Los habitantes del hemisferio sur podrán apreciar esta noche la fase más intensa de la lluvia de estrellas fugaces «Eta Acuáridas», con una actividad esperada de unos 60 meteoros por hora.
La «lluvia» comenzó a manifestarse el 19 de abril y continuará hasta el 28 de mayo, pero el pico de actividad está previsto para la madrugada del lunes, informó hoy Sergio Toscano, director de Investigaciones Astronómicas y Espaciales de Misiones.
El astrónomo, que también dirige el observatorio «Padre A. Kolping», contó que los meteoros se desplazan a velocidades cercanas a los 67 kilómetros por segundo (241.200 kilómetros por hora) y se pondrán incandescentes por la fricción de la atmósfera, produciendo un espectáculo de destellos y trazos humeantes de diversos colores.
El punto radiante o entrada de los mismos se producirá en cercanías de la Constelación de Acuario, que a partir de las 2.45 del lunes aparece en el horizonte del este.
Toscano consideró que aunque la Luna se encontrará muy próxima no afectará la visión, ya que estará en su faz menguante.
Para disfrutar de este fenómeno de estrellas fugaces el astrónomo sugirió buscar lugares alejados de la contaminación lumínica y no olvidar termo, mate y una cómoda silla plegadiza.
Hemos visto que en todo encontramos procesos cíclicos que derivan en producciones diversas.
En la Biología hay muchos ciclos que con ciertos intercambios de iones producen un número muy grande de sustancias, lejana o cercanamente emparentadas.
En la Climatología encontramos muchos ciclos de diversos elementos y moléculas.
En la Astronomía, hoy conocemos muchos procesos que se efectúan en las estrellas según sus masas y el estadio de su evolución.
Es así que en estrellas de masa más o menos como el Sol, habrá procesos, llamados protón-protón, donde primero los átomos de Hidrógeno se fusionan en átomos de Helio:
Un Hidrógeno común se fusiona con otro Hidrógeno común (a altísimas temperaturas) y forma un Deuterio (Hidrógeno con un neutrón) como uno de los protones pierde su carga (el que se vuelve neutrón) esta es liberada en forma de positrón (electrón con carga positiva, antipartícula del electrón), también liberan un neutrino, el positrón se aniquilará con un electrón y formarán rayos gamma. El Deuterio formando anteriormente se fusiona con otro Hidrógeno común y forman Helio 3 (dos protones un neutron) y liberan un fotón de rayos gamma. Dos Helios 3 ya formados, se fusionan, pero cada Helio 3 tiene 2 protones y 1 neutrón, así que cada uno libera un protón, así al final quedará un Helio 4 (2 protones y 2 neutrones) y 2 protones libres o sea dos Hidrógenos listos para comenzar de nuevo la reacción.
Luego de muchos millones de años se amontona Helio en el núcleo estelar por gravitación. El centro, aumenta la temperatura porque la estrella se contrae y en cierta temperatura, el Helio se fusiona, haciendo Carbono. (El Sol aquí es ya aquí una estrella gigante roja, que paulatinamente se enfriará). El Litio, es muy raro en las estrellas comunes ya que por encima del millón y medio de grados, tanto el seis como el siete se transmutan varias veces.
En estrellas mucho más masivas, el proceso en capas sigue (proceso CON). Por electrones, protones, neutrinos, etc. el carbono se fusiona en Neón, luego en Oxígeno, luego en Silicio, luego en Níquel y aquí, por degradación desintegrante aparecen los núcleos de Hierro, que son los más estables de todos, en la capa central, obedeciendo a la fuerza de la gravedad.
Para que el proceso siga se necesita ya un estado particular de estrella, que pueda dar una gran cantidad de energía, necesaria para actuar en estos núcleos de Hierro. Como vemos, hasta ahora, había una emisión de energía (entre ellas luminosidad), la integridad estelar estaba asegurada, pero ahora el esfuerzo deberá ser supremo.
Se necesita la energía de una nova o mejor de una supernova, para actuar sobre los núcleos del hierro y sobre los núcleos de otros elementos pesados formados para constituir por fusión los nuevos núcleos y luego por desintegración, hasta lograr núcleos estables, al menos en alguno de los isótopos formados.
Algunos por degradación serán formados nuevos elementos, por ejemplo el Plomo. “A grosso modo” vemos como esta notable fábrica trabaja.
La explosión consecuente distribuirá por el espacio de cada galáxia, los materiales para constituir la segunda, tercera o cuarta generación de estrellas con planetas y muchos con vida.
Hemos visto que el canibalismo es común entre estrellas y entre galaxias. Ya casi nadie discute la necesidad aparente de que en los centros galácticos exista un monstruoso agujero negro, en gran medida para cohesionar la materia de los mismos, con su poderosa gravedad. La actividad de estos, aumenta cuando colisionan galaxias, que aportan gases, polvo y sistemas estelares y planetarios.
Los astrónomos saben desde hace tiempo que Andrómeda es un depredador espacial que se engulle las galaxias enanas que se acercan demasiado. Andrómeda y la Vía Láctea, la galaxia en la cual se encuentra nuestro Planeta Tierra, son los dos grandes objetos de éste rincón del universo. Andrómeda es la galaxia grande más cercana, a unos dos millones y medio de años luz de distancia. Un año luz equivale a unos 9,5 billones de kilómetros (5,9 billones de millas).
Las galaxias se consumen entre sí, a veces violentamente y otras veces creando nuevas megagalaxias.
Hoy, ya lejos del Big-Bang estos monstruos están menos activos.
Las propias galaxias tienen pocas posibilidades hoy de fabricar estrellas, mucho menos que hace 11 mil millones de años o más.
Simplemente, se está acabando el combustible, el gas y el polvo interestelar.
Precisamente está ingresando una nube de estos materiales a los contornos de nuestra galaxia lo que reportará a no dudarlo en el nacimiento de estrellas jóvenes, que remozarán una parte de un brazo de la Vía Láctea, como hace 140 millones de años aconteció con el cúmulo estelar de las Pléyades, un conjunto de más de 500 estrellas de todo tipo: Gigantes blanco azuladas, Gigantes rojas, amarillas y rojas comunes, enanas blancas de un tipo particular-de cortísima vida anterior-y enanas marrones.
Cuando varias pequeñas galaxias sean fagocitadas por nuestra Vía Láctea, volveremos a tener creación y muerte estelar en rápidas sucesiones, pero serán realmente fuertes los “fuegos artificiales” cuando choquen la Vía Láctea con la gran vecina Andrómeda.