El monstruo del lago Windermere en Inglaterra

En las aguas del lago Windermere, en Inglaterra, ha sido visto en numerosas oportunidades un monstruo de similares características a las del famoso Nessie del Lago Ness.

Hace poco tiempo atrás, Tom Pickles y Sarah Harrington navegaban en su kayak por este lago cuando atravesaron una zona de niebla. Al salir del banco de neblina, divisaron una extraña criatura con rasgos de serpiente pero de gran tamaño y a una gran velocidad.

A diferencia de muchos otros testigos que a lo largo de los últimos años aseguran haber visto a la criatura, éstos turistas lograron fotografiar el avistamiento.

los escépticos aseguran que se trata de un pez gato de gran tamaño, sin embargo, algunos sostienen que se trata de una serpiente marina prehistórica.

La pareja de aventureros relató Telegraph, que al encontrarse con el monstruo quedaron «petrificados» y que tras el susto decidieron regresar remando a la orilla.

La Historia del Monstruo del lago Windermere

En el año 2006, un profesor de periodismo y su mujer fueron los primeros en «ver» al equivalente inglés de Nessie. En aquella oportunidad, los medios divulgaron la noticia de que una anguila gigante de unos 6 metros de largo había sido divisada por los citados observadores.

A partir de allí, el lugar cobró mayor fama, y algunos criptozzólogos comenzaron a investigar las profundidades del lago, con un instrumento para captar ondas sonoras bajo el agua. Pese a los esfuerzos realizados, no consiguieron develar el misterio.

Por otra parte, el «cazador de monstruos» Robert Rines, quien lleva casi 40 años buscando el legendario monstruo del lago Ness, anunció a finales del año pasado que finalmente abandonaría la búsqueda. Rines, que tiene 85 años, pasó casi la mitad de su vida tras la utópica aventura de descubrir el críptido.

Extraña Criatura fotografiada en Lousiana (EE.UU)

La redacción de la cadena NBC33 News de Lousiana en Estados Unidos, hizo pública una imagen que le fuera enviada hace algunas semanas atrás por un cazador. Al parecer la escalofriante fotografía habría sido tomada por una cámara fija instalada en un bosque para detectar ciervos. La criatura, de aspecto humanoide habría despertado la curiosidad de los redactores por lo sobrenatural y por ese motivo fue meritoria su publicación.

La criatura fue hallada dentro de la tarjeta de memoria de una cámara fotográfica, encontrada a principios de Diciembre (2010). Aunque la cámara estaba completamente destruída, la tarjeta se encontró intacta y en su interior y con algunas otras fotografías no relevantes, se descubrió éste engendro de la naturaleza.

Algunos aseguran que se trata de un HOAX (bulo) que ha trascendido hasta los medios masivos de comunicación. La noticia fue tratada de manera fugaz en numerosos programas televisivos.

La historia de Oliver : El Simio Humano

Desde el nacimiento mismo de la teoría de la evolución y la selección natural promovida por Charles Darwin en el año 1859 a través de su Obra maestra «El origen de las especies…» la ciencia ha buscado el eslabón perdido; Esa pieza que nos conduce sin contradicciones a la verdad sobre nuetsros orígenes. En el camino, le han concedido ese honor a muchos fósiles de diferentes épocas, en su mayoría de simios, aunque siempre en vano.

Uno de los casos más curiosos es sin duda el de un chimpancé llamado Oliver. En el año 1960, éste simio había sido arrancado de su hábitad natural en el Congo Belga, siendo todavía muy joven, y adquirido posteriormente junto a otros dos simios por una pareja de artistas cirquenses de apellido Burger. Oliver pasó sus primeros años en la estancia que Frank y Janet Berger poseían en la pequeña localidad de Blackwood en Nueva Jersey.

Desde muy joven, sus adiestradores comprendieropn que Oliver no era un simio normal, ya que poseía cualidades inusuales entre los simios que ellos habían conocido. En principio Oliver poseía características físicas que diferían bastante de los otros simios. Caminaba erguido durante mucho tiempo, su cara era más plana, con una apariencia casi humana, poseía menos pelo, su hocico era menos pronunciado y sus orejas eran puntiagudas. Además de éstas cualidades poco usuales, el comportamiento de Oliver era distinto al del resto de los monos del lugar, incluso que cualquier otro animal que la pareja de cuidadores hubiera conocido antes.

Oliver era capaz de recibir órdenes complejas y ejecutarlas y prefería la compañía humana a la animal. Mientras vivió bajo la custodia de Frank y Janet Burger, Oliver daba con frecuencia de comer a los perros y realizaba otras tareas domésticas. Al finalizar, se relajaba tomándose una taza de café. Por las noches, se sentaba a ver la televisión, frecuentemente en compañía de uno de sus dos cuidadores. A veces, llegaba incluso a preparar un par de copas para Frank y para sí mismo. Además, nunca buscaba la compañía de otros chimpancés y cuando se veía obligado a separarse de sus amigos humanos, lloraba. Algunos científicos se hicieron eco de éste fenómeno y por un momento creyeron estar ante la presencia del primer «Humancé» (Un hipotético híbrido entre humano y chimpancé).

A finales de los setenta, el diario Los Angeles Times dedicó un artículo a Oliver anunciándolo como “un eslabón perdido” o una nueva subespecie de chimpancé.

Cuando Oliver alcanzó la madurez sexual, sólo le interesaban las hembras humanas y comenzó a demostrarselo a su dueña, fue tal vez por ese motivo que en el año 1975 la pareja decidió venderlo a un abodago de Manhattan, Michael Miller, quien estaba obsesionado con el chimpancé. A partir de ese día, Oliver comenzó a pasar de un dueño a otro y a deambular de un parque temático a otro hasta que finalmente nadie supo más de él.

Durante su estadía con Miller, fue visitado por científicos de gran reputación entre los que se encontraban: George Schaller, de la Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje y uno de los biólogos más conocidos del mundo, y Clifford Jolly, reputado antropólogo de la Universidad de Nueva York.

Oliver: El Simio Humano

Todos los medios de comunicación competían por contemplar «al presunto eslabón perdido». Para entonces, los científicos ya habían informado sobre las pruebas que le habían practicado a Oliver: Miller hizo caso de lo que quería escuchar e ignoró el resto. En esos momentos, ejecutivos de la Nippon Television Network, un poderoso canal de Japón, le ofrecieron una pequeña cantidad de dinero y financiar los estudios científicos adicionales. Entre ellos, pruebas genéticas, a cambio de retransmitir en exclusiva el resultado de las mismas. A Miller le pareció la oportunidad perfecta para determinar la verdadera naturaleza de Oliver y conseguir, de esa manera, algo de dinero. Continuar leyendo «La historia de Oliver : El Simio Humano»