Un reciente hallazgo sugiere que un abrupto cambio climático como el que actualmente temen algunos científicos, podría haber destruido la antigua civilización egipcia.
Desde hace años los científicos debaten sobre qué es lo que llevó a la civilización egipcia al colapso hace más de 3.000 años, proponiendo hipótesis que abarcan desde guerras hasta una epidemia. Sin embargo, el reciente estudio de unos anillos de árboles encontrados en la madera del ataúd de Ipi-ha-ishutef y de unos barcos funerarios enterrados cerca de la pirámide de Sesostris III sugiere que cambios en los recursos e infraestructuras alimentarios pusieron fin a este mundo antiguo.
Las muestras de los anillos revelaron una pequeña e inusual anomalía después del año 2200 a. C., la cual, según una investigación paleoclimática, podría corresponder a un breve episodio de sequía. Stuart Manning, profesor de la Universidad de Cornell de Nueva York, supuso que este episodio climático podría haber tenido importantes consecuencias políticas: un cambio en el clima fue suficiente para alterar los recursos alimentarios y otras infraestructuras, lo cual probablemente llevó a la caída de civilizaciones como el Imperio acadio y el Antiguo Reino de Egipto.
«Estamos exactamente en la misma situación que los acadios: si de repente algo alterara el modelo estándar de producción de alimentos en grandes áreas de EE.UU. nos encontraríamos ante un desastre», afirma. Además, añadió el científico, «este indicio muestra que el cambio climático no tiene por qué ser tan catastrófico como una Edad de Hielo para causar destrucción».