Para el físico Michio Kaku, una de las mayores autoridades internacionales en física, se pordría viajar en el tiempo. «No existe nada que impida realizar tal proeza». Para realizar viajes en el tiempo, sería necesario crear y mantener estable un agujero de gusano, una especie de túnel que, como si fuera un atajo, conecta dos regiones del espacio-tiempo. Aunque él mismo aclare que por el momento, éstas suposiciones, aunque fírmemente teóricas, pertenecen al terreno de las hipótesis.
Por otra parte, el célebre cosmólogo británico, Stephen Hawking, quien hasta hace poco tiempo era un firme defensor de la imposibilidad de realizar viajes en el tiempo, se ha visto obligado a rectificarse.
Segun indica Kaku, para llevar a cabo una operación semejante, se necesitaría una cantidad de energía tan disparatada, que en la práctica, posiblemente pasarán varios milenios sin que el hombre logre intentarlo.
Muchas horas antes de que se produjera el terremoto de Jamaica durante enero de 1907, una gran cantidad de personas oyó hablar de “un misterioso profeta que había dejado, en las calles de la ciudad, su grito de alerta”. El padre Williams, no vio personalmente al profeta, pero se preocupó por hacer una indagación minuciosa antes de confirmarla, hallándola verdadera.
Catorce años después, un corresponsal del Times, publicó un interesante artículo en sus páginas, añadiendo más detalles al misterioso personaje. El artículo apareció el 13 de enero de 1921 y hablaba del profeta como “un hombre que vestía un manto rojo” y que “en la víspera del 14 de enero de 1907 hizo su aparición en Kingston advirtiendo al pueblo que antes de la noche la ciudad sería destruida”, cosa que efectivamente ocurrió.
Nadie lo sabe más de éste extraño personaje de la historia; lo cierto es que el profeta existió y se paseó por las calles de Kingston anunciando el desastre que estaba por llegar. [Leído en : Rincón del Curioso]
Los hombres reptiles o «reptiloides» son una supuesta raza anterior a la humana, quienes vivieron desde los comienzos de los tiempos e incluso siguen existiendo en nuestros días, escondidos en cuevas subterráneas esperando el momento oportuno para volver al exterior y reclamar el lugar que les corresponde. Algunos de los argumentos de quienes creen en ésta especie de seres es que son extraterrestres que vinieron desde las Pléyades de la constelación Tauro a la Tierra, en tiempos remotos y que durante mucho tiempo convivieron con nuestros antepasados. En algún momento y, por razones que difieren entre uno y otro correlato, se vieron obligados a permanecer en las profundidades del planeta, y han ido evolucionando paralelamente a la raza humana, esperando el momento oportuno para volver a la superficie.
Dependiendo del contexto, también se los denomina: Reptoides, Dinosauroides o Seres Lagartija y son numerosos los testimonios y bibliografía que existe en torno a ellos.
Reptiloides en las civilizaciones antiguas.
En un gran número de las civilizaciones antiguas, existieron manifestaciones de Fe hacia figuras con las características de los hombres lagarto. El Quetzalcóatl de la civilización Azteca o el Kukulcan, para los Mayas, que en ambos casos significa «Serpiente Emplumada» o serpiente de bellas plumas, nos da un primer indicio de los reptiles como íconos a los que se les rendía homenaje. También en la cultura egipcia, nos encontramos con un Dios reptil o mejor conocido como el Dios Cocodrilo; Sobek. A quien se le atribuye la gracia de la fertilidad, la vegetación y nada menos que la vida humana.
En el medio oriente, existen algunos seres reptilianos que van desde algunos djinn o «demonios» a dragones, pasando por hombres reptiles. Esta tradición data desde inmemorables años. En uno de los libros apócrifos supuestamente el perdido de Jasher o yashar, se describe una raza humana de la serpiente.
Hombres reptiles en la cultura popular Zulú.
En la actualidad, existe en Africa la creencia popular de que hace miles de años atrás, llegó de más allá del cielo, una raza de gente cuya fisonomía era similar a la de los hombres lagarto. La población Zulú, de Sudáfrica, ha transmitido ésta cultura a través de sus generaciones y aún en la actualidad, podemos escuchar la historia, de como éstos reptiloides, que podían cambiar de forma a voluntad, tomaba en ocasiones la apariencia humana. Y en algunos casos, los jefes de las tribus casaban a sus hijas con extraterrestres, con el objetivo de procurar una raza con poder de Reyes y Jefes de tribu. [Leer más sobre ésta creencia en : Entrevista al Chamán Credo Mutwa]
Testimonios sobre apariciones de Seres Reptiles.
No hace mucho tiempo atrás, publicamos en éste mismo blog, un artículo sobre la legendaria aparición de la Rana de Loveland en la localidad en Ohio, Estados Unidos en el año 1955. Numerosos casos trascendieron desde aquel avistamiento del Hombre Rana, sin embargo, el más celebre sucesor de la rana de Loveland en años recientes fue la locura del Hombre Lagarto que se propagó en Bishopville, South Carolina, en 1988. Un hombre reporto que una bestia reptil de siete pies de ojos rojizos y apéndices de tres dedos persiguió su auto a través de una carretera rural a 40 millas por hora. Un gran número de otros avistamientos le siguieron, y los oficiales de policia descubrieron huellas de tres tobillos. Pero como todo gran enigma, aun no se ha podido dar respuesta fáctica a los sucesos acontecidos.