Supuesto cráneo extraterrestre en el fondo del Mar Báltico

El mismo equipo que realizó el hallazgo del aparente ovni hundido frente a las costas de Suecia hizo público un sorprendente video.

Un increíble hallazgo hizo un grupo de buceadores de la empresa buscadora de tesoros, Ocean X. Los mismos que encontraron el supuesto ovni hundido en el fondo del Mar Báltico, al norte de Europa en 2011 (ver nota acá), ahora dieron a conocer un video donde se muestra lo que parece ser el cráneo de un alien.

Las imágenes, que duran dos minutos y 42 segundos, fueron tomadas el año pasado por uno de los ROV (Remotely Operated Vehicles) que utiliza el equipo. El módulo ROV estaba siendo pilotado a distancia desde el barco, en un esfuerzo por explorar el sitio, cuando los exploradores del fondo oceánico se encontraron con el extraño descubrimiento.

“Durante mucho tiempo no he sido capaz de decirle esto a nadie. Recuerdo que mi corazón latía un poco más rápido al momento que esto apareció en la pantalla”, comentó Jimmi Aasberg del Team Ocean X.

Este sorprendente material ha sido analizado por expertos que no han dado ninguna explicación por el momento. Algunas conjeturas van desde que es sólo una piedra con un extraño aspecto hasta que se trata de un cráneo alargado.

Ha trascendido que éste es sólo uno de los muchos hallazgos raros que el equipo ha hecho en el lugar, la mayoría de los cuales están aún bajo el control de la compañía de televisión que financió el viaje y que dará a conocer a finales de este año, a través de un documental de 60 minutos. Continuar leyendo «Supuesto cráneo extraterrestre en el fondo del Mar Báltico»

Aleshenka – La extraña criatura encontrada en Rusia en 1996

Aleshenka fue una pequeña criatura de origen posiblemente extraterrestre, encontrada en el pueblo de Kaolinovy, a pocos Kilómetros de la ciudad de Kyshtym, Rusia en agosto de 1996. Tamara Vasilievna Prosvirina, una ansiana que estaba semi-analfabeta, la encontró por casualidad cuando aun se encontrab viva. El hallazgo fue inmediatamente bautizado como el «Alien de Kyshtym» y no tardaron en trascender algunas fotografías con el retrato del enigmático descubrimiento. El aspecto inusual de ésta misteriosa criatura de inmediato instaló el debate sobre su posible origen extraterrestre.

Aleshenka, tenía unos 25 cm. de longitud, era de color gris y su cabeza desprovista de pelos tenía una serie de manchas oscuras. Sus ojos eran grandes, y poseía una pequeña nariz debajo de la cavidad ocular. Segun una de las versiones que giran en torno a ésta historia, la criatura fue conservada por Prosvirina durante un tiempo hasta que finalmente murió sin conocerce con exactitud las causas de tal evento.

Algun tiempo después de su descubrimiento, Tamara Prosvirina fue internada en un hospital psiquiátrico para su tratamiento, y el cadáver de Aleshenka fue entregado a la militsiya (policía local) por un vecino. En 1999, Prosvirina murió en un accidente de automóvil en extrañas circunstancias al intentar escapar del hospital.

Poco se sabe de lo ocurrido con los restos de Aleshenka en la actualidad. Un ufólogo local afirmó que el cadáver fue llevado en un ovni por miembros de la misma especie de Aleshenka. Algunos escépticos sostienen que fue comprado por un rico coleccionista de curiosidades. Un médico del hospital local que supuestamente había visto el cadáver alegó que correspondía al feto un ser humano normal de alrededor de 20-25 semanas, nacido prematuramente. Podría haber vivido durante varias horas, pero no varias semanas, contrariamente a las afirmaciones de Prosvirina.

Según los expertos del Instituto Vavilov de Genética General de Moscú, el análisis de ADN de la ropa en que Aleshenka estaba envuelta no reveló ninguna evidencia de que «él» fuese de origen extraterrestre. El 15 de abril de 2004, los científicos hicieron una declaración oficial de que la «Criatura Kyshtym» era un bebé prematuro humano femenino, con graves deformidades.

La Pirámide sumergida en el triuángulo de las Bermudas

En el año 1970, el Ray Brown, dedicado a la medicina naturista y aficionado al buceo, realizó una expedición submarina con algunos amigos cerca de las Bahamas, en un área próxima a una gran fosa denominada La Lengua del Océano.

Durante una de las inmersiones, Brown se separó de sus compañeros, y al tratar de reunirse con ellos, vio de pronto una extraña pirámide que se divisaba contra la luz aguamarina. La pirámide estaba situada a unos 40 metros de profundidad, y medía unos 6 metros de altura, de los cuales solo 2 metros sobresalían de las arenas del lecho marino. Brown quedó sorprendido por éste espectáculo, particularmente porque la magestuosa arquitectura parecía estar recubierta de cristales, con apariencia de espejos en su superficie.

Al nadar alrededor de ésta inexplicable extructura descubrió un camino de entrada y decidió adentrarse a explorar. Al pasar a lo largo de un estrecho pasillo, Brown finalmente se encontró en una pequeña habitación rectangular con un techo interior en forma piramidal y a pesar de que no llevaba con sigo ninguna linterna pudo contemplar aquella la habitación por la iluminación propia de los reflejos del agua contra los cristales.

La atención de Brown se centró en una varilla metálica bronceada de unos seis o siete centímetros que colgaba hacia abajo del ápice del centro, estando su extremo sujeto a una gema roja de numerosas caras y que terminaba en punta. Directamente debajo de la varilla y de la gema, colocado en el medio de la habitación había un estrado de piedra tallada coronado por una placa de piedra con los extremos enrollados.

Sobre la placa descansaba un par de manos talladas de metal de color bronceado, de tamaño natural, que se veían ennegrecidas y quemadas, como si hubieran estado expuestas a un calor extremo. Acomodada entre las manos, y situada a unos quince centímetros directamente debajo de la gema de la varilla del techo, había una esfera de cristal de unos nueve centímetros de diámetro. Continuar leyendo «La Pirámide sumergida en el triuángulo de las Bermudas»