviado un correo para difundir su blog, en el que recopila numerosa información sobre éste increible críptido. También menciona su libro; Un escrito testimonial sobre el llamado criptido mapinguari, en el cual se exponen datos, detalles, e imágenes sobre el aspecto de estos animales, y las expediciones con el apoyo de uno de los biologos mas famosos de Brasil Richard Rasmussen.

Segun los testimonios y relatos de aquellos que han tenido la oportunidad de verlo, el Mapinguari guarda cierta relación con el megalonyx u oso perezoso terrestre, un animal que supuestamente se extinguió hace más de 13.000 años.

El fraude de los Garadiábolos

Entre las historias de monstruos y críptidos conocidas que resultaron por ser un fraude, una d elas más curiosas es la de los Garadiábolos. Transcurrían los años setenta y un jóven profesor de educación física llamado Alfredo Garcia Garamendi, dijo haber encontrado en las profundidades de un un río de Puerto Rico, denominado las cabras, una especie desconocida con forma de pez y características similares a las de un humano. El extraño fenómeno tenía la capacidad para vivir en el agua y en la superficie, ya que su morfología le permitía adaptarse a cualquiera de éstos dos medios. Su constitución física era antropomórfico y algunos de sus rasgos eran realmente diabólicos, por lo que Garamendi lo había denominado «Garadiábolo».

La extructura osea de éste animal era similar a la de los humanos a excepcion de la cola y las alas. El rabo aunque muy parecido al de el mono, estaba dotado de varias aletas marinas. Las patas eran de estructura cartilaginosa cubiertas de mas a carnosa; partian de la pelvis y se alargaban hasta terminar en la punta, sin pies. El torax constaba de diadragma, esternon y una serie de costillas rudimentarias a ambos lados. La pelvis , aunque muy simple, cruzaba las caderas del extremo a otro de su cuerpo, formando una ligera curvatura en el centro, la columna vertebral nacia en la base del cuello y terminaba en la punta de la cola.

Garamendi, en su historia, relató como habían tenido que luchar contra éste animal ya que su naturaleza era agresiva hasta que finalmente lograron capturarlo aunque lamentablemente sin vida.

Como ocurre con la mayoría de las historias de éste tipo, Garamendi y su equipo de buceo tomaron fotos de la criatura y enviaro las imágenes a la Universidad de Puerto Rico con el propósito de descubrir su verdadero origen. Pero las fotografías no eran suficiente para establecer alguna hipótesis.

Solicitó no mencionar sobre este especimen a los medios y se reservó el hecho de enviar cualquier fragmento del especimen aportando algunos datos como las fotogafías y algunas radiografías obtenidas a los pocos días de la supuesta captura.

Efectivamente, su interés de no aportar pruebas encubría el hecho de que todo era simplemente un burdo fraude.

Al no poder aportar pruebas tangibles, Garamendi recurrió a otra mentira diciendo que e animal había sido confiscado por un grupo de personas que decían ser especialistas en biología marina, provenientes de Estados Unidos. Poco después alargaría el fraude e, incluso, llegaría a escribir un libro sobre estos extraños seres llamados «Garadiábolos».

A través de las fotografías, los científicos lograron descubrir que el Garadiábolo era una especie de peces mantarrayas cuya apariencia es distorsionada tras cortar las aletas y seccionar su cola en tres partes, dos en piernas y la central en una cola.