La columna vertebral esta formada por fibrocartílagos, que son como pequeños colchones entre los huesos, los fibrocartílagos se expanden en ausencia de la gravedad y por ese motivo un astronauta puede aumentar hasta 3 centímetros en ausencia de la misma.
Aunque éste dato sea muy curioso, les sorprenderá saber que lo mismo nos ocurre a todos mientras dormimos ya que cuando estamos durmiendo hay menos atracción de la fuerza de gravedad, por lo tanto, nuestras columnas están libres para expandirse más que si estamos despiertos.
Sin embargo, tanto en el caso de los astronautas como en el de nuestro ensueño, la columna vuelve a su estado natural cuando la fuerza de la gravedad es normal. El astronauta al regresar a la tierra y nosotros al levantarnos de la cama. ¿Curioso NO?
Hessdalen es un valle localizado en el centro de Noruega a unos 8 km del Círculo Polar Ártico, por ese motivo desde noviembre hasta abril, el lugar se encuentra sepultado bajo la nieve. Sobre este se encuentra emplazado un pequeño poblado de 150 habitantes en un perímetro que abarca unos 12 kilómetros. Dicho contexto de aislamiento y soledad parace ideal para la ocurrencia de fenómenos paranormales.
Arriba: Una de las primeras fotografías automáticas tomada con la Estación de Hessdalen. En la imágen se pueden ver claramente dos luces en el sector derecho de la misma. Foto tomada el 01/08/98
En diciembre del año 1981, los lugareños comenzaron a ver extrañas luces desplazándose en el cielo de toda la región; Dichos avistamientos se sucedieron hasta el año 1984 en creciente aumento, hasta llegar a contar con unos 20 reportes semanales. El 85 % de los testimonios hacían referencia a observaciones de luces brillantes que aparecían en las noches y que permanecían estáticas por largos períodos de tiempo, incluso más de una hora; En otros relatos, éstas luces se movían lentamente y a veces luego de algunos movimientos se detenían en el aire. Incluso mostraban gran velocidad, los radares llegaron a detectar 8500 m/s, es decir cerca de 25.000 km/h.
En un principio se creyó que éstos avistamientos tenían que ver con el fenómeno OVNI. Al acrecentarse los testimonios de apariciones de éstas luces, y ante la negativa de los institutos oficiales habituales, un grupo de personas que vivían en el lugar comenzaron por vocación y con deseos de resolver el misterio a investigar el fenómeno.
El proyecto Hessdalen
Apoyados por la amplia organización noruega «UFO-Norgue», dieron comienzo al «proyecto Hessdalen» durante el verano del año 1983 – Entre sus participantes se encontraban profesionales de la Universidad de Oslo y Bergen, y el objetivo consistía justamente en explicar los fenómenos que se veían en el valle y en zonas aledañas.
El 19 de noviembre el proyecto fue presentado a los habitantes del valle; El trabajo de campo con todos los instrumentos comenzó el 21 de enero de 1984 y finalizó el 26 de febrero. Si bien las labores se efectuaban los fines de semana las circunstancias exigieron trabajo de tiempo completo, lo que invitaba la participación de otras personas, que pasaron las 20. Este gran trabajo de investigación dio como resultado 53 observaciones. Aunque también se desplegó un gran trabajo de campo en el invierno de 1985, ningún fenómeno extraño pudo visualizarse.
El Reporte del año 1985
Después de haber recolectado toda la información pertinente, Erling Strand, el coordinador del proyecto dio a conocer un informe con las conclusiones a las que se había llegado.
Lugares: las luces podían aparecer en cualquier parte. A veces eran reportadas justo arriba de los techos de las casas o a escasa altura de los campos, otras veces se encontraban a gran altura. Pero lo más constante era observarlas en la lejanía, por debajo de las cumbres de las montañas.
Temporalidad: los avistamientos ocurrían varias veces al día en las cercanías del valle, pero lo más recurrente eran las observaciones nocturnas. También había variación estacional, pues las extrañas luces hacían más su aparición en invierno que en verano, y esto puede tener relación con el hecho de que son zonas polares, y durante el verano la luz diaria se apodera de casi toda la noche también.
Formas y colores: las luces mostraban diferentes formas, desde una «billetera» con bordes definidos, una «pelota de fútbol», hasta un «árbol de Navidad» dado vuelta. Los colores eran mayormente blancos o blanco-amarillentos, aunque a veces podía aparecer una pequeña luz roja sobre un fondo blanco, o en las fotos una azul. Menos frecuente aún eran luces de distintos colores simultáneamente.
Fueron estas características las que marcaban indicios de cómo las extrañezas observadas debían ser llamadas, el concepto más apropiado sería el de UFO (Unidentified Flying Objects) – En Español, OVNI (Objeto Volador No Identificado). Continuar leyendo «El misterio de las luces de Hessdalen»
La localidad austríaca de Hallstatt no es famosa por los paisajes naturales de gran belleza sino por poseer un extraño osario en donde los cráneos se decoran de manera «original». En una casa, al oeste de Austria, en la región Salzburgo, encontramos una hermosa región que no escatima en belleza natural. En ese mismo lugar se encuentra la casa «Karner Beinhaus», o casa de los huesos.
La región junto a su imponente lago fueron declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 1997. No es para menos, tanto el lago como el pueblo son como extraídos de un cuento de hadas.
El osario se emplaza junto a la iglesia del pueblo, y en su interior se pueden visitar más de 1.000 cráneos apilados de forma tradicional, unas 600 calaveras pintadas de manera curiosa gracias a una peculiar costumbre austriaca que solo se mantiene aquí.
Segun la tradición de algunas zonas de Europa, hasta finales del siglo XVIII las tumbas eran alquiladas por un período de tiempo limitado; Generalmente unas décadas y cuando el contrato se vencía, los restos eran exhumados para volver a alquilar la tumba a otro «inquilino».
Los restos eran trasladados a las Karner Beinhaus, donde los cráneos eran limpiados y pintados con diversos motivos, flores, serpientes, etc, y donde se incluía además el nombre de la persona y el año de su muerte. De ésta manera, los cráneos se convertían en una especie de lápida que prevalecería indefinidamente en el tiempo.
Aunque ésta costumbre se fue perdiendo con el paso del tiempo, Hallstatt sigue conservando los cráneos debido a la falta de espacio en su cementerio y su Casa de los Huesos sigue en funcionamiento. Para poder lucir cráneo allí se debe ser natural del pueblo y dejarlo escrito en testamento. El último cráneo se colocó en 2004.