Toda teoría sobre la fauna sub-nuclear es cada vez más difícil de encuadrar entre las otras teorías y búsquedas. La teoría de los Takiones bastante definida por Gerard Feimberg, nació hace muchos años y este popularizó hace cuarenta, nos habla de corpúsculos elementales, que constituirían todo lo que existe. No tenemos medios directos aún para poder verificar esta y otras teorías, pese a que van acumulando muchos años de enunciadas; además que como otras no caen simpáticas al común de los «pensantes».
El primero en escribir sobre los takiones fue Eugen Wigner, en la Universidad de Princeton en el año1939. Habló de dos takiones. Su desarrollo teórico lo basó en todas las características físicas de la cristalización en la naturaleza que ya estaban muy bien estudiadas y en particulares «transformaciones» einstenianas en su teoría relativista. Funda así la importantísima herramienta de trabajo de la física cuántica: El sistema de la SIMETRÍA, que es clave en todo lo que se ha hecho desde entonces.
Gracias a el, se comenzó con la clasificación de los «cuánticos», en bosones y fermiones, según su giro (spin), sean de número entero o de medios, respectivamente. Tan importante esto ha sido que el Super Colisionador de Hadrones, está buscando actualmente el boson de Higgins, (Mal nombrada partícula de dios), siguiendo los pasos a esta simetría a casi setenta y un años de descubierta. Continuar leyendo «Takiones misteriosos»
John Hutchison es un ciudadano canadiense que dice haber descubierto extraños fenómenos, entre ellos la anti-gravedad. Un extraño fenómeno que mantuvo durante siglos inquieto a miles de científicos. Lo curioso de éste caso es que Hutchinson lo habría hecho de manera casual mientras intentaba replicar algunos de los experimentos de Nikola Tesla.
Hutchison es a simple vista un hombre excéntrico, de vestiduras llamativas, pelilargo y con un gran sentido del humor; Aunque el mismo se considera un pensador, no es capás de responder de manera científica y racional el porque de su decubrimiento. En su hogar, nos encontramos con un gran laboratorio y en él una gran cantidad de inventos de lo más variados y cuyas utilidades varían segun la peculiar imaginación de éste personaje. Y entre sus creaciones, una que sin duda supera con amplio margen todas las espectativas de un gran inventor. «El Secreto de la Levitación»
El Secreto de la Levitación
Mediante la manipulación de campos magnéticos, elementos de lucidéz y posiblemente un poco de casualidad, Hutchison consigue levantar casi cualquier objeto del piso en la sala de su casa. Este suceso es el que se conoce con el nombre de «Efecto Hutchison». Debajo un video que demuestra su descubrimiento.
Un grupo de físicos y astrónomos, liderados por John J. Matese, de la Universidad de Louisiana, acaba de publicar un estudio en el que manifiesta la inquietante posibilidad de que en las fronteras de nuestro Sistema Solar exista un planeta gigante desconocido, con una masa entre una y cuatro veces la de Júpiter.
El enorme compañero del Sol se encontraría en las zonas exteriores de la nube de Oort, a cerca de un año luz de distancia de nosotros, la extensa región esférica de escombros que rodea el Sistema Solar y de la que proceden la mayor parte de los cometas conocidos.
Fue precisamente realizando un análisis dinámico y estadístico de esa remota región cuando los investigadores se encontraron con una serie de anomalías que podrían explicarse con la presencia de un gran cuerpo planetario, con una masa que podría llegar a multiplicar por cuatro la de Júpiter, el gigante de nuestro sistema. Para darse una idea de las dimensiones de este cuerpo aún no observado, baste decir que Júpiter tiene una masa 318 veces superior a la de la Tierra (ver imagen), y dos veces y media superior a la suma de todos los planetas del Sistema Solar.
La posibilidad de la existencia de un cuerpo similar en nuestro vecindario inmediato ya fue apuntada por este mismo científico en 1999. Sin embargo, tal y como expone en su estudio, desde entonces la base de datos de cometas conocidos se ha duplicado, lo que permite realizar análisis mucho más precisos.
Según los cálculos de Matese, las anomalías detectadas en la distribución de la población de cometas en la zona externa de la Nube de Oort sugiere que por lo menos un 20% de ellos está sufriendo los efectos del tirón gravitatorio de un cuerpo enorme.
Para evitar cualquier tipo de confusión, Matese especifica que no se está refiriendo en absoluto a la hipótesis de Némesis, propuesta en 1984 y según la que existiría una pequeña y oscura estrella (quizá una enana marrón) acompañando al Sol, sino a un mundo desconocido hasta ahora y que nada tiene que ver con las hipótesis catastrofistas alrededor de esa hipotética compañera.
“Un obeto así -escribe Matese- sería incapaz de crear tormentas de cometas. Para ayudar a mitigar la confusión popular con el modelo de Némesis, usaremos el nombre sugerido recientemente por Kirkpatrick y Wright (2010), Tycho (en mitología, la hermana buena de Némesis), para referirnos a este nuevo e hipotético compañero.
En su artículo, Matese asegura que, usando el recientemente lanzado (2009) satélite WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer), sería relativamente fácil detectar el nuevo planeta y despejar así las dudas que sobre su existencia aún tiene la comunidad científica. Fuente