El ex jefe de la flota de la Marina Rusa el Almirante Vladimir Chernavin describe desclasificados encuentros que habrían tenido los marinos rusos con tres tipos de Ovnis: platillos, cilindros y en forma de cigarro. El Almirante subrayó que la antigua Armada Soviética observo y reunió un gran número de avistamientos de Ovnis en esas décadas de diversas regiones del mundo.
Por su parte, el subcomandante en jefe, el almirante Nikolai Smirnov, se mostró de acuerdo con los casos descritos por Chernavin. Reuniones semanales sobre los encuentros con naves de otro mundo fueron documentadas por el jefe de la sección el ex director adjunto del la exploración de la Comisión Oceanográfica de la Academia de Ciencias de la URSS, el capitán de primer rango Vladimir Azhazha que puso en marcha una nueva carrera como investigador de OVNIS después de su período en la Armada.
Todos los ex oficiales navales de alto rango, destacaron que aproximadamente la mitad de encuentros con OVNIS ocurren en el mar. Estadísticamente el 60 por ciento ocurren en el Atlántico y el Pacífico, 10 por ciento en el Mediterráneo y el resto en otras aguas. Pero de todos los encuentros en todo el mundo, algunos de los más increíbles — e inquietante — incidentes han ocurrido en el enigmático Triángulo de las Bermudas.
Muchos hombres lo han visto Ovnis y no han estado confundidos. ¿Quiénes somos nosotros para dudar de su palabra? …Hace sólo unas semanas un policía de Palermo fotografió uno, y cuatro oficiales de la Marina italiana vieron una nave larga encendida de 300 pies subiendo desde el mar y desapareciendo en el cielo ¿Por qué deberían estos hombres del orden y la defensa mentir? Lord Rankeillour, miembro de la Casa de Lores, Debate sobre objetos voladores no identificados, Hansard (Lords), Vol. 397, Nº 23, 18 de enero de 1979. Continuar leyendo «OVNIS en el Triángulo de las Bermudas»
En el año 1970, el Ray Brown, dedicado a la medicina naturista y aficionado al buceo, realizó una expedición submarina con algunos amigos cerca de las Bahamas, en un área próxima a una gran fosa denominada La Lengua del Océano.
Durante una de las inmersiones, Brown se separó de sus compañeros, y al tratar de reunirse con ellos, vio de pronto una extraña pirámide que se divisaba contra la luz aguamarina. La pirámide estaba situada a unos 40 metros de profundidad, y medía unos 6 metros de altura, de los cuales solo 2 metros sobresalían de las arenas del lecho marino. Brown quedó sorprendido por éste espectáculo, particularmente porque la magestuosa arquitectura parecía estar recubierta de cristales, con apariencia de espejos en su superficie.
Al nadar alrededor de ésta inexplicable extructura descubrió un camino de entrada y decidió adentrarse a explorar. Al pasar a lo largo de un estrecho pasillo, Brown finalmente se encontró en una pequeña habitación rectangular con un techo interior en forma piramidal y a pesar de que no llevaba con sigo ninguna linterna pudo contemplar aquella la habitación por la iluminación propia de los reflejos del agua contra los cristales.
La atención de Brown se centró en una varilla metálica bronceada de unos seis o siete centímetros que colgaba hacia abajo del ápice del centro, estando su extremo sujeto a una gema roja de numerosas caras y que terminaba en punta. Directamente debajo de la varilla y de la gema, colocado en el medio de la habitación había un estrado de piedra tallada coronado por una placa de piedra con los extremos enrollados.
Sobre la placa descansaba un par de manos talladas de metal de color bronceado, de tamaño natural, que se veían ennegrecidas y quemadas, como si hubieran estado expuestas a un calor extremo. Acomodada entre las manos, y situada a unos quince centímetros directamente debajo de la gema de la varilla del techo, había una esfera de cristal de unos nueve centímetros de diámetro. Continuar leyendo «La Pirámide sumergida en el triuángulo de las Bermudas»
Cada tanto vuelven a desaparecer barcos y aviones en este particular sitio del Océano Atlántico. ¡Más de 320 siniestros! – (Aqui una lista de algunas de las desapariciones en el Triángulo de las Bermudas) Esta zona que abarca desde las Islas Bermudas, llega a Puerto Rico y toca la localidad de Melbourne en la Florida ha producido pérdidas humanas y de navíos, en forma inexplicable para la mayoría.
Se ensayaron, sin embargo, explicaciones para las desapariciones en el mar y sobre él. Todos los casos, generalmente debido a comunicaciones radiales, sabemos que estas se entrecortan, que las brújulas magnéticas dejan de marcar correctamente y los compases giroscópicos, fallan al no tener la asistencia de los motores eléctricos que le dan su rápido movimiento.
En el mar, se desatan terribles olas gigantes, asociadas hoy, a fenómenos metereológicos y vibraciones vinculadas al magnetismo de una fuente oculta. Se han tratado de explicar estos fenómenos por la corriente del Golfo, por el desfiladero del fondo oceánico, por el óxido silícico que crea anomalías magnéticas, por las burbujas del metano de descomposición abisal, por vientos poderosos que provocan inusitadas olas gigantes, pero ni esto último, remotamente puede explicar las pérdidas de las aeronaves.
En el aire aparecen tormentas envolventes de gran desarrollo vertical. Su aparición es súbita y siempre la acompaña una neblina entre gris a algo amarillenta o violácea según las referencias.
Relato revelador de un piloto
Es notable el relato del hasta ahora único aviador que atravesó una tormenta así y pudo contar que le sucedió, amen de poder probar su relato por su plan de vuelo y los lugares por donde pasó y la hora de los mismos.
El aviador Bruce Gernon, salió manejando su monomotor de las Islas Bermudas. Pasó sobre Bímini, sin novedad, aparecen nubes enormes pese al pronóstico de buen tiempo, trata de evadirse, pero se encuentra rodeado por las nubes, ve un claro, como una caverna dentro de la nube, penetra por esta y observa una salida al fondo, enfila hacia allí y sale de entre las nubes, volando arriba de Miami.
Lo sorprendente para él es que en tres minutos, por su reloj hizo casi 200Kmts., con su avión que solo puede alcanzar los 320 Kmts. por hora. La velocidad para este recorrido sería de más de 3000 Kmts por hora!
Sigue relatando que todo el fuselaje tenía una capa de neblina grisácea, pegada al mismo como una burbuja. El túnel dentro de las nubes estaba demarcado con curvas, haciendo un trazo tórico (como las que marcarían las aletas de un enorme tornillo.)
Las dos brújulas del avión, no funcionaban, la electricidad fallaba, como el motor. Por momentos, todo se veía gris desde las ventanillas, del color de la extraña y pegajosa niebla.
Sintió un empujón leve al penetrar por el túnel y durante esos minutos se sintió flotar sobre el asiento del avión, pese a estar atado con el cinturón de seguridad.
Al salir de estas nubes, el avión funcionaba perfectamente y al aterrizar se encontró con la sorpresa que el tanque de combustible todavía tenía mucha nafta y que luego calculó que, durante ese rápido recorrido, casi no gastó combustible.
La explicación en un programa emitido por el Canal Discovery, sería que el avión se encontró dentro de un plegamiento espacio- temporal. Se calculó que la fuerza magnética necesaria para impulsar cosas en un “tubo” de tal envergadura, estaría en el orden de varias bombas atómicas.
Los que han sido abducidos, dicen que al acelerar y desacelerar, por las ventanillas de los ovnis se ve esta neblina gris. Muchas naves extraterrestres tienen estas neblinas, a veces rodeándolas, en forma de estelas tóricas.
La pregunta ¿es quién maneja estas fuerzas, desde donde y para qué? – Si supiéramos volar así, el viaje estelar sería algo común.
El Mar del Diablo
El Mar del Diablo, también llamado el Triángulo de Formosa, se encuentra frente a las costas de Japón en una región del Pacífico alrededor de la isla Miyake, unos 110 kilómetros al sur de Tokio. Al igual que el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo no aparece en ningún mapa oficial, pero el nombre es utilizado por pescadores japoneses. La zona es conocida por extrañas desapariciones de barcos y aviones – al menos por las de los Estados Unidos.
Otro mito es que, como el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo es la única área donde la brújula apunta hacia el norte verdadero y no hacia el norte magnético.
Una teoría popular es que la actividad volcánica en todo el ámbito, en particular un volcán bajo el agua, podría ser responsable de las desapariciones.