En las ruinas de ésta antigua ciudad descubrieron una escalera que conducía a una extraña tumba y dentro de ella, moraba un enorme sarcófago cubierto por una tapa con el dibujo, grabado en piedra, que muestra la imágen de un hombre, del cual se posee realmente escasa información, sentado en una especie de artefacto que guarda cierta relación con los cohetes actuales. Como si se tratara de una nace espacial y manipulando una serie de instrumentos que parecen dirigirla.
La imágen conocida desde ese momento como el «Hombre de Palenque», constituye un misterio ya que nadie sabe con certeza si el hombre es la representación de un Dios, un sacerdote o el mismo Kinich Janaab’ Pakal, Rey de los Mayas.
Muchos afirman que en realidad la escena está representando el momento en el que Pakal emprende su viaje de resurrección ya que se estima, que ésta era una de las creencias religiosas de la antigua civilización Maya. De todas maneras, la imágen de Pakal es tan llamativa y misteriosa que otorga por si sola el beneficio de la duda.