Jim Morrison murió hace más de cuatro décadas y la fotografía fue tomada por el historiador Brett Meisner en el año 1997. Durante mucho tiempo se creyó que la fotografía era un fraude, sin embargo ahora, y después de haber sido expuesta a numerosos estudios, algunos investigadores afirman que la fotografía es tan auténtica como inexplicable, ya que no se trata de un truco fotográfico.