La misteriosa muerte de Arcesio Bermúdez

Dieciseis días antes de la llegada del hombre a la luna, ocurrió en Colombia uno de los casos Ovnis más sorprendentes de la historia, en donde un hombre murió poco después de tener contacto con una luz que bajo del cielo.

Los hechos transcurrieron durante la noche del 4 de julio de 1969 en la zona rural de una pequeña población conocida como Anolaima. Hoy, una finca que produce plantas aromáticas. En aquel entonces, era un lugar de recreo y árboles frutales. Su dueño se llamaba Arcesio Bermúdez, un hombre de 53 años a quien muchos recuerdan como saludable y amable.

Esa noche los sobrinos de Arcesio estaban disfrutando de unos días de descanso en el lugar. Tenían entre 14 y 16 años. Salieron de la casa y subieron a una pequeña loma ubicada detrás de la misma para mirar el cielo. Llevaban linternas porque entonces la región no contaba con servicio de energía eléctrica. Mauricio Gnecco, quien vive hoy en Perú, era uno de ellos. Él recuerda que mirando al cielo vieron una pequeña luz en el horizonte que les llamó la atención, «esa noche en dirección sur-occidental, 4 primos que habíamos salido a mirar estrellas fugaces, vimos una lucecita que estaba muy lejana en el horizonte, no alta, pero estaba justo en el horizonte. No le dimos mayor importancia en un principio porque era una simple estrella, aparentemente. Luego de unos minutos esta estrella empezó a cambiar de tamaño. Yo la vi y la vio otro de mis primos y pensó lo mismo, que seguramente cambió la atmósfera, alguna cosa así y por eso parecía más grande. Después de unos minutos la estrellita ya cambió sustancialmente de tamaño y dijimos no, eso ya es un avión, porque cambiar tan rápidamente de tamaño, pues es un avión, se está moviendo y efectivamente a la distancia veíamos que se movía, pero por lo menos yo recuerdo haberme quedado esperando el sonido del avión, sonido que no llegó y sin embargo si se veía un cierto desplazamiento de esta luz que era un tono amarillo – ámbar. Luego empezó a cruzar justo en frente».

La luz también la vio Marleny Suárez, niña de 8 años para entonces y quien luego se convirtiera en dirigente comunal de aquella vereda, «Una luz grande y penetrante pasaba muy bajo por la finca, pasaba por el borde de los árboles y allí había bastantes muchachos y empezaron a alumbrarlo con linternas y a gritar un ovni, un ovni».

El primero en apuntar su linterna hacia el objeto fue Mauricio Gnecco, quien hizo señales en clave morse. Entonces, según dice, la luz se detuvo y empezó a desplazarse hacia ellos de manera rápida. O por lo menos era la sensación para los jóvenes que la veían. Continuar leyendo «La misteriosa muerte de Arcesio Bermúdez»

Cuando la psiquiatría reconoció las abducciones de seres extraterrestres

John Edward Mack fue un psiquiatra norteamericano de la Harvard Medical School, considerado de los más eminentes de su país y quizás del mundo. Premio Pulitzer en 1977 por su estudio biográfico del oficial británico TE Lawrence.

El doctor Mack no creía inicialmente en ovnis ni en nada parecido, pero cuando uno de sus pacientes empezó a relatarle sus experiencias, descubrió analogías con otros pacientes y empezó a establecer patrones que cada vez adquirían más consistencia, con lo cual, terminó convencido de que las abducciones eran reales.

En 1994, publicó su libro “Secuestro: Encuentros Humanos con Alienígenas”, que levantó ampollas entre sus colegas académicos.

Recibió duras críticas y su prestigio como psiquiatra fue puesto en duda por los más “oficialistas”. Ese mismo año, el Decano de la Escuela Médica de Harvard, Daniel C. Tosteson, nombró un comité para investigar a John Mack, por considerar “dudoso” el conjunto de sus especulaciones.

Las Abducciones estuvieron a punto de hacerle perder su cátedra al doctor, pero finalmente el comité pronunció que; “El Dr. Mack sigue siendo miembro de pleno derecho de la Facultad de Medicina de Harvard.” Ya que no hallaron indicios de que hubiese actuado bajo ninguna línea de trabajo perjudicial o poco ética hacia la disciplina psiquiátrica, por chocantes y polémicas que resultaran sus afirmaciones sobre la visita de estos seres no-humanos. John Mack defendía la idea de que detrás de las Abducciones se hallaba un fenómeno mucho más profundo, donde el ser humano tomaba contacto con realidades paralelas y entes de otros planos que transformaban por completo la vida del testigo y la embarcaban hacia un estado de profunda comunión con el universo.

Su visión era que las abducciones no eran perjudiciales, sino que despertaban la consciencia hacia una vida mucho más espiritual. El 27 de Septiembre de 2004, el doctor Mack se disponía a dar una conferencia, pero mientras cruzaba la calzada por una calle en Londres, un conductor ebrio, le arrolló, causándole la muerte al poco rato.

Entre sus conclusiones, resaltamos las siguientes frases; “Lo que resulta interesante, es que los mismos secuestrados son, con frecuencia, poco preparados científicamente y en gran parte desconocedores de escritos y teorías que luego revelan bajo hipnosis: sólo entonces muestran una concepción que habla de la penetración en su conciencia de otras dimensiones, más allá de nuestra conocida realidad limitada por el espacio y por el tiempo. Continuar leyendo «Cuando la psiquiatría reconoció las abducciones de seres extraterrestres»

Un alien encontrado en Brasil

El 26 de septiembre de 2011, un lugareño de Itajubá, Brasil, grabó un video en el que aparece una extraña criatura desconocida en aparente descomposición. Según el relato del autor del video, durante dos noches concecutivas su perro (Spoke) no paraba de ladrar, pero os intentos por descubrir que sucedía se encontraban frustrados al salir a inspoccionar la zona. Pero esa mañana sintió primero un olor pútrido casi insoportable, y al soltar el perro de su encierro, el mismo fue directo donde se encontraba el cadáver de un presunto extraterrestre.

Este extraño ser, que podemos ver en la filmación, media aproximadamente 45 cm, poseía dos dedos en los pies, y 3 dedos en cada mano. El cadáver permaneció 4 días en el lugar hasta que así como llego, se fue, lo que si quedo en el ambiente fue el desagradable olor por varios días más.