Descubren a un niño africano en una maleta en la frontera de Ceuta

Acurrucado, cubierto por prendas de ropa y asustado, un niño marfileño de ocho años fue descubierto oculto en el reducido espacio de una maleta para hacerle cruzar la frontera entre Marruecos y Ceuta, informó este viernes la Guardia Civil.

Una adolescente de 19 años transportaba el pequeño equipaje con ruedas cuando fue controlada el jueves mientras cruzaba por el paso para peatones hacia ese enclave español de menos de 20 km2 situado al norte de Marruecos, explicó la Guardia Civil.

«Al pasar la maleta por el escáner, el operador observó algo extraño, lo que parecía que era una persona», relató a la AFP un portavoz policial. «Al abrirla, encontró a un menor en una condición lamentable», agregó.

Se trataba de un niño que afirmó tener ocho años y ser originario de Costa de Marfil, según la Guardia Civil. «Me llamo Abú», afirmó el pequeño en francés, abriendo sus enormes ojos muy asustado, al ser descubierto, afirmaba la prensa española, asegurando que la maleta no tenía respiraderos.

La joven que lo acompañaba, que no es su madre, «posteriormente se puso a disposición judicial», precisó la Guardia Civil. Pocas horas después, el padre del pequeño fue detenido cuando cruzaba la frontera. Originario de Costa de Marfil, vive en el archipiélago de Canarias.

Sometidos a una fuerte presión migratoria, Ceuta y Melilla, únicas fronteras terrestres de África con la Unión Europea, ven con regularidad a inmigrantes intentado cruzar ocultos en los lugares más inverosímiles y peligrosos. A principios de esta semana, un marroquí de 23 años fue encontrado dentro de un contenedor marítimo en el puerto de Melilla con destino al continente. Debido al largo fin de semana del 1 de mayo, éste se había quedado en el puerto y el joven pasó cuatro días encerrado, sin comida ni bebida. Fue rescatado cuando un guardia civil oyó sus gritos de socorro y sus fuertes golpes contra las paredes del contenedor en el que estaba atrapado.

Maravillas de la naturaleza

La naturaleza es impresionante. En el planeta se producen diversos fenómenos increíbles y dignos de admiración que no parecen ni reales. Desde Belice hasta Venezuela, pasando por la Isla de Navidad, algunas de las maravillas que no te puedes perder.

El Gran Agujero Azul

Se trataba de un sistema de cuevas de piedra caliza durante el último periodo glacial que se terminaron inundando y el techo derrumbándose cuando subieron las aguas. Está en Belice y es un agujero de forma circular con más de 300 metros metros de ancho y 120 de profundidad.

Columnas basálticas

Son formaciones de pilares verticales que se forman por la fractura de la roca durante el enfriamiento de la lava basáltica en un cráter o caldera volcánica. Una de la más conocidas en el mundo es la Calzada del Gigante en Irlanda, que tiene más de 40.000 columnas.

Nubes lenticulares

Se trata de nubes estacionarias y se forman a grandes altitudes en zonas montañosas y aisladas de otras nubes. El sistema atmosférico que las forma involucra grandes movimientos verticales de aire.

Relámpago del Catatumbo

Se trata de un fenómeno metereológico que se produce en la cuenca del lago de Maracaibo en Venezuela. Se produce por las cordilleras que encierran y frenan a los vientos del noreste, que producen nubes que dan lugar a una serie de relámpagos de manera casi continua.

Las piedras reptantes del Valle de la Muerte

A principio de los años 40 se descubrió que cientos de rocas dejaban tras de sí un rastro de movimiento. Finalmente en 2014 se resolvió el misterio. El lago se llena de agua, la cual debe estar a una altura determinada, al desplomarse las temperaturas por la noche el estanque se congela para formar láminas de hielo, que deben tener un grosor determinado. En los días de Sol el hielo se derrite en pequeñas láminas que son desplazadas por el viento, dejando el sendero de piedras reptadoras.

Las ondas ásperas

Formación nubosa reconocida recientemente. Han existido desde siempre, pero ha sido en los últimos años cuando se han captado. Son de desarrollo horizontal, propias de los frentes calientes y de altura media.

Nadando con aviones, increíbles fotos tomadas en una isla caribeña

Daniel Botelho le dio la vuelta al mundo para fotografiar al extraño pez Mola-Mola, ha nadado con cocodrilos en el Nilo y elefantes en la India, ha visto de cerca tiburones blancos y otras temibles criaturas acuáticas, pero una sesión de fotos en una playa del Caribe se convirtió en uno de los mayores retos profesionales de su carrera.

Botelho pasó una semana en las aguas de la playa Maho, en la isla de St. Martin, para captar los increíbles instantes que conforman su serie «Nadando con aviones».Nadando con aviones, serie fotográfica de Daniel Botelho. Foto cortesía de Daniel BotelhoNadando con aviones, serie fotográfica de Daniel Botelho. Continuar leyendo «Nadando con aviones, increíbles fotos tomadas en una isla caribeña»