Descubren un monstruo en las playas de San Diego

El cadáver de críptido sin pelo, con hocico de lobo, colmillos gigantescos y del tamaño de un mapache apareció el pasado 26 de enero en una playa de San Diego, California, EEUU. El extraño animal, en estado de putrefacción y rodeado de moscas, fue descubierto por dos jóvenes surfistas, que tomaron las fotos y las enviaron a la revista Vice. El redactor que las recibió, Rocco Castoro, entrevistó a uno de ellos, Josh Menard, que no tiene duda alguna sobre la naturaleza del engendro: «Diría que se trata de un chupacabras, que es la combinación de otros tres animales: un perro, un coyote y un canguro».



El chupacabras
, es un animal legendario originario de Puerto Rico y que dice haberse observado en todo el continente americano.

El parecido de éste desconocido animal con el monstruo de Montauk, aparecido en las playas de Nueva York en el año 2007 es sorprendente. En aquel momento, se especuló con que el animal encontrado era también un críptido desconocido, pero finalmente un paleontólogo determinó que se trataba de un mapache. Ver noticia en: Resuelto el misterio del monstruo de Montauk

Un alien encontrado en Brasil

El 26 de septiembre de 2011, un lugareño de Itajubá, Brasil, grabó un video en el que aparece una extraña criatura desconocida en aparente descomposición. Según el relato del autor del video, durante dos noches concecutivas su perro (Spoke) no paraba de ladrar, pero os intentos por descubrir que sucedía se encontraban frustrados al salir a inspoccionar la zona. Pero esa mañana sintió primero un olor pútrido casi insoportable, y al soltar el perro de su encierro, el mismo fue directo donde se encontraba el cadáver de un presunto extraterrestre.

Este extraño ser, que podemos ver en la filmación, media aproximadamente 45 cm, poseía dos dedos en los pies, y 3 dedos en cada mano. El cadáver permaneció 4 días en el lugar hasta que así como llego, se fue, lo que si quedo en el ambiente fue el desagradable olor por varios días más.

Misterios : El hombre de Piltdown

En 1911 llegó a manos del aficionado a la paleontología, Charles Dawson, lo que parecían ser los restos del «eslabón perdido«, Procedían de una gravera de Piltdown en Sussex, Inglaterra.

Junto a Arthur Smith Woodward (geólogo del Museo Británico de Historia Natural) y Pierre Teilhard de Chardin, analizaron sobre el terreno la excavación hallando huesos de animales y herramientas de sílex.

Así, con el paso de los años, fueron completando y reconstruyendo el cráneo. Publicaron numerosos artículos al respecto detallando cómo el fósil combinaba una potente mandíbula y un cráneo de bóveda circular con gran capacidad cerebral.

El hombre de Piltdown fue presentado en sociedad en 1912, bajo el nombre de Eanthropus Dawsoni. De esta manera, Gran Bretaña pasaba a estar en el origen de los primeros antepasados del hombre. Salvo excepciones, la comunidad científica aceptó sin ambages la autenticidad del Hombre de Piltdown. Sus descubridores fueron encumbrados e incluso alguno obtuvo un título nobiliario.

Durante años, fue un hallazgo incontestable.

Pero, en 1949, se le aplicó la prueba del flúor: los dientes absorben flúor mientras están enterrados. A más tiempo enterrado, más flúor contienen. Es decir, cuanto más flúor contienen, mayor es su antigüedad. Al analizar los restos dentales del Hombre de Piltdown, se comprobó que el flúor era mínimo…

En 1953, nuevos análisis confirmaron que los restos óseos habían sido manipulados, siendo teñidos de color oscuro para darles un aspecto antiguo. En realidad se trataba de un fraude, cuyo cráneo era de un humano moderno y cuya mandíbula, a la que habían limado los dientes, era de un orangután.

En 1954 el fraude es unánimemente admitido como tal.

Nunca se llegó a saber quién fue el autor del engaño. La realidad es que Eanthropus Dawsoni se convirtió en el centro de los estudios paleontológicos durante muchos años.

En la actualidad, los restos del Hombre de Piltdown permanecen en los depósitos del Museo Británico.