Descubren murales astrológicos en una antigua tumba china

Cuando las autoridades llegaron a la tumba ya era demasiado tarde. Los saqueadores se habían llevado todo el ajuar funerario –probablemente compuesto por objetos de gran valor y belleza–, e incluso los restos de los cadáveres de quienes habían yacido allí enterrados durante siglos.

Por suerte, la llegada de la policía había impedido que, en un último momento, los ladrones de tumbas se llevaran lo único de valor que quedaba en su interior: unas espectaculares pinturas murales que, según los expertos, ocupan una superficie de unos 80 metros cuadrados.

El lamentable saqueo se produjo en el año 2008 y, cuando los arqueólogos llegaron a la tumba –ubicada a unos 330 kilómetros al sudoeste de Pekín, a las afueras de la ciudad de Shuozhou–, tan sólo pudieron recuperar algunos pequeños fragmentos de diversos objetos, que sirvieron para datar el enterramiento a mediados del siglo VI de nuestra era.

Según Liu Yan, arqueólogo chino que ha participado en el estudio del yacimiento y es autor de un reciente trabajo al respecto que ha publicado la revista ‘Chinese Archaeology’, los saqueadores habían entrado en la tumba en al menos tres ocasiones, y ya tenían todo preparado para arrancar también los hermosos y relativamente bien conservados murales.

Afortunadamente la policía frustró sus intenciones, y los especialistas pudieron comenzar a estudiar la tumba y sus pinturas que, pese a tener unos 1.500 años de antigüedad, se encuentran en un estado de conservación bastante óptimo. Continuar leyendo «Descubren murales astrológicos en una antigua tumba china»

Hallan una misteriosa joya en los pantanos de la Florida

Al igual que la mayoría de las personas que se inscribieron para la cacería oficial del pitón birmano de la Florida a fines del año pasado, Mark Rubinstein navegó un par de veces en el parque nacional de los Everglades sin ver una sola de las elusivas serpientes.

En la tierra que cubría un dique, ubicado unos 16 kilómetros (10 millas) en el interior del pantanal del extremo sur de la Florida, Rubinstein encontró un pendiente de oro con zafiros en forma de cruz dentro de un círculo de diamantes. Un extremo del medallón del tamaño de una moneda de un centavo estaba deformado.

Literalmente, pudo haber caído del cielo. Rubinstein cazaba en el área donde se precipitaron dos aviones: el Vuelo 401 de la aerolínea Eastern procedente de Nueva York que se aprestaba a aterrizar en Miami en 1972 y el 592 de la línea ValueJet con rumbo a Atlanta que se incendió poco después de despegar de Miami en 1996.

Rubinstein espera devolver la joya a sus propietarios.

«Tenemos que contactar a la familia de ser posible», dijo la semana pasada.

Los 104 pasajeros y cinco tripulantes del ValueJet murieron. El vuelo de Eastern llevaba 163 pasajeros y 13 tripulantes. Sobrevivieron 77 personas, gracias en parte a un residente de la ciudad de Homestead que cazaba ranas en su bote esa noche. Fue rescatando sobrevivientes y apuntó con su foco delantero hacia el cielo para que los helicópteros de rescate llegaran al lugar.

El pasajero Ron Infantino, del Vuelo 401, pasó cinco horas atascado entre escombros en el agua y la vegetación, aferrado al posabrazos del que fue su asiento en el avión. El impacto lo dejó desnudo, excepto por los elásticos de sus calcetines. El cadáver de la mujer a la que había desposado veinte días atrás, Lilly, apareció dos días después.

Cuando vio la foto del pendiente de Rubinstein pensó en su esposa, pero resultó que ella no había sido la propietaria.

Rubinstein llevó el pendiente a Robert Moorman, propietario de la joyería Carroll en Fort Lauderdale. Moorman determinó que es una pieza fabricada a mano de 18 ó 22 quilates, probablemente del siglo XIX o fines del XVIII.

Si nunca halla a su propietario, Rubinstein planea donarlo a un museo o a la arquidiócesis de Miami.

Caras gigantes en un nuevo descumbrimiento maya

El reciente descubrimiento de un templo Maya de más de 1.600 años de antiguedad ha despertado un gran interés arqueológico. Se trata del Templo del Sol Nocturno, un templño visible desde varios kilómetros y adornado con máscaras Mayas gigantes del dios del sol.

Perdido durante mucho tiempo en las profundidades de la selva de Guatemala, el templo está finalmente mostrando sus misterios a los arqueólogos, y revela nuevas pistas sobre la cultura Maya.

A diferencia de los relativamente centralizados imperios azteca e inca, la civilización maya, que abarcó gran parte de lo que hoy es Guatemala, Belice y México, fue una agrupación informal de las ciudades-estado.

En 2010, los arqueólogos que trabajan en una colina cerca del centro de la ciudad antigua descubrieron La Pirámide del Diablo, de 45 metros de altura. Dentro de ésta edificación, se encontraron con un palacio real y una tumba, que se cree fue utilizado para contener la tumba del primer gobernante de la ciudad, que vivió alrededor del año 350 a 400 dC.

Por la misma época, el equipo de arqueólogos vislumbraron los primeros indicios del Templo del Sol Nocturno, detrás de la tumba real de la Pirámide y recientemente, las excavaciones pusieron al descubierto las obras de arte sin precedentes que contiene éste enigmático lugar.