En menos de 60.000 años, un suspiro en la historia del planeta, desaparecieron de la faz de la Tierra más del 96% de las especies marinas y cerca del 70% de las terrestres.
La mayor de todas las extinciones masivas ocurridas en nuestro planeta sucedió hace unos 252 millones de años, justo al final del Pérmico. Durante ese catastrófico evento, desaparecieron de la faz de la Tierra más del 96 por ciento de las especies marinas y cerca del 70 por ciento de las terrestres, incluída la gran variedad de insectos gigantes que hasta entonces habían dominado el mundo.
Hasta el momento, se han aventurado distintas hipótesis sobre las causas de esta extinción en masa: el impacto de un asteroide, erupciones volcánicas generalizaas, o incluso una sucesión casual (y fatal) de cataclismos ambientales que terminaron por poner en serio riesgo la existencia misma de vida en la Tierra. Continuar leyendo «La mayor extinción de la Tierra ocurrió de forma «instantánea».»
Hemos visto hace muy poco, que en dos oportunidades , estos años, han aparecido casi de la nada, asteroides de tamaño respetable que pasaron, por suerte, no tan cerca de la Tierra, como para caer sobre ella y nosotros… solo miramos. Por ejemplo el llamado 2010 AL30, (Enero del 2010) fue descubierto gracias al programa Lincoln Near-Earth Asteroid financiado por la NASA y anunciado en el Centro de Planetas Menores del Observatorio Astrofísico Smithsonian. Pasó a cien mil kilómetros de nosotros. El corto período de tiempo entre la localización del objeto y su intersección con la Tierra es un buen recordatorio de que es muy difícil poder predecir con tiempo suficiente.
Desde Rusia nos alertan. Se han contabilizado casi 7000 cuerpos que podrían impactarnos en próximos años. Se trata, en concreto, de 6.960 asteroides que, según el informe, recogido por la agencia rusa de noticias Ria Novosti, resultan “potencialmente peligrosos” para nuestro planeta. El 87 % de ellos, es decir, un total de 6.070, ronda los cien metros de diámetro, más del doble del supuesto meteorito que en 1908 arrasó más de 2.000 km cuadrados de tundra en Siberia (Tunguska).( Posible ocurrencia de caída: Uno en 250 años.)
Otros 806 asteroides (el 11,6%) son mucho mayores, con diámetros que rondan los mil metros. (Posible ocurrencia de catástrofe: Una cada millón de años) También existe una exigua población de cometas (84, es decir, el 1,2% del total), que actualmente están en ruta hacia la Tierra. (Posible ocurrencia: Uno cada 200 millones de años).
Según dice el despacho de la agencia rusa, grupos de investigadores europeos, rusos y norteamericanos están preparando una batería de misiones espaciales para vigilar el avance de estos cuerpos celestes y evitar el peligro potencial que suponen para el ser humano. Entre esas misiones está la canadiense NEOSSat, que será lanzada pronto, en el 2011, y la alemana Asteroid Finder, que despegará cerca de un año más tarde. Además están combinando reuniones para cooperar y construir soluciones.
El informe presentado por el Dr. Shústov hace hincapié en un hecho del que ya había advertido la NASA hace apenas unos meses: carecemos de recursos suficientes para prevenir, evitar o destruir objetos espaciales en ruta de colisión contra nosotros. Hasta ahora solo son una serie de ideas más o menos interesantes. Llevarlas a la práctica es otra cosa.
Como vemos, las amenazas desde el cosmos son variadas en estos convulsos años (algunas no astronómicas) donde grandes cambios muchos esperamos, en todo sentido.
Tan terribles animales necesitaban de una «gran ayuda» para ser desplazados para dejar el lugar a los mamíferos marsupiales y mamíferos modernos como animales dominantes, en especial los últimos.
Así que en la búsqueda de las causas se encontró lo que parece un gran cráter- hoy se sabe que es menor de lo supuesto- en Centroamérica y una «uniforme deposición» de Iridio – elemento abundante en los meteoritos -, en ciertas capas estratificadas que corresponderían a un tiempo geológico determinado – cosa que no es tan así – Sucedió esto a posteriori de la desaparición de los grandes saurios , como muestran diez mediciones temporales- ver más adelante. Un enorme meteorito impacta sobre la Tierra, produce vibraciones demoledoras y mortales, calor enorme, turbulencias atmosféricas espeluznantes, se levantan piedras y polvo hasta los confines exteriores de la atmósfera que ocultarán por bastante tiempo la luz y calor solar haciendo un “invierno polar”similar al atómico.
Maremotos, tsunamis, terremotos, choques tectónicos y erupciones volcánicas que tratarían de nivelar presiones internas de la corteza terrestre herida. Realmente convincente, hasta que pensamos, como puede sobrevivir, no solo los dinosaurios, sino algo vivo en estas condiciones, porque lo que mate a un saurio, puede matar a cualquier animal grande o chico que habite las mismas zonas .Los saurios del mar, también desaparecieron, eso que el mar atempera los factores emergentes de un cataclismo, tan sentido en tierra firme, pero si bien también los dinosaurios marítimos hacían todo en el mar, la puesta de huevos se ponían en las costas a merced de los comedores de huevos.
También sabemos que muchas plantas fueron perdiendo géneros, familias, etc., en el devenir de los tiempos -por ejemplo en las “cercanas” glaciaciones o por diversas causas- y los cambios cromosómicos generaron nuevas. Ante una catástrofe así, solo las plantas en estado de semillas podrían haber sobrevivido. Sin embargo las angiospermas, que habían aparecido en el Cretáceo, no sufrieron ningún tipo de extinción en estos tiempos “meteoríticos”, por el contrario se fueron radiando cada vez más. Algunas ramas de las gimnospermas se extinguieron antes, como las benitininas, casi seguramente al modificarse y convertirse en las nuevas magnoliformes, muy emparentadas- (1) Continuar leyendo «La desaparición de los dinosaurios – Nueva Teoría»